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Carlos Suárez, con la Eurocup en su mano, celebra el título con sus compañeros.
El Unicaja asalta la Fonteta y da el golpe en la Eurocup
BALONCESTO

El Unicaja asalta la Fonteta y da el golpe en la Eurocup

Un parcial de 0-18 en el último cuarto arruina al Valencia y da el segundo título continental al equipo malagueño, que jugará la Euroliga

AMADOR GÓMEz

Miércoles, 5 de abril 2017, 00:18

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En una final española marcada por un increíble último cuarto, con un parcial de 0-18 que arruinó una ventaja de 13 puntos que llevaba el Valencia Basket (56-43) al inicio de ese período, el Unicaja asaltó la Fonteta y dio el golpe en la Eurocup. El equipo malagueño rompió los pronósticos frente a un Valencia que es el rey de la Eurocup y aspiraba a una cuarta corona, que llevaba 22 victorias consecutivas ante su público y que, con su máxima diferencia del partido, tenía todo a favor tras la expulsión de Alen Omic. Sin embargo, con la falta descalificante al pívot esloveno por saltar del banquillo a sujetar a Rafa Martínez, el Valencia se hundió y el Unicaja no dejó de crecer y creer, relanzado por el carácter y la fe de un trío de jugadores nacionales (Carlos Suárez, el MVP Alberto Díaz y Dani Díez) que, con la compañía de dos americanos de mucho talento (Jamar Smith y Jeff Brooks), sepultaron al que era gran favorito para ganar la Eurocup.

El Unicaja, que sólo había conquistado un título continental, la Copa Korac, hace ya 16 años, silenció la caldera taronja para volver a saborear la gloria continental y ganarse el derecho a disputar la Euroliga la próxima temporada. Ese premio para el equipo de Joan Plaza tan peleado y merecido sólo podría romperse si el octavo clasificado de la Euroliga, el Darussafaka o el Estrella Roja, que se jugarán la última plaza en la gran competición, ganan el máximo torneo. Es decir, un imposible. Como imposible parecía que el Valencia perdiese una Eurocup que tenía en sus manos a falta de diez minutos, cuando el Unicaja, que ha tenido que superar todas sus eliminatorias fuera de casa, se quedó sin hombres altos por la expulsión de Omic. Entonces, el Unicaja, también sin el lesionado Musli, que no pudo jugar el decisivo último partido, se rebeló y comenzó una espectacular reacción ante un Valencia atenazado al que le pudo la presión.

Fue una victoria épica del Unicaja que echó por tierra todo el trabajo del Valencia y de Pedro Martínez durante más de media hora. Y nada le sirvió al Valencia su profundidad de banquillo, porque Dejan Dubljevic resultó insuficiente y todo el equipo taronja se hundió ante el potencial físico y esfuerzo colectivo de los bajitos del Unicaja. Al Valencia se le hizo de noche en ese último período letal, pese a que su técnico tenía un as guardado en la manga al principio del choque que se revolvió al final. Llegó con vida el Unicaja a ese último parcial, que era lo que deseaba, y así pudo hacer realidad su sueño y sobreponerse al gran inicio de partido de Dubljevic.

Pedro Martínez reservó al montenegrino durante los primeros cinco minutos y medio y cuando le hizo saltar a la pista, cuando el Valencia perdía por 6-14, consiguió que la gran estrella de los taronja destrozase al Unicaja hasta el descanso. Sin un solo fallo, el pívot balcánico, pletórico por fuera y por dentro, le endosó enotnces 10 puntos al conjunto malagueño, para relanzar a los locales. Con un parcial de 11-2, gracias también a la aportación de dos triples consecutivos de Joan Sastre, el Valencia, con ritmo y mucho acierto, se recuperó de sus dudas del comienzo. Estuvo un par de veces ocho abajo el Valencia, pero sólo estaba esperando a Dubljevic y a recuperar su fluidez.

También resultó clave, excepto cuando el duelo se trabó y se adormeció en el segundo cuarto -lo que aprovechó el Unicaja, para, a base de defensa y de ir al tiro libre, acercarse en el marcador hasta el descanso (33-30)-, el lanzamiento exterior. Cuando el Valencia alcanzó una primera máxima ventaja de 10 (31-21), los de Pedro Martínez habían acertado 6 de 10 en triples, y los de Joan Plaza sólo 2 de 11. Esa fue una de las grandes bazas del Valencia y un lastre continuo para los malagueños, hasta que el Unicaja le dio la vuelta. Acabó el campeón con 8 de 25 triples y el Valencia, pese a superar a su rival en el rebote, con 9 de 36. Enloquecido desde el exterior y desacertado el Valencia, y potenciado el Unicaja, que nunca se rindió, por los bombardeos de Dani Díez y Jamar Smith.

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