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Klay Thompson, durante uno de los amistosos de Estados Unidos.
El USA Team y sus canastas de oro
Baloncesto

El USA Team y sus canastas de oro

Busca su tercer título seguido, pese a la deserción y lesiones de varias estrellas. España, señalada como la única que podría evitarlo

J.M Cortizas

Viernes, 5 de agosto 2016, 21:47

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Velan armas. Unos, que lucen con honor todos los diseños imaginables que incluyen barras y estrellas, con paseos vigilados por la ciudad y alojados en un epatante barco que conduce a un nuevo estadio el modelo para medir el lujo supremo. Otros, el resto, dándole vidilla a la Villa Olímpica y con la despresurización emocional de saber que el oro tiene dueño. El torneo de baloncesto es uno de los platos fuertes en el calendario olímpico, el más madrugador entre los reclamos televisivos. El lunes arranca en el Arena Carioca 1 y Estados Unidos quiere su tercer título consecutivo. Ha habido una mezcla de deserción y plaga de lesiones que han relativizado la pegada de su roster. Pero da igual. Sin los Curry, LeBron, Harden, Westbrook y compañía, los cimientos se mantienen inamovibles con apellidos no menos nocivos para el rival de turno (Durant, Anthony, Thompson, Irving, George...).

Su corto tramo de preparación ha sido tan demoledor en cuanto a resultados como lo fue su paso por la Copa del Mundo en España. Las apuestas no dejan lugar a dudas. A años-luz en los vaticinios aparecen con timidez los nombres de España, Francia y Serbia. De hecho, los de Sergio Scariolo cuentan con la unanimidad de que si remotamente alguna escuadra podría tumbar al gigante americano es 'La Roja' de la canasta, la que le tuteó en las dos anteriores finales olímpicas. La que liderada por Pau Gasol reúne un plantel de jugadores con label NBA. Sólo Llull, porque no quiso, y Reyes son ajenos a la meca del basket. El resto, están, han estado o debutarán este curso.

Es tal la superioridad del grupo del que se despedirá en Río definitivamente el coach K (Mike Krzyewski) que el único atisbo de duda radica en qué pasaría si sus estrellas sufren un ataque de narcisismo y persiguen el oro por su cuenta. Al fin y al cabo en sus filas está, por ejemplo, el deportista mejor pagado entre los más de 10.000 presentes en los Juegos, Kevin Durant, que se va más allá de los 56 millones de dólares anuales (entre salario y publicidad), un pellizco más que el genial raquetista Djokovic.

Será, de eso tampoco hay duda, una cita para el adiós. Al menos tres camadas ilustres, las que lindan con la generación del 80, firmarán aquí su último servicio olímpico. La española (Gasol, Navarro, Reyes, Calderón...), la francesa (Parker, Pietrus, Gelabale, Diaw...) y 'La Dorada' argentina (Ginóbili, Delfino, Scola, Nocioni). Frente a ellas, la juventud itinerante e inagotable de los Balcanes, con Serbia retornando a la cita con los cinco aros doce años después y bajo el mandato de un genio de este negociado como Shasha Djordjevic. Cuatro alternativas a los dos metales menos brillantes que están en liza. Lituania, por ampliar el abanico, es últimamente sinónimo de eficacia internacional. Y paren de contar. Ni el anfitrión brasileiro va más allá de la mera figuración. El crono se pone en marcha. El lunes (00.00 horas) Croacia-España. Va a ser divertido.

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