"El adiós es triste; me hubiera gustado retirarme en el GBC"

Doblas ha sido un icono del club, el jugador junto con Andy Panko más conocido del GBC desde su fundación en 2001. «No me puedo olvidar de esta ciudad. Voy por la calle y todo el mundo me conoce y todos me dan ánimos, y me hubiera gustado retirarme en el Gipuzkoa Basket». Doblas pasó a agradecer a toda la gente con la que ha compartido vestuario y vivencias en esta década. Comenzó por los jugadores y citó a «Jon Santamaría, Andy Panko, Carlos Andrade, Sergi Vidal, Manos Papamakarios, Raúl Neto, Mikel Motos y Julen Olaizola». Un caso especial, dijo, es el de Ricardo Úriz que «para mí es más que un compañero. Es un hermano».

También se refirió a los cuatro entrenadores que ha tenido en esta época y valoró detalles de cada uno. «Porfi me hizo crecer, Pablo Laso me hizo titular en la ACB, Sito Alonso me dio madurez y Jaume, en un momento complicado, demostró cómo se debe llevar un equipo».

También puso un énfasis en el calor dado por la afición y en mitad de su disertación recibió una placa conmemorativa de la peña Omnes Uni. Doblas se mostró apenado por la salida del club de varios compañeros, en especial de los dos entrenadores ayudantes, Lolo Encinas y Jon Txakartegi, de los que dijo «tienen una calidad profesional y humana inigualable» y sobre todo se acordó del expreparador físico del GBC, Eugenio Rodríguez «un amigo. Gracias a él soy lo que soy a día de hoy. Sin duda es el mejor preparador físico de la ACB» declaró Doblas.

«Hasta el final»

Llegó el momento en el que el jugador tuvo que contestar a la versión ofrecida por el club. Fue como un bloqueo central del propio jugador en un partido. Continuó siendo escrupulosamente educado en sus contestaciones, pero al mismo tiempo no tuvo reparos en mostrarse contundente y muy seguro. El propio Doblas lo calificó como «el tema espinoso» de su despedida. El excapitán dio datos distintos a los que expuso la presidenta del club el pasado miércoles sobre el contrato del cántabro y el dinero que se le adeuda. Eso sí, en más de una ocasión Doblas reconoció que «no quiero hacer daño al club y no me gustaría que se le apedreara. Sigo teniendo buena relación con ellos y mi trato es cordial».

El pedreñero no valoró la cifra que la presidenta 125.000 euros confesó que se le adeudaba y se limitó a zanjar el asunto manifestando que «decir las cifras es muy peligroso». Pero dejó claro que llegará «hasta el final» en su contencioso con el club y expuso que «la última vez que nos reunimos fue a mediados de julio» y que «envié un correo al club diciendo que iba a entrenar y no lo han contestado».

El eterno dorsal número 13 volvió a explicar que en su contrato había una cláusula en la que, si tenía una cantidad adeudada, éste se prorrogaba automáticamente. Y por ello considera que pertenecía al club. Doblas interpondrá este próximo lunes una demanda en la que a la cantidad adeudada se le suma el despido improcedente.

Sobre sus mejores momentos, el 13 del GBC se queda «con los dos ascensos y el año con Sito en el que hicimos Copa del Rey, quinto puesto y play off». Respecto a ser el único jugador que ha disputado todos los choques del GBC en ACB, el de Pedreña declaró que «es bonito, aunque no deja de ser una cifra». Doblas está sin equipo y confía en que pueda firmar por algún conjunto de la ACB, o bien hacer las maletas y jugar en el extranjero, como por ejemplo en Argentina.