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Morir en la orilla
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Morir en la orilla

El Laredo no pudo remontar el 1-0 de la ida en El Ejido y volverá a jugar el año que viene en Tercera División

José Compostizo

Sábado, 25 de junio 2016, 17:30

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Tras completar todas las etapas de la temporada en un permanente estado de fiesta, al Laredo le tocó llorar en la última parada de todas. Se tropezó el equipo de José Gómez a un milímetro de la meta, ahí donde más duele, cuando ya no hay más oportunidades. A los pejinos, de menos a más ayer en el campo de San Lorenzo, se les escapó de las manos el anhelado ascenso a Segunda División B. La crueldad del fútbol le cayó toda encima. Cuando se hizo con el control del partido, cuando mejor estaba físicamente, cuando más peligro creaba y menos quebraderos de cabeza sufría, el arbitro pitaba el final del encuentro.

El El Ejido 2012 actúo como actuaría cualquier hijo de vecino, el árbitro se lo permitió y el Charles cayó cual pardillo en la trampa. El cuadro almeriense utilizó todas sus armas para intentar que el encuentro se jugase lo menos posible. Primero un simulacro del portero por un choque con Camino. Un minuto. Luego a Segura se le subían las bolas. Dos minutos. Mas tarde fueron los jugadores de El Ejido quienes se encararon con el Laredo, que protestaban la situación. Dos minutos más. Y cuando se reanudaba el juego, cualquier roce era significativo, de un no me toques allí que te toco yo allá, de calambres, de cambios eternos

Al Laredo, a quien le interesaba jugar los máximos minutos posibles, se encaró y se desesperó, y por tanto perdió también en el otro partido. Le faltó reaccionar bien y rearmarse mejor. Sólo tenía que jugar como lo estaba haciendo en la primera mitad y en los compases finales del encuentro, pero se desesperó y se puso nervioso. Y ahí perdió el ascenso. Porque con el 0-0 en el marcador, estaba más cerca de conseguir el gol que sus rivales. A José Gómez no le importó repetir sistema aun jugando en casa y necesitando un gol para ascender. Es decir, cuatro defensas con el cambio obligado en el lateral derecho dado que a última hora Bubu se cayó de las lista.

Con cuatro jugadores en el centro del campo pretendía, con la movilidad de los dos de arriba, Vinatea y Camino, coger en algún renuncio a una zaga, la ejidense, que en el San Lorenzo se mostró inmaculada. Pero el choque arrancó totalmente diferente al de hace ocho días. Ayer fueron los pejinos los que tenían el balón, jugaban con más intensidad, merodeaban el área contraria y su guardameta apenas entraba en juego. El problema para el El Ejido 2012 es que no era local. Eso sí, nunca pasó apuros de verdad. Controlaba el ritmo el Laredo, pero los visitantes, dirigidos por Alberto González sufrían poco en defensa.

Sólo les faltaba tener más presencia en ataque, ver más de cerca el rostro de David. Y con el paso de los minutos se fue entonando. En los compases iniciales del encuentro llegaron las mejores ocasiones para los de José Gómez. Apenas se llevaban dos minutos de encuentro y una jugada por la banda de Vinatea, que llegó hasta línea de fondo el defensa visitante Rubén envió el balón a córner cuando el delantero se disponía a rematar. De nuevo Vinatea pudo desnivelar el marcador e igual la eliminatoria, pero su lanzamiento desde la frontal del área se marchó rozando el poste, tras haber tocado previamente un defensa.

El correspondiente córner ejecutado por Toño lo remató Dani de cabeza, saliendo el balón rozando el larguero. Por su parte el El Ejido, cuando apenas se llevaban diez minutos de encuentro, se encontró con una ocasión. Un despeje de la defensa visitante no acertó a controlarla Toño, cayendo el balón en los pies de Alfonso, que no pudo rematar con seguridad.

Control local

Pasada esa fase inaugural, el Laredo se adueñó de la pelota y buscó los costados para romper la dinámica. La consecuencia fue la de gozar de bastante saques de esquina con lo que los pejinos se aferraban a sus opciones. Si el peligro parecía llegar con peinadas en el primer palo y posteriores balones al segundo, después fue Santi Vélez con un remate en el punto de penalti el que pudo adelantar a los suyos, pero su cabezazo se marchó fuera. El dominio ahora era de los locales, que territorialmente llegaban con más claridad al área visitante.

Los andaluces se adaptaron a la rapidez de San Lorenzo

  • Preparación del césped

  • De exitosa puede considerarse la programación del desplazamiento de El Ejido 2012 a tierras cantabras. Los andaluces iniciaron el viaje el jueves por la noche y se concentraron hasta la hora del partido en el San Lorenzo en tierras vascas. Concretamente en Derio. Su intención, según un jugador del equipo, era conocer más de cerca los terrenos de juego del norte de la península. Para ello entrenaron el pasado viernes en las instalaciones del Athletic, en Lezama. Y desde luego que les salió bien, porque aunque el Laredo apostaba por dar velocidad al terreno de juego con la intención de que el balón corriese más, al final fueron los ejidenses los que mejor se acoplaron al estado del césped.

Camino probaba, de nuevo a García, tras controlar un balón en el vértice del área que remató a portería, pero el meta lo detuvo tras una gran intervención. De hecho, en esta primera mitad el conjunto andaluz sólo creaba peligro en jugadas de estrategia, saques de banda, de esquina y faltas, como la que concluyó la primera mitad. Un lanzamiento de Darío lo atrapó perfectamente David.

Empezaba el segundo periodo con una clarísima ocasión del El Ejido 2012. Javilillo, el futbolista más clarividente en la creación del conjunto visitante, se inventó un pase para que el delantero Darío tuviera el gol en sus botas, pero Pablo, muy atento al corte, evitó que se produjeran males mayores. Era un avisó de los que iba a sufrir el Laredo porque apenas se habían disputado unos segundos tras regresar de los vestuarios.

Pese al susto inicial, el Laredo dispuso de ocasiones para haber ido como mínimo a la prorroga. En la más clara de esta segunda mitad, Manu no acertó a enviar el balón al fondo de la red rival tras un perfecto centro de su compañero Rozas. U otro remate de cabeza de Camino que se marchó rozando el larguero.

En los minutos finales, los de José Gómez echaron el resto, pero a la contra los andaluces querían sentenciar. No lo lograron. Sin duda, un resultado que no es fiel al trabajo realizado por un Laredo que de haber contado con algo más de puntería en la primera mitad podría haber estado pensando en confeccionar una plantilla de Segunda B. Habrá que esperar. Seguro que los rojillos lo intentan la temporada que viene. En Laredo no tienen duda.

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