Borrar
Josele Santiago presentará canciones de su nuevo disco ‘Transilvania’ ALEX RADEMAKERS
«Huyo de sentar cátedra como de la peste»

«Huyo de sentar cátedra como de la peste»

Josele Santiago, líder de Los Enemigos que ofrecerá esta noche un concierto en la Sala Cantabria, reconoce que «siempre es interesante contemplarse desde fuera»

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Viernes, 16 de marzo 2018

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Durante el paseo por ‘Transilvania’ no cabe esperar un arco iris al final del camino. Los paisajes que dibuja Josele Santiago son incómodos, obligan a mirar hacia dentro ya hacerse preguntas. Una constante en el trabajo en solitario del líder de Los Enemigos. Juega más con el humor, con la interpretación y cambia de registro cuando corresponde. A Santander llega este viernes (Sala Cantabria, 21.00 horas) dentro del ciclo SON Estrella Galicia, con la banda completa; Nico Nieto, Luca Frasi, Coque Santos y Mac Hernández, músicos se conocen bien y que según sus palabras «están en el punto justo de cocción».

- ¿Por qué decidió pasear por ‘Transilvania’?

- Me cuadraba bastante bien al echar un vistazo a todas las letras. Lo que suelo hacer cuando no tengo título. Salían esos paisajes casi apocalípticos. Muy agrestes, evocadores y con una presencia evidente del mal. Me recordaba a los vampiros, las novelas de Bram Stoker. Y también me enteré de que etimológicamente significa más allá de la selva, que encaja con la idea de mi forma de escribir.

- Y esa idea de escribir más allá de la selva, ¿qué implica?

- Intentar escarbar detrás y ponerle nombre a las cosas para domar el misterio. Hay que meterse un poco en el bosque.

- El misterio de este disco da como resultado una lectura un tanto oscura

- No es para tirar cohetes. No es una celebración de la vida, aunque... ¡en cierto modo sí! También es positivo el mero hecho de ponerle nombre a los demonios; hace que pierdan su poder. Escucho mucho que qué pesimista, pero mirar para otro lado tampoco tiene mucho de positivo. Para mí, la incertidumbre es bastante más perniciosa.

- ¿No cree que mirar para otro lado es un ejercicio normalizado?

- Es necesario en el día a día, no puedes estar siempre pensando que todo está fatal y te vas a morir. Cuando recurro a la poesía, al cine, al arte, es un poco para eso; para situarme y ver a qué me estoy enfrentando. Para eso sirve. A mí me tranquiliza, aunque habrá quien prefiera echarse un baile.

- ¿A qué tipo de estímulo recurre más a menudo?

- Me gusta comer de todo. Va por épocas. Me puede dar por la ficción, por el surrealismo... De todas formas, es lo de menos; no me gusta mucho pensar en estilos. Al final son distintos caminos para buscar lo mismo.

- ¿Practica más disciplinas artísticas aparte de la música?

- A mí la literatura y la música son lo que más me llenan, pero me he criado entre pintores y eso me gusta mucho. He visto pintar a mi abuelo y mi padre.

«Los Enemigos tendrán disco pronto; rockear siempre apetece»

«Podemos salir a la calle y solucionar muchos problemas, pero nuestro hogar está muy enfermo»

- ¿Usted pinta?

- Pintaba. Llevo mucho tiempo sin hacerlo y mucho tiempo para retomarlo.

- Según sus palabras, «Cuando tienes posibilidad de decir algo, lo intentas» ¿Ha conseguido trasladar su mensaje?

- No sé si pensaba algo antes de escribir. Esto tiene mucho que ver con lo sueños. Cuando empiezas no tienes muy claro lo que estás escribiendo, es más bien el sueño el que te está escribiendo. Tampoco es que yo vaya buscando problemas para escribir sobre ellos. En el fondo es un mensaje muy ecologista.

- ¿Ecologista?

- Me planto en el fin del mundo porque lo veo muy cerca. Cualquiera que se preocupe por la ciencia compartirá esta inquietud. Podemos salir a la calle y solucionar muchos problemas, pero nuestro hogar está muy enfermo. Llevo casi 20 años paseando por el mismo bosque y es pavoroso ver cómo ha empeorado su salud. O encontrar un animal salvaje; es casi imposible.

- Para este trabajo se metió en el estudio con Raúl Refree tras la clásica frase de «a ver si hacemos algo juntos»

- Al final lo hicimos porque nos hemos ido encontrando y nos entendimos muy bien a la primera. Acabé viviendo en Barcelona y había llegado el momento. Yo había seguido su carrera y me parecía muy interesante.  Buscaba a alguien que no pensara en estilos. Él cuenta con una paleta de colores acojonantemente variada. Afrontó el trabajo sin prejuicios.

- Tras varios cambios en la producción (Pablo Novoa, Nacho Mastretta), ¿Cree que ha encontrado una opción definitiva?

- Tampoco creo que haya que dar por sentado nada. Uno no busca una -forma de trabajar para siempre. Cada disco debe afrontarse de una manera. Más que nada por uno mismo,  por el componente de ilusión que pueda hacerte a ti. Si no…¡vamos listos!. A partir de algunas edades hay que buscarlo y una manera es esta.

- Es inevitable preguntarle por Los Enemigos a pesar de sus cinco discos en solitario

- Nos juntamos en 2012 y grabamos en 2014, porque ya era una etapa, más allá de una reunión nostálgica. Contra todo pronóstico, en realidad,  porque no era la idea inicial. Pero queríamos dejar constancia. Y ahí estamos. Posiblemente grabemos de aquí al verano porque nos sigue apeteciendo. Rockear siempre apetece.

- ¿Fue muy distinto salir al escenario respaldado por una banda de hacerlo en solitario?

- Completamente. La manera de afrontarlo con la guitarra y la voz, el concepto es totalmente distinto. Tienes que darte un poco la vuelta y cambiar el chip, aunque no me gusta nada la expresión. Me ha pasado alguna vez que tengo bolos míos, con Los Enemigos y en acústico, en lo que estoy cada vez más a gusto, y claro, tienes que hacer un ejercicio sobre todo de actitud a la hora de enfrentarte al instrumento.

- ¿También cambia la interpretación?

- La voz cambia muchísimo. Como vocalista es una manera más libre. El rock se basa mucho en la contundencia y lo otro da más juego. Depende mucho del auditorio, además. Estamos acostumbrados a cambiar de un día a otro, de club pequeño a festival.

- ¿Sintió medio en aquellos primeros shows solo ante el peligro?

- Los primeros después de la disolución sí que imponían. A estar solo en el peligro se va aprendiendo sobre la marcha. Es muy estimulante a la hora de aprender

- ¿Se sigue aprendiendo con cinco discos con su nombre a las espaldas?

- Naturalmente. Sobre todo los que nos tenemos estudios (ríe).

- Canta en ‘Cómo reír’: «No es el chiste no, es como lo cuenta» ¿Con el rock pasa lo mismo?

- Con el rock y con todo, pero de todos modos...huyo de sentar cátedra como de la peste. Esta canción es un chiste. Un cursillo acelerado de cómo reirle las gracias al jefe. Me parece una idea interesante sacada de ‘La noche del watusi’, el libro de Francisco Casavella.

- ¿Valora el humor como parte de la creatividad?

- Me interesa el humor, la parodia, el esperpento, el surrealismo... Son formas de ganar objetividad. Siempre es interesante contemplarse a uno desde fuera

- ¿Nos vendría bien reírnos de nosotros mismos más a menudo?

- Sin duda alguna. Admiro muchísimo a los humoristas. Me parece heroíco lo que hacen.

- Si mira hacia atrás, ¿se le quedaron otras inquietudes en el camino?

- Es que esto de mirar para atrás tiene un peligro... Supongo que sí porque era un chaval muy inquieto, pero siempre me tiró muchísimo escribir canciones y hasta hoy. He hecho más cosas; he sido transportista, he pinchando discos, he puesto copas, paseado perros...He hecho muchas cosas, pero siempre pensando en llegar a casa y coger la guitarra. Es una constante desde que cogí una guitarra y empecé a tocar canciones de los Beatles. Siempre me ha parecido fascinante.

-¿Fueron los Beatles el detonante?

-Aún recuerdo ‘Qué noche la de aquel día’ en plan regresión total. Me quedé loco. Lo pedí para Reyes y me trajeron un cuaderno con acordes de sus canciones simplificados. Tendría siete años.

- ¿Se siente satisfecho de haberse dedicado a una pasión tan temprana?

- Sí. Muchas veces piensas que podrías tener un plan b, pero he hecho lo que me ha gustado y cuando no he podido he hecho otras cosas, pero siempre con vistas a escribir canciones. Todavía me queda mucha guerra que dar.

- En este recorrido, ¿ha pesado la opinión de eso que llamamos crítica?

- Cualquiera que diga que no está mintiendo. Claro que lo lees. Están escribiendo sobre ti,  pero llega un momento en que te da igual. Que hablen de uno aunque sea bien. Siempre me han tratado muy bien.

- Y si mira hacia delante, ¿que ve?

- Se ve uno ya mayor pero con ganas. Me sigue gustando mi oficio. Salir a la carretera, parar en una gasolinera, hacer la prueba de sonido... Es muy agradable aunque te duela la espalda.

- ¿Le dan miedo los vampiros?

- Sí, claro. Cada vez que voy al banco, entro temblando.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios