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Rosa Goitia, Montserrat Obeso y José Manuel Fernández, el miércoles durante el ensayo general del concierto.
"La música clásica española se tocaba en la calle y en las tabernas"

"La música clásica española se tocaba en la calle y en las tabernas"

La soprano Montserrat Obeso ofrece hoy un concierto en la sala Pereda, con un programa de los compositores: Granados, Falla, Turina y Obradors

Rosa Ruiz

Viernes, 30 de diciembre 2016, 18:05

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Montserrat Obeso (Llanes, 1966) reconoce que no le gusta echar la vista atrás. «Yo soy más de mirar para adelante. Me encanta la novedad y comenzar nuevos proyectos», asegura. El año que ahora acaba, sin embargo, ha tenido tiempo de repasar su trayectoria, de 25 años con una serie de conciertos que concluyen hoy viernes en la sala Pereda del Palacio de Festivales. «Ha sido un recorrido por los escenarios de mi infancia y mi juventud», señala.

La soprano, que nació en Asturias pero que a los pocos años de edad se trasladó a Santander, ha dejado para el final el que es su programa favorito. Un homenaje a Granados, del que en 2016 se ha cumplido el centenario de su muerte, que, en realidad, es un reconocimiento la música clásica española y a la guitarra. «Interpretaremos temas de los cuatro grandes compositores de este país. Empezamos por Canciones clásicas españolas de Obradors y después seguiremos con las Tonadillas de Granados. Ya en la segunda parte interpretaremos Canciones populares de Falla y terminamos con Turina. Me gusta mucho porque estos autores han sabido adaptar a sus partituras las canciones populares que se hacían en épocas anteriores a las suyas y porque han sabido captar la esencia del pueblo.«La música entonces se interpretaba en las plazas de las ciudades y en las tabernas. Por eso predominaba la guitarra frente al piano».

En el escenario de la sala Pereda Montserrat Obeso estará acompañada por el guitarrista José Manuel Fernández y su pianista habitual, Rosa Goitia. «He hecho cosas muy puntuales con guitarra y tenía ganas de hacer un concierto con este instrumento. El sonido de la guitarra crea unos colores y una intimidad que a veces no ofrece el piano. Me apetecía investigar sobre mi voz y he tenido la suerte de contar con la ayuda de José Manuel Fernández que también es compositor, arreglista y tiene un sonido bellísimo», añade.

De programa que interpretarán esta tarde dice que las Canciones populares de Falla «son muy conocidas» y «se han grabado muchas veces» y de las Tonadillas de Granados destaca, «que están basadas en la pasión que este compositor tenía por Goya». «Era un enamorado de su estética y del tema de las majas y majos que aparecen en sus cuadros», explica.

Preparar este concierto le ha llevado dos meses y medio de ensayos, aunque algunas piezas ya las había interpretado antes en varios países invitada por el Instituto Cervantes. «La Farruca de Turina, por ejemplo, es un arreglo que hizo para mi voz Esteban Sanz Vélez y nunca la he cantado en Santander. También he preparado por primera vez algunas de las canciones de Obradors. Y desde luego, nunca había cantado estos cuatro bloques juntos».

Pero está contenta y el miércoles, durante uno de los ensayos, se le notaba esa satisfacción de volver a su casa, de hacerlo con un programa que le gusta, con su pianista de siempre Rosa Goitia y su admirado José Manuel Fernández. «Lo hemos preparado con mucha ilusión, porque teníamos muchas ganas de trabajar los tres juntos. Tengo que reconocer que hemos disfrutado mucho», explica.

Proyectos

Con respecto a nuevos proyectos, la soprano asegura estar abierta a las propuestas que le vayan llegando. «Estoy preparando nuevos roles de ópera, porque tengo que reconocer que mi voz está ahora en un momento muy bueno. Está en plenitud de color y materia y me permite afrontar papeles más dramáticos», dice. También tiene previsto audicionar fuera de Santander. «Me gusta ponerme retos por delante».

El balance de este veinticinco aniversario y las actividades que ha realizado para celebrarlo también es bueno. «He vuelto a algunos de los escenarios de mi juventud, como la Fundación Botín, a la que debo tanto, o el Palacio de Festivales. También he participado en un homenaje que se brindó al Coro Lírico del Palacio...», recuerda a bote pronto.

«Me he acordado mucho de mis inicios, de cuando empecé a cantar a los diez años en la Escolanía del Colegio San José y cuando la directora nos llevaba a ver zarzuela a La Porticada. También tengo bien presente a los Amigos de la Ópera y del difunto Julio Jaurena... Han pasado muy rápidos estos veinticinco años y como balance también te puedo decir que elegí una carrera preciosa, aunque en España es muy difícil vivir de la música y nos vemos obligados a diversificar mucho».

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