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Nadal celebra la victoria con Marc López.
Un podio seguro en el maratón de Nadal
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Un podio seguro en el maratón de Nadal

Vence con Marc López en el dobles masculino y disputarán la final por colgarse el oro

Laura Marta

Jueves, 11 de agosto 2016, 17:01

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Ya está. El tenis español ya tiene la primera medalla en Río 2016. Después de no poder sumar podios en Londres 2012, la cita brasileña sonríe a la delegación española, que celebrará un metal en el dobles masculino. Rafa Nadal y Marc López fueron protagonistas de un día para el recuerdo tras vencer a Nestor y Pospisil. No se sabe todavía el color, pero la euforia ya está garantizada. Nadal y López vengaron a Feliciano López y David Ferrer, que se quedaron a las puertas de la final de Londres 2012, y contribuyeron a garantizar otra alegría para ellos, sus familias y para España. Sergio Casal, Emilio Sánchez Vicario, Álex Corretja y Carlos Costa ya tienen quienes los sucedan en los éxitos olímpicos masculinos.

En la pequeña pista 3, donde desde la grada de apenas tres filas casi se puede tocar a los jugadores, los aficionados se agolpaban en los alrededores y se turnaban para poder ver algo por los agujeros de la malla. Al otro lado, Nadal desfilaba por la pista con paso decidido, apenas dos horas y media después de superar su primer reto del día. Un partido largo y espeso ante Gilles Simon que le había arrebatado dos horas de esfuerzo físico y mental para alcanzar la ronda de cuartos en el cuadro individual. «El siguiente encuentro es el más importante, el de las medallas. Vamos a muerte», había advertido, con la primera victoria de la jornada en el zurrón.

En la segunda no estuvo solo, sino con su amigo y escudero, Marc López. Los dos forman una extraña pareja, una compenetración natural más fruto de la amistad fuera de la pista que de los entrenamientos conjuntos en ella. Opuesta por completo a la dupla rival, formada por Vasek Pospisil y Daniel Nestor, pareja consolidada y con un campeón como Nestor, con ocho Grand Slams y un oro olímpico de Sídney 2000 en su haber. Pero la ilusión con la que llegaban los españoles a este reto pudo más que la veteranía canadiense y que el cansancio acumulado. Aunque no empezó bien. La responsabilidad y el desgaste hicieron mella al inicio. En su primer turno de servicio, el balear ya había sumado una doble falta. Y en el cuarto juego, un 'break' en contra. Los nervios de ver tan cerca una de sus metas olímpicas.

A la segunda

Ni Nadal ni López querían desperdiciar esta oportunidad, subir al podio como amigos. La idea les gustó y les envalentonó ante los cañoneros canadienses. Se movieron más rápido que sus rivales y remontaron la desventaja perdida para arrollar en un 'tie break' en el que solo se dejaron un punto. Cincuenta y cuatro minutos de pelea que continuó en una segunda manga igual de intensa. Pospisil y Nestor se convirtieron en una muralla que los españoles trataron de derribar con paciencia, rapidez de movimientos en la red y seguridad al fondo.

Tanta prisa tenía Nadal por superar la siguiente ronda de su maratón y por alcanzar la final, que intentaron vencer al resto. Disfrutaron de dos bolas de partido que desaprovecharon y que los obligó a buscar una segunda oportunidad. Llegó en el 'tie break', donde la pareja española disfrutó de más acierto y un punto más de ilusión que la rival para lograr una victoria con sabor a podio. La pista 3, ya de por sí pequeña, todavía se hizo más ridícula para contener la alegría española. Ya tienen la medalla. El color se decidirá en la final frente a los rumanos Florin Mergea y Horia Tecau.

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