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Azpilicueta y Filipe Luis pugnan por un balón con el colegiado como testigo.

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Azpilicueta y Filipe Luis pugnan por un balón con el colegiado como testigo. REUTERS
Jornada 6

La fe del Atlético no fue suficiente

Sólo logró empatar en Londres gracias a un sensacional Oblak y disputará la Europa League, en la que forjó la gloria del último lustro

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Martes, 5 de diciembre 2017

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Azerbaiyán formó parte durante una temporada de la familia atlética, la publicidad del país quedó vinculada a su camiseta y a ‘la tierra de fuego’. Ahora los rojiblancos, tras rozar con los dedos la Champions League en 2014 y 2016, necesitan una ayuda de Qarabag, el cuadro azerbayaiano al que no fue capaz de vencer en ninguno de sus duelos directos en esta fase de la Liga de Campeones. para poder soñar con la ‘orejona’ de 2018.

Deben los de Simeone volver a vencer en Stamford Bridge, como ya hicieron en su inolvidable 2014, pero necesitan, del mismo modo, que la Roma no sea capaz de ganar su partido ante el conjunto de Azerbaiyán. «El fútbol es capaz de todo y somos ejemplo de que creemos en todo. Hay que esperar un milagro», dijo Filipe Luis, que en el 1-3 de hace tres campañas previo a su fichaje de ida y vuelta por el equipo inglés.

«El fútbol es capaz de todo y somos ejemplo de que creemos en todo. Hay que esperar un milagro»

FILIPE LUIS

Las casas de apuestas considera que el Atlético no es favorito, pese a sus cuatro victorias consecutivas y trece encuentros invicto, ya que su victoria en campo del Chelsea - que necesita vencer para asegurarse la primera plaza de grupo- se paga a 3.60, mientras que el triunfo local se paga a 2.05.

Conexión española en los 'blue'

El cuadro de Simeone, que hasta ahora siempre alcanzó los octavos con el Atlético en Champions, sueña con no caer a la Europa League aferrado a una carambola. Recuperada la confianza en su propio juego, se aferra a su mejoría defensiva (un gol en contra por 12 a favor en cuatro partidos), a que sólo ha perdido uno de sus 27 partidos como visitante entre todas las competiciones en 2017 (en las semifinales de Champions en el Santiago Bernabéu) y a la recuperación de sus delanteros, alguno como Gameiro y Torres que parecían gafados de cara a gol.

Griezmann ha anotado cuatro goles en tres partidos y asistido en otros dos tantos

El caso más llamativo es Griezmann, que ha anotado cuatro goles en tres partidos y asistido en otros dos tantos. Sólo tiene la baja de Juanfran, al que suplirá un multiusos rey del juego aéreo: Giménez. El uruguayo se medirá a Morata, que ha formado una conexión con Azpilicueta (5 goles de sus 9 goles llegaron en pases del navarro) y también estará pendiente de belga Hazard, que estarán en punta por delante de un centro del campo potente: Kanté, Drinkwater y Cesc.

A partir de ahí, de conseguir el triunfo ante un Chelsea clasificado y en buen momento de forma (invictos en sus últimos seis partidos -5 victorias y 1 empate- y no pierden en casa desde el 30 de septiembre contra el City), le queda tener fe en el Qarabag y en un posible fallo de la Roma ante una situación de tanta presión. «Es un momento fundamental por nuestra dimensión europea. En el pasado hemos ganado al Real Madrid o al Lyon en octavos, pero no me acuerdo de haber logrado pasar de ronda en un grupo como este», dijo el capitán de la Roma, Daniele De Rossi.

El Chelsea clasificado está ya clasificado y vive en buen momento de forma: invictos en sus últimos seis partidos -5 victorias y 1 empate- y no pierden en casa desde el 30 de septiembre contra el City

Por su parte, Dani Quintana, futbolista español del Qarabag, reconoció que están «convencidos de poder sacar algo positivo en Roma. No es fácil, pero no es una utopía. No me importa no hacerle un favor al Atleti. Luego en la final se nos da muy bien ganarles», bromeó este futbolista con vena madridista sobre la posibilidad de hacer «un favor» al Atlético en el Olímpico. Di Francesco avisa a los suyos poniendo de ejemplo el duelo de los azeríes en el Wanda Metropolitano, que terminó 1-1: «Nos enfrentamos a un equipo que lo hizo bien fuera de casa, En Madrid iba ganando a pesar de estar con diez hombres. Hay que tener respeto, aunque si jugamos al máximo podremos ganar». Torres regresará a Stamford Bridge, donde marcó como azul en el recordado duelo de 2014, a un Courtois que ahora defiende la meta local.

Tres minutos antes de las 22 horas, casi de modo simultáneo, Filipe Luis estrelló una pelota en el palo con un disparo lejano y el rebote posterior fue cabeceado por Koke, que tampoco pudo superar a su amigo Courtois, ahora dueño de la portería de Stamford Bridge. Era la primera gran opción del Atlético, tras una primera mitad achicando balones frente un gran Chelsea. Apenas unos segundos después, a 1872 kilómetros de distancia marcó el argentino Perotti en el Olímpico para la Roma ante el Qarabag para diluir el sueño del milagro.

La noticia era un jarro de agua fría para los atléticos, aunque apenas dos minutos más tarde acertaron a la salida de un córner ‘obrado’ por tres hombres de casa. Koke lo botó, Torres lo prolongó y Saúl, que aún se fustiga sin mucha razón por no ser capaz de marcar en la jornada inicial en Italia, lo remachó en el área pequeña. Octavo gol del ‘8’ rojiblanco en Champions, todos para romper un 0-0 en el marcador.

CHELSEA

Courtois; Azpilicueta, Christensen, Cahill, Zappacosta (Willian, min. 72), Fabregas, Kante, Bakayoko (Pedro, min. 64), Moses, Hazard y Morata (Batsuayi, min. 81)

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ATLÉTICO

Oblak, Giménez (Vietto, min. 79), Savic, Lucas, Filipe, Saúl, Thomas, Gabi (Correa, min. 79), Koke, Griezmann y Torres (Carrasco, min. 57).

  • goles 0-1: min. 56, Saúl. 1-1: min. 74, Savic en propia puerta.

  • árbitro Danny Makkelie (Holanda). Amonestó a Lucas, Zappacosta

  • incidencias Stamford Bridge. Lleno. 41.831 espectadores. Última jornada de la fase de grupos de la Champions 17-18. El Chelsea se clasificó como segundo de grupo y el Atlético disputará la Europa League

Quedaba más de media hora para que el Qarabag, que había tenido buenas ocasiones para adelantarse en el marcador durante la primera mitad, fuese capaz de conseguir un gol milagroso, que introdujese en los octavos a un Atlético que alcanzó el descanso con malas sensaciones. Eso sí, estaba a sólo un gol de conseguir la carambola necesaria para la clasificación. El Chelsea era siendo muy superior pero Oblak estaba prolongando el sueño con sus manos salvadoras, sabiendo que el Qarabag estaba cumpliendo con su parte en Roma.

La alta probabilidad de éxito era realmente inesperada viendo lo que sucedía en el césped en Londres y más increíble si uno echaba la vista atrás para recordar en qué situación estaba el equipo capitalino tras su doble enfrentamiento con el conjunto azerí, el mismo en el que depositó su fe para evitar la caída a la Europa League.

El Atleti estaba muy incómodo tratando de llevar la iniciativa y acumuló pérdidas de balón ante un Chelsea que, de salida, dejó la iniciativa a su necesitado oponente. Morata, convertido en un delantero amenazante desde su llegada a Inglaterra, buscó el gol con ahínco y lo rozó en un disparo a la media vuelta pero sobre todo en una incursión por banda de Moses aunque Oblak se mostró seguro como acostumbra. Por algo es uno de los mejores metas del mundo. El esloveno sacó una mano extraordinaria en un derechazo de Zappacosta junto al palo. Achuchaba el cuadro azul, pero no acertaba ante un Atlético al que le faltaba imaginación: no entraba por banda y apenas veía opciones en balones aéreos, único argumento viendo que Kante que recuperaba toda bola que caía por el medio.

En la segunda parte, pese a su gol, la figura de Oblak volvió a agigantarse con varias paradas de gran mérito en sendos cabezazos y Hazard disfrutó con los contragolpes. El gol parecía inminente, pero de modo casi increíble para la grada local no se producía. Incluso en las pocas ocasiones que el meta parecía batido, les falló el acierto a los azules o allí estaba Giménez, que puede presumir en su carrera de un hat-trick muy particular: goles evitados con la cabeza a ras de suelo.

Al final llegó el 1-1, gracias a la insistencia de un Hazard que firmó un encuentro soberbio, imparable para los rojiblancos que osaron detenerle. Su enésimo intento lo desvió a la red Savic. El último cuarto de hora se convirtió en un correcalles, con un Chelsea buscando el triunfo - que mereció por ocasiones y fútbol- y el Atlético soñando con que un tanto suyo en un contragolpe llegase en el mismo instante vez que el favor del Qarabag, el club que pasa a formar parte de los demonios atléticos.

Aquel partido en Azerbayán, la famosa ‘tierra de fuego’ que anunció el club hace dos campañas, chamuscó las opciones del equipo de Simeone en la Champions, que deberá esperar al menos hasta la edición de 2019, esa en la que la final se jugará en el Wanda Metropolitano. Podrá disputar la próxima edición si mantiene su mejoría en Liga o si es capaz de levantar en Lyon la Europa League, esa en la que de la mano de Simeone recuperó la gloria europea en los últimos cinco años.

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