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Luis Suárez pugna con Godín.
Messi mantiene en la Liga al peor Barcelona
JORNADA 24

Messi mantiene en la Liga al peor Barcelona

Los azulgrana derrotaron al Atlético con goles del argentino y de Rafinha, mientras que por los rojiblancos marcó Godín

Javier Varela

Domingo, 26 de febrero 2017, 00:14

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«Siento que algo bueno puede venir». La frase del Cholo Simeone tras la eliminación copera del Atlético en el Camp Nou no pudo ser más premonitoria. Desde aquel 1-1 que le dejó sin final, dos victorias en Liga ante Celta (3-2) y Sporting (1-4) y un enorme partido de ida en Leverkusen (2-4) en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones. Y lo que es más importante: la imagen deseada por todos los colchoneros, la intensidad de antaño, la solidaridad imprescindible en la presión, el repliegue conjunto y hasta el acierto goleador de los cracks. Al entrenador argentino solo le faltó anunciar aquel día que «algo malo le puede venir al Barça» para dejar ya sin trabajo a los adivinos de las madrugadas televisivas.

Ciertamente, lo que pasó en aquella vuelta de la semifinal de Copa se ha transmitido en las tres semanas siguientes. Un Atlético soberbio que mereció el pase a la final, por lo menos por su actuación en ese encuentro, ha mantenido una línea ascendente mientras que un Barça dubitativo e irreconocible ha entrado en una espiral de vicios futbolísticos peligrosos: tras un gaseoso 0-6 ante el Alavés, llegó el gran palo europeo en París (4-0) y todo el sufrimiento del mundo para imponerse 2-1 al Leganés.

Este domingo Atlético y Barça se vuelven a ver las caras en lo que es una final liguera. Cuarto con 45 puntos, a siete de la cabeza que pueden ser diez porque el Madrid tiene un partido menos, el conjunto colchonero haría bien en apurar sus opciones al título porque el líder comienza a pinchar, el Barça no da imagen de seguridad y el Sevilla podría pagar el esfuerzo de la Liga de Campeones. Y segundo con 51 puntos, a uno de su eterno rival que pueden ser cuatro, el equipo de Luis Enrique necesita aferrarse a la Liga para no quedarse sin alicientes tan pronto, pues la continuidad en Europa depende una remontada casi imposible ante el PSG y la final de Copa frente al Alavés queda muy lejana. Una derrota en el Calderón sería además una estocada anímica a un equipo que está perdiendo su autoestima.

Luis Enrique recupera a Sergio Busquets, que fue baja ante el Leganés por sanción, pero sigue sin poder contar con los lesionados Mascherano y Aleix Vidal. Sin partido intersemanal por primera vez en 2017, el técnico espera que sus jugadores hayan recuperado la frescura y la chispa perdida. El propio Busquets e Iniesta, vitales en este tipo de partidos, mostraron una falta de ritmo preocupante en París tras sus lesiones. Ahora han tenido más días para reencontrarse con su fútbol.

Messi, Luis Suárez y Neymar saben lo que es marcar en el Vicente Calderón y llegan en aparente buena forma, aunque aislados del funcionamiento colectivo ideal en un equipo. La gran duda, como siempre esta temporada, es saber si el técnico asturiano ha recuperado la confianza en Rakitic, vital en sus dos exitosos primeros cursos en el banquillo azulgrana, o si seguirá apostando por André Gomes o buscando algo distinto con Rafinha o Denis Suárez. Solo uno de ellos acompañaría a Busquets e Iniesta en la media.

Simeone no puede con el Barça

Simeone, que cumple su partido 300 al frente del Atlético y resta importancia al hecho de no haberle ganado al Barça en Liga, sufre las bajas de Juanfran, Tiago y Augusto Fernández, pero recupera a un pilar como Godín. Debe decidir ahora el acompañante del central uruguayo: Savic o su compatriota Giménez. Otra incógnita está en la portería. Oblak ya se ha recuperado de su lesión y debería recuperar la titularidad, pero Moyá, pese a un par de errores puntuales como el que le costó un gol en Leverkusen, atraviesa un buien momento.

El resto no tendría que suponer una sorpresa para Luis Enrique: Yannick Carrasco explotando por la izquierda del ataque las carencias defensivas de Sergi Roberto en el uno contra uno y Saúl desplazado a la derecha para ganar por alto a Alba los balones largos y darles continuidad en busca de la velocidad de Gameiro, que al fin a recuperado la confianza perdida, y Griezmann. Y Gabi y Koke por dentro, atentos en defensa a las diagonales de Messi, con la orden de agarrarle y obstruirle para sumar faltas sin tarjeta con el visto bueno de Mateu Lahoz, bastante permisivo con la reincidencia si no aprecia agresividad.

Si necesita un plus, Simeone tiene en la recámara a Fernando Torres, lanzado en este tramo del curso. A estas alturas, todos los banquillos parecen mejores que el del Barça, sin revulsivos si las cosas se ponen feas.

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