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Paulinho no sirve de cortina de humo
FC Barcelona

Paulinho no sirve de cortina de humo

El Barça anuncia el fichaje del centrocampista brasileño, que cuesta 40 millones y entra con mal pie tras el 1-3 ante el Madrid en la ida de la Supercopa de España: su estilo no gusta al culé, que espera cracks.

p. Ríos

Barcrlona

Martes, 15 de agosto 2017, 00:08

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Desde el viernes se sabe por las informaciones contrastadas que llegaban desde Brasil y China que Paulinho, centrocampista de la selección canarinha y del Guangzhou Evergrande, era nuevo jugador del FC Barcelona. Sin embargo, el club azulgrana no solo no quería anunciarlo con la Supercopa de España en juego, sino que avisó al futbolista que no se presentara hasta el jueves y se quedara unos días haciendo escala en Londres. Por una parte, el motivo era no desviar la atención hacia el mercado cuando se estaba disputando un título. Sirve como excusa, a medias. A nadie se le escapa que la directiva culé estaba intentando cerrar antes un fichaje más atractivo, Phillipe Coutinho o Ousmane Dembélé, o los dos, para que Paulinho fuese un complemento.

Pero las operaciones para contratar a los delanteros de Liverpool y Borussia Dortmund, aunque bien encaminadas, son lentas y al Barça no le ha quedado más remedio que anunciar la llegada de Paulinho de forma oficial. Y, como no podía ser de otra forma en el exigente y elitista entorno culé, y más tras un 1-3 ante el Real Madrid en un Camp Nou repleto de turistas con camisetas del eterno rival, la lluvia de críticas arrecia contra el presidente, Josep Maria Bartomeu, y la dirección deportiva. Paulinho, sin estilo azulgrana, más aguerrido que técnico, caro («40 millones» confirmados por el propio club) y de procedencia de una liga poco competitiva como la china, no entra con buen pie y no sirve de cortina de humo.

«No es que haya que reforzarse por un resultado negativo, hay que renovarse sí o sí porque es lo que toca», comentó Sergio Busquets en caliente tras la ida de la Supercopa de España. Lo dijo sabiendo que llega Paulinho, una evolución extraña de una dirección deportiva que inició el verano poniendo cerco a Verratti. No se parecen en nada. Firmará hasta 2021 y tendrá 120 millones de cláusula de rescisión. Los 40 millones pagados por él se suman a los 30 invertidos en un lateral derecho como Nelson Semedo (Benfica) que fue suplente de Aleix Vidal el domingo pese a que el catalán fue un coladero en defensa ante Marcelo e Isco. Y con los 12 de Deulofeu ya van 82. Con el extremo se quería hacer negocio, con una cláusula de 20 millones para ganar dinero antes del 31 de agosto. Pero sin Neymar resulta que ahora es el compañero en el tridente de Messi y Luis Suárez, sin acabar de soltarse en un vestuario que nunca le ha apreciado del todo pese a que ha madurado hacia un futbolista más solidario e implicado. Su futuro, si aterrizan Coutinho y Dembélé, sigue sin estar claro.

La afirmación de Busquets fue una conclusión a la que llegaron todos los barcelonistas cuando acabó el primer Clásico oficial de la temporada. No es que el equipo azulgrana hiciera un pésimo partido. En juego y en ocasiones creadas, el equipo azulgrana no fue inferior al Madrid. Pero otra cosa son las sensaciones. Y esas no engañan. El conjunto de Zinedine Zidane es hoy mejor en demasiados aspectos como para pensar que la plantilla actual del Barça le pueda arrebatar algún título.

“Día jodido pero hay que levantarse y seguir. Esto recién empieza”

Leo Messi

La marcha de Neymar ha dejado a algunos compañeros deprimidos, a Messi le ha dejado sin su principal socios para atraer la atención de los defensas y a Piqué le ha provocado un ataque de presidente, su aspiración de futuro confesa, que no le está dejando en buen lugar: contradicciones en la previa en una rueda de prensa del todo inoportuna dedicada a pasar factura a la directiva y a los medios de comunicación y a salvar su imagen por el lamentable ‘Se queda’ junto a Neymar.

Día jodido pero hay que levantarse y seguir. Esto recién empieza.

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El central sí descentró a todo el mundo antes de un partido oficial y acabó desquiciado en los persona, saliendo en la foto de los tres goles, en especial en el primero, desafortunado porque fue en propia puerta, pero utilizado ya por el club para replicarle por sus indirectas del sábado. «El error de Gerard ha sido determinante», comentó Pep Segura, nuevo mánager general deportivo. No pinta bien. “Día jodido pero hay que levantarse y seguir. Esto recién empieza”, recordó Messi.

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