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Los jugadores españoles celebran la plata.
España gana una plata para la historia
Baloncesto en silla de ruedas

España gana una plata para la historia

Los hombres de José Manuel Artecho caen en la final de los Juegos ante Estados Unidos (52-68)

EDUARDO DE RIVAS

Domingo, 18 de septiembre 2016, 16:31

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La historia del baloncesto español guarda un hueco de su memoria para la plata de los Juegos de Los Ángeles. Aquel equipo con Fernando Martín, Corbalán, Romay y compañía marcaron el inicio de una era, como también lo han hecho los hombres de José Manuel Artecho. El equipo de baloncesto en silla de ruedas se ha colgado en Río una medalla de plata para el recuerdo, la primera paralímpica de este deporte y la primera en una competición mundial.

Atrás quedaba el sueño de Atlanta 96, cuando Estados Unidos evitó un podio que ayer compartió con España. Los americanos han marcado el camino de España y siempre han sido testigos de los éxitos, ya sea con o sin silla de ruedas. Los Ángeles, Pekín, Londres... y ahora Río.

Tras derrotar a Gran Bretaña, los españoles ya tenían claro que no se conformarían con solo jugar la final. Querían ganarla. Era el pensamiento que tenían desde el primer momento que pusieron un pie en Río y no querían marcharse de los Juegos perdiendo. Lo hicieron, pero lucharon hasta el final.

Los de Artecho saltaron a la pista creyendo que tenían opciones de oro y durante todo el partido demostraron que no había sido casualidad su presencia en la final. Siempre por detrás, a rebufo del juego de Estados Unidos, pero sin dejarles marchar.

El inicio del segundo cuaro fue bueno para España. Asier García ponía el 12-12 pero el acierto de los americanos les hacía marcharse antes de que sonara la bocina (23-29). Tras la reanudación, Estados Unidos amplió la diferencia a diez puntos y cortaba las esperanzas españolas, pero el empeño de los Zarzuela ponían y compañía dejaban en cinco la renta al final del tercer periodo (42-47).

Ahí aparecieron los nervios y las impreciones. Ahí se notó el potencial americano. La diferencia se estiró hasta los 14 puntos, insalvable para el conjunto español, que veía cómo se marchaba el sueño del oro y cómo comenzaba su leyenda de plata.

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