Borrar

Siempre la misma canción

«Ese respeto imbuido que se aplica a todos los sectores empresariales, debería mostrarse del mismo modo a quienes hacen de la música un elemento económico activo»

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Miércoles, 21 de febrero 2018, 07:20

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La música tiene un valor intangible. Programar música, sin embargo, tiene un precio. Acostumbrados a las vacas gordas del 'todo gratis', de los shows de usar y tirar, consumibles como comida rápida, resulta costoso (no imposible) reacostumbrar al público a rascarse la cartera. Para lograrlo, productores, salas, tiendas de discos o bares (resistentes a una incomprensible Ley de Espectáculos) se la juegan semana a semana, buscando la jugada perfecta para motivar al respetable y no hipotecarse en el intento. Imposible, en esta situación, no mirar hacia arriba, a los que dictan la norma y preguntarse qué están haciendo para dar contenido al manido verbo 'dinamizar' cuando de acordes y canciones se trata.

No basta con contratar tweets a precio astronómico a cargo de artistas que apenas saben por dónde pisan. No sirve con asomarse a los camerinos como fans ávidos de 'likes' en vez de gestores, para hacerse la foto de turno. No es justo promocionar el conjunto de la ciudad, llenándose la boca con lo que la música representa, dejando después las migajas presupuestarias para sacar adelante cualquier proyecto -salvo que de conciertos santificados se trate-.

Ese respeto imbuido que se aplica a todos los sectores empresariales, debería mostrarse del mismo modo a quienes hacen de la música un elemento económico activo. Cantantes, músicos, técnicos, roadies, mánagers, backliners, conductores, personal de seguridad, camareros...Un ejército de personal que vive de esos momentos de poco más de una hora que para los demás son motivo de esparcimiento.

Cantabria es la comunidad con más festivales por persona. Cada semana la oferta de conciertos es amplia y variada. Motivo de orgullo. Cultura de calle que se merece atención por lo que representa para cada ciudadano. O, si me apuran, por los votos que puede reportar, si es lo que interesa a la hora de regular con más tino y menos demora. Falta hace.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios