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Ricky Rubio, en una entrada a canasta. AFP
Javier Imbroda: «Palyza»
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Javier Imbroda: «Palyza»

JAVIER IMBRODA

Sábado, 2 de septiembre 2017, 21:12

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Tranquilos. Sé que se escribe con ‘i’ latina, antes de que me manden a la hoguera tuitera. Pero la paradoja consiste en que Palyza es jugador de Chequia, y él simbolizaba lo que estaba ocurriendo en la cancha. Se vieron arrollados por una selección española que está impresionando por su juego en estos primeros partidos.

Chequia dio alguna pista inicial de cómo jugar con cierta aspiración de éxito frente a nuestra defensa: movilidad, mucha circulación de balón y sacar a los Gasol fuera de la zona. Esto duró los siete primeros puntos de su jugador Kriz. Ahí terminó todo. Un inconmensurable Ricky Rubio se encargó de desvanecer cualquier mínimo de esperanza de los checos: defensa, asistencias, anotación. Los mejores minutos que le he visto con la selección.

Los Gasol, como decía ayer, son de otra dimensión: puntos, rebotes, intimidación, asistencias, incluida una de Marc que será una de las jugadas del campeonato. Una visión del juego interminable.

Hay que celebrar dos cuestiones. La principal es la aportación de un banquillo inexperto. Oriola, Sastre, Juancho, Vives, más el crecimiento de Willy Hernangómez, con Sergio Rodriguez de director de ceremonia, hacen que suba el nivel defensivo e incluso mejore por momentos al quinteto inicial. Una gran noticia.

La segunda cuestión a celebrar es el poder disfrutar del juego en poste bajo. Es una faceta denostada en los últimos tiempos por la tendencia de los hombres altos a salirse de la zona y jugar bloqueo directo para continuar o tirar desde fuera. El bloqueo directo abusivo se ha convertido en enemigo del juego de poste bajo. Sin embargo, el gran Pau, Marc y Willy nos recuerdan y enseñan cómo jugar de espaldas al aro. Un juego transformado en arte.

Por último, un entrenador suele afrontar la competición con sus dudas y temores. Tras este comienzo arrollador, Sergio Scariolo sustituirá esas dudas por la dosificación de fuerzas sin perder la magia mostrada. Todo un desafío.

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