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El último pack sonoro de Santero y Los Muchachos se llama 'Ventura'. DM .
«Los grupos de hoy que suenan a hoy no nos interesan»

«Los grupos de hoy que suenan a hoy no nos interesan»

Santero y Los Muchachos presentan hoy, viernes, a las 20.30 horas en Santander, su disco 'Ventura'

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Viernes, 23 de marzo 2018

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Abrácese quien pueda tras escuchar su rock reposado, recomiendan Santero y Los Muchachos. El último pack sonoro de su manufactura se llama 'Ventura' (Actúa Records). Un canto a las cosas importantes de la vida con menos decibelios que sus entregas anteriores. Haciendo lo que querían hacer. Homenaje al presente y al pasado que podrá escucharse en directo, hoy viernes (20.30 horas) en Santander (Sala Black Bird). Miguel Ángel Escrivá, voz y origen del proyecto, nos cuenta los entresijos.

-La primera escucha de su disco genera sorpresa. ¿Era su objetivo?

-No. Hemos hecho lo que nos apetecía. Buscábamos un sonido natural, viejuno, influidos por muchos discos que nos gustan de otras épocas.

-Todo el mundo huye de etiquetas, pero ustedes han elegido rock reposado. ¿Cuál ha sido el proceso de elaboración de esta banda?

-Creo que todo esto es producto de haber pasado por muchas fases como músicos. Es el resultado de una evolución. Letras que vienen de muchas vivencias además. Después de derroteros musicales pasados de decibelios buscamos algo más tranquilo pero sin perder carácter. De ahí lo de Reposado.

-Le he leído afirmar que han trabajado sobre distintas demos antes de incluir canciones como 'Estés donde estés'. ¿Cuándo dan una canción por terminada?

-'Esté donde esté' estaba terminada desde la primera versión porque acordes y letra siguen igual, pero fue inevitable hacer una revisión y buscar acercar el clímax adecuado con esta última ya que tiene un toque más fúnebre y la versión de nuestro EP anterior caminaba demasiado arriba para contar cómo supuestamente sería el día que mueres.

-Para quien no esté al tanto, ¿puede explicarnos qué es El Altar de Los Muchachos?

-Los Muchachos son dos jóvenes de alma que venían con nosotros en los primeros pasos aportando coros, palmas y estética. Ellos llevaban tocando juntos desde que con 15 años funcionaban como dúo allá por 1960 y nos encantaba llevarlos y vivir con ellos el contraste del negocio musical de entonces hasta hoy. Lamentablemente uno falleció y como bien dices «el altar « no se puede profanar con una suplencia. Mantenemos el nombre en su honor. El otro es mi padre y con él nos desquitamos tocando por bares de nuestra ciudad con otros proyectos.

-Menciona a su padre. Crecieron rodeados de música y con su él como maestro de excepción. ¿Se plantearon otras opciones con esa trayectoria detrás?

-Como cualquier otro padre, creo que alguna vez quiso que la música fuera una segunda baraja para nosotros. Una que utilizáramos para pasarlo bien pero en la que no confiaba demasiado como trabajo solvente. Todo esto le duró poco y cuando mi hermano y yo contábamos con 15 y 16 primavera ya lo teníamos en el local de ensayo aleccionándonos y poniendo las miras hacia el negocio y a nivel profesional. Inevitable tratándose de un apasionado por la música con padre músico a su vez.

-Los Top-Son, tan cercanos a ustedes, son un ejemplo del legado musical de décadas previas. ¿Son ustedes de los que defienden el peso de los pioneros en las bandas actuales?

-Cierto. Era su banda, una de rock con voces, muy de la época y muy nosotros. Tenemos esa escuela y siempre hemos defendido los coros en cualquier proyecto. Los clásicos lo hacían muy bien y auténtico, y las grabaciones de entonces con esa austeridad y sencillez te los mostraban con claridad. Los grupos de hoy que suenan a hoy no nos interesan. Afortunadamente hay muchos de hoy día que miran atrás y recuperan ciertos sonidos con respeto y admiración como nosotros.

-¿En quiénes creen Santero y sus muchachos?

-La santería como práctica religiosa que venera diferentes dioses nos parece un símil perfecto para una banda que, lejos de creer en religiones, se plantea la suya propia y que basa su fe en el rock and roll. Un estímulo, un modo de vida, con sus guías de todos los tiempos desde Elvis, Los Top-Son, hasta Los Sex Pistols y muchísimos más desde los años 50 hasta finales de los 70.

-El mundo de la música también está a falta de algún milagro para remontar, ¿no cree?

-Las compañías funcionan sin escrúpulos con estilos de música que a nuestro parecer ha reventado para mal las mentes de los jóvenes. Hemos perdido las riendas del negocio musical y cada cual maneja las suyas propias. En esa resignación funcionamos sabiendo que hay gente que no se conforma con la música de elaboración rápida y busca nutrientes en proyectos de menor calado. No por ello considero lo nuestro salvador de nada. Nada más lejos. Cómo te decía al principio hemos hecho lo que nos apetecía y afortunadamente remamos hacia orillas donde hay oídos y almas con ganas de algo así.

-A México siempre hay que volver, afirma. ¿Y a dónde más les gustaría llevar su música porque sería el marco adecuado?

-Con La Pulquería, mi banda anterior, fui hasta en cinco ocasiones. Después de esto merecía una canción como No te despidas de México. Nos escribe gente de Chile, Perú, México, Argentina... Claramente allá donde hablan nuestro idioma puede ser interesante aparecer con lo nuestro.

-«Estar con los mejores, con quien querer estar». Si miran alrededor, ¿quién les ha sorprendido entre sus compañeros de profesión en el último año?

- Mi padre se va a vivir a un piso con dos colegas de mi edad. Dice que nunca es tarde para recuperar el espíritu estudiantil. No te parece sorprendente?

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