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Piqué, en un entrenamiento con España.
El «show» de Piqué traspasa fronteras
análisis

El «show» de Piqué traspasa fronteras

El central da un paso más en la guerra Real Madrid-Barça con una rajada inaudita en los bajos del Stade de France que pilló por sorpresa a todos

Rodrigo Errasti Mendiguren

Miércoles, 29 de marzo 2017, 20:02

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El prestigioso triunfo de España en París quedó eclipsado por una polémica inesperada, de esas relacionadas con los clubes que la Federación intentó evitar durante toda la concentración. Se insistía toda la semana en que las preguntas fueran sobre la selección española, pero Gerard Piqué se saltó el guión. Dos plantas más abajo de la sala donde Julen Lopetegui atendía a unos pocos periodistas españoles y muchos franceses, el central del Barça se detuvo vestido de calle -sudadera negra con cremalleras y vaqueros- en la zona mixta, unos metros antes que lo hiciera el pasado junio, hace nueve meses, cuando asumió la superioridad de Italia, cuestionó lo hecho hasta entonces y pidió reinventarse antes de decir que los nuevos no estaban al mismo nivel. En los ocho días que ha durado la concentración, el central azulgrana no se había asomado a los medios y lo hizo en la zona de radios, primera parada en el recorrido de los protagonistas. Tras hablar del partido y bromear con que el sistema VAR había ayudado a España señalando que «se resume en jugar de blanco», le cuestionaron por las declaraciones de Raúl en las que no cerraba la puerta a trabajar algún día para el Barça y si aceptaría un hipotético rol similar en el Real Madrid. Su primera respuesta, aparentemente sincera, fue una bomba. «Yo nunca trabajaría para el Real Madrid. Lo que no me gusta son sus valores. No me gusta ver en el palco del Bernabéu las personalidades que hay y cómo mueven los hilos en este país. La persona que imputó a Messi y Neymar se sienta al lado de Florentino en el palco (en referencia a la abogada del Estado Marta Silva, que formó parte de la directiva del club blanco con el actual presidente). No vamos a pasar una lista como Mourinho. No voy a decir más nombres, pero no descubro nada. Sabemos cómo funciona», proclamó Piqué.

Empezó entonces una especie de interrogatorio-intercambio de pareceres con la prensa que se prolongó durante nueve minutos. «No me gusta lo que transmite el Madrid. Con los jugadores del Real Madrid me llevo fenomenal y juego a las cartas con ellos, pero me preguntas y yo contesto lo que siento». Con cada frase que soltaba Piqué, que miraba a los ojos de los presentes con cara de saber que la había liado, mientras se acercaba otra cámara más de la zona de televisión hasta el punto de terminar rodeado por todos los allí presentes. «¿Habláis del 6-1 al PSG y no de cuando el Madrid ganó la Champions con un gol en fuera de juego? Si nos ponemos a tirar atrás...», se defendió recordando que por sus críticas a los árbitros ya le han multado «dos veces», aunque no le preocupa. «Sólo dije que el árbitro tiene que mejorar su trabajo. Estoy convencido de que el Madrid y el Barça son los más favorecidos. Yo comparo entre ambos, no con el Leganés, que seguro que el Barça es más favorecido. Es algo normal decir que los árbitros tiene que subir el nivel. Y hay muchísima gente de acuerdo, no hay nada malo en decirlo, hablo en general del estamento arbitral, y ya me han multado», dijo antes de considerar «una barbaridad» la sanción a Messi por parte de la FIFA. «Os gusta mucho hablar del Madrid. ¿Quién me ha preguntado por Raúl y el Madrid? Habéis sido vosotros. Para mí, esto es un show, no me molesta nada de lo que digan y espero que no moleste lo que digo. Hay gente que se lo toma muy a pecho. Se trata de pasarlo bien», respondió después de que algún periodista le dijese que su afirmación el palco del Bernabéu era «muy grave».

MBappe, eclipsado

A su espalda circularon muchos otros futbolistas a los que nadie pidió parar, como los 'londinenses' que se fueron todos juntos en avión privado tras hacerse una foto con N'Golo, Kante o los tres de Manchester. Solo Deulofeu, protagonista en el césped, hizo una única declaración colectiva alegando tener «mucha prisa» por el vuelo que debía coger a Barcelona con Piqué, que seguía de 'debate' con la prensa. Pasó junto al central azulgrana incluso el joven MBappe, al que muchos de los presentes esperaban por su irrupción meteórica y mediática, pero en ese momento nadie dudaba que lo de 'Geri', que estaba haciendo esperar al goleador del 0-2 y a sus compañeros del Barcelona para tomar su propio vuelo al aeropuerto del Prat, merecía más la pena. «Hemos hablado de abril, a los del Madrid les he deseado que marquen muchos goles y luego pierdan», apuntó. Se fue Piqué sin rodear la zona de las teles recordando que tenía prisa tras reiterar que no se arrepiente «de nada» y que esperaba que «a nadie le moleste nada de lo que yo digo».

Carreras, nervios y cierto asombro entre la prensa, especialmente la internacional. Aún faltaba por salir Sergio Ramos, capitán del Real Madrid pero también de la selección cuya ropa deportiva y escudo lucía. Apareció, como siempre, el último y fue directo a la zona de las televisiones y estuvo conciliador cuando le explicaron que Piqué había recordado el gol en posición ilegal de Milán. «¿Y ahora qué quieres que te diga? Déjame que piense un poquito más...», pero reaccionó cuando le apuntaron la teoría de los hilos en el palco del Bernabéu: «Se mueven (los hilos) en todos los palcos». Con tono tranquilo afirmó que «lo que pueda decir Piqué no va a influir nada, la historia no la va a cambiar y los títulos tampoco los va a borrar... Por lo tanto hay poco más que añadir». Desveló que «nos hemos reído en el campo porque le queda mejor el blanco y no sabe cómo decirlo», antes de tratar de llevar de nuevo el asunto a la selección. «Teníamos un poco de gato, un mal recuerdo con esa equipación aquí ante Italia pero el equipo ha hecho un gran partido. Disfrutemos ahora de la selección a la que siempre se le exigía tanto y ahí están los resultados. Es buena señal que el equipo recupere esa filosofía de años atrás. Es el camino», recordó sobre la etapa de Lopetegui en la que aún no se ha perdido tras 8 encuentros. «Hace años que recondujimos ese relación y es magnífica, no solo con Gerard sino con todos. En su día dijimos que sería un error por nuestra parte cargarnos el futuro de la selección. El camino del éxito es la unidad y el equipo debe estar por encima de cualquier ego u opinión personal. Lo bonito del fútbol es que te brinda amistades para el día de mañana y eso es lo que hay que intentar conseguir. Que menos que llevarte algún amigo de tus compañeros de equipo y selección», dijo queriendo apagar el incendio.

Molestos y decepcionados en la FEF

La Federación, que aún no era plenamente consciente de la rajada que minutos antes había soltado el '3' de 'La Roja', llevó también a Sergio Ramos la zona de las radios; el mismo lugar donde Piqué pronunció su discurso, justo cuando el seleccionador, que por cortesía también pasa por zona mixta para que radios y televisiones tengan respuestas personalizadas, terminaba de atender a algún periodista francés al que explicaba algunas de las claves del triunfo, que no quiso centrar en el uso del VAR. Ramos intentó de nuevo evadir la polémica, pero ante la insistencia se atrevió a lanzar alguna 'piedra' sin haber escuchado la argumentación de Piqué. «Esto forma del personaje de Piqué y no lo vamos a cambiar con 30 palos que tiene. Lo que diga le va a dar portadas e informativos y vivimos de eso. Puede molestar si lo dice Iniesta, que nunca habla y no tiraría una flecha así. Que se vista más de blanco que le irá bien», terminó antes de lanzar una queja. «No me habéis preguntado nada sobre el partido. Piqué, Piqué y ahora Raúl. Sólo falta Iker y noche redonda, la verdad».

A la carrera dejó el sevillano la zona mixta para montarse en un autobús algo vacío en el que había, principalmente, futbolistas de la Liga española, federativos y el cuerpo técnico. La sensación generalizada antes de despegar, a medida que se iban enterando de lo que habían dicho los representantes más mediáticos de los grandes de la Liga, era que se había oscurecido completamente un triunfo de prestigio, una victoria con la que recuperar la ilusionar de una afición que volverá a hablar de asuntos que poco tendrán que ver con la racha de triunfos. Todo tras una semana en la que en la FEF han recibido críticas por cambiar el plan de viaje a Gijón para primar lo deportivo a lo institucional. «Para eso tenemos una ciudad deportiva, unas instalaciones para entrenar mejor, donde estamos más cómodos, antes que estar en un hotel, movernos, campos que no conocemos... En Madrid es más cómodo, a veces sacamos las cosas de quicio, tiene que prevalecer lo mejor para los jugadores», dijo el catalán, en su speech sobre esa polémica.

En la Ciudad del Fútbol creen que este «show», como lo definió el propio 'Geri', ha reducido a la mínima expresión la exhibición en Saint Denis. Piqué apenas hizo dos menciones a ella y sólo negó una posible marca atrás en su idea de dejar la selección. «Es una decisión tomada, muy meditada desde hacía tiempo. Ahora a disfrutarlo muchísimo, hay un gran grupo y un gran míster, somos uno de los favoritos a ganar el Mundial, estamos en el buen camino». La Roja no escapa a las polémicas. Esta vez no arbitrales, porque en París quedó claro que con el VAR las cosas estarán más claras. Veremos si la tecnología llega a La Liga ayuda a que haya menos piedras...

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