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Zidane forja un Madrid de leyenda

Zidane forja un Madrid de leyenda

El francés, con números que mejoran a Guardiola, Mourinho o Ferguson, saca lo mejor de un grupo joven y unido para marcar una nueva era en Europa

Rodrigo Errasti Mendiguren

Lunes, 5 de junio 2017, 01:49

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Zinedine Zidane, el héroe de la novena, forja ahora como técnico la leyenda de este Real Madrid, que ya domina también el palmarés de la Copa de Europa en color. Seis títulos en 19 años y tres en las últimas cuatro campañas, para igualar así los recordados seis en blanco y negro. Ya aventaja al segundo en cinco orejonas. Zizou, en sólo 20 partidos de Champions League en 17 meses, se ha colocado a la misma altura que Pep Guardiola, José Mourinho o Alex Ferguson. Toma decisiones complicadas pese a su imagen de no intervencionista. Prescindió de James e hizo fijo a Casemiro, algo que no se atrevió a hacer Rafa Benítez, y en torno al brasileño, goleador en Cardiff y que ha ganado como madridista todas las Champions que ha disputado, forjó un centro del campo magnífico.

En Cardiff mantuvo a Isco, sentó a Bale y dejó sin vestir a millonarios fichajes como James o Pepe frente a jóvenes como Asensio o Nacho, en virtud de la meritocracia. «La suplencia no me afecta, ha sido un año complicado y entendí las circunstancias. Me preparo siempre y estoy feliz. Vamos a celebrarlo», explicó Bale con una sonrisa. Le dolió al técnico no contar con Lucas Vázquez, que explicó en suelo galés que su entrenador le pidió perdón por no incluirlo entre los 18 elegidos. «Zidane me ha dicho que lo sentía mucho por dejarme descartado, que era una decisión difícil, pero que tenía que tomarla. Yo no le he dicho nada. Me he dedicado a apoyar al equipo», apuntó Lucas Vázquez.

«La charla en el descanso de Zidane nos vino bien. Cree mucho en nosotros», explicó Cristiano Ronaldo, optimizado gracias a la política de descansos, que el luso aceptó tras escuchar las vivencias del francés durante su etapa como jugador. «Les dije que tenían que seguir con lo que estaban haciendo, pero con más amplitud y presión, que jugaran más en campo de ellos. Que tocaran el balón rápido porque lo sabemos hacer muy bien», desveló Zidane.

Luka Modric, el faro del juego blanco, explicó cómo recibieron los jugadores la charla del técnico. «Nos ha dicho que estábamos bien, pero que podíamos mejorar en el aspecto de la agresividad, presionar más arriba, para evitar que tocaran fácil en la salida de balón, porque eso era clave. Hemos salido enchufados y hemos hecho un segundo tiempo impresionante con tres goles. Gracias a esa simple pero exitosa charla, por fin no hemos tenido que ir a la prórroga», bromeaba el croata. «Somos conscientes de lo que significa en la historia. Es impresionante», destacó Modric.

Zidane, en palabras de Marcelo, «llegó sin hacer ruido, en un momento complicado en el que el Madrid debía ganar prácticamente todo». Y lo ha conseguido. Florentino Pérez, al que siempre acusan de no estar cómodo con técnicos de mano blanda, reconoce: «Zidane es una persona a la que todos los madridistas tenemos mucho que agradecerle. Nos elevó el nivel de talento en 2001 y nos ha dado una exhibición como entrenador».

El técnico del Real Madrid recuerda que «hay mucho trabajo detrás» del éxito, aunque «no se podía ni soñar lo que se ha conseguido». Lo dice con la misma sonrisa que ya tenía de jugador, en los tiempos que deseaba en una entrevista a Marca, tras su mágico gol de Glasgow, «la décima, la undécima y la duodécima». Estuvo presente en las tres, primero como ayudante de un Carlo Ancelotti al que admira y después como técnico principal. Dos orejonas consecutivas, la segunda para obrar un doblete 59 años después. «Soy parte de este equipo. Ellos se sienten importantes y se llevan de puta madre. Es tremenda la conexión que tienen entre todos. Me gustaría subir a la mesa para bailar, pero estoy feliz y agradecido. Este club está en mi corazón. Hay que disfrutar», comentó tras saber que Florentino había dicho que «se puede quedar en el Madrid toda la vida».

No le presionan las palabras de su presidente, el mismo que le fichó en una servilleta en 2001, y está feliz por haberse ganado el respeto de sus jugadores: «El éxito es que todos se han sentido importantes. Yo no voy a decir que soy muy bueno porque ni antes era un escándalo de entrenador ni ahora soy el mejor». Quizá no comparte la misma opinión Raphael Varane, al que Zizou convenció en plenos exámenes de selectividad para fichar por el Real Madrid, y que se ha convertido en el defensa más joven en lograr tres Champions: «No sé dónde está el techo de este gran grupo que se ha formado». No le falta razón, porque la plantilla tiene una edad media de 26,5 años y vienen varios pegando fuerte: «Tenemos un plantillón muy joven. Somos un equipo, todos aportamos y ya nos tocará perder. Ahora debemos disfrutar»,

Benzema, siempre agradecido por la confianza de su mentor, cree que gracias a Zidane «el Real Madrid está marcando una época». «Somos el mejor equipo del mundo», proclama. Sergio Ramos, que fue su compañero en el césped, pide a la afición «que sea consciente de lo que hemos conseguido». «Ganar tres Champions en cuatro años es de locos», asegura Ramos, que destaca que el técnico, junto a los capitanes, «ha sabido hacer un grandísimo equipo, con buen fondo en el vestuario». La figura tranquila de Zidane ha conseguido que los egos queden aplacados. «¡Cómo voy a estar decepcionado si acabo de ganar la Champions! Sería un egoísta por todos los lados. Ganamos y perdemos todos», reconocía Morata, luciendo una gorra con el 12. «Si sé que todos los años van a acabar así, lo firmo todas las temporadas que me queden como profesional. No hay un sitio mejor para jugar al fútbol que el Madrid. Es el club más grande de la historia», explicaba Isco, que ha terminado de asentarse en el once tras convencer a Zidane.

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