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Gianmarco Tamberi celebra su victoria.
Tamberi anima los sosos Mundiales de Portland
ATLETISMO

Tamberi anima los sosos Mundiales de Portland

Ashton Eaton redondea su fin de semana con el indiscutible oro en heptatlón en la pista cubierta

Javier Bragado

Domingo, 20 de marzo 2016, 16:13

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Ashton Eaton, leyenda viva de las combinadas, hablaba con su entrenador entre prueba y prueba de la competición de heptatlón en la que los rivales brillaban por su ausencia. Mientras, en la grada la campeona del pentatlón bostezaba hasta casi desencajarse la mandíbula. El campeón se percató al ver a su esposa en las pantallas del estadio y señaló a Brianne con una sonrisa. Pero hubo bronca porque su domino aburrió a todos los espactadores tanto como otros. Los Mundiales de pista cubierta de Portland han carecido de la emoción de un gran evento ante la ausencia de los mejores deportistas del planeta.

De hecho, Ashton dominó de principio a fin la competición de las siete pruebas y se colgó el oro por tercera vez bajo techo sin esfuerzo aparente. Sólo compartir el escalón más alto del podio envolvió de gloria su casi rutinario triunfo: 6.470 puntos (tiene la plusmarca mundial con 6.645). «Nunca coincidió un fin de semana como el que ella hizo. Ella es la que me robó el espectáculo», bromeó el campeón del mundo sobre el éxito de su mujer en la pista verde de Oregón, estado en el que se conocieron y en que residen actualmente.

A pesar de las numerosas medallas acumuladas por los estadounidenses (8 oros, 15 totales), el público local sólo despertó con un italiano que cerró la competición del tercer día. El joven Gianmarco Tamberi (23 años) saltó más que nadie en la prueba de altura (2,37 m.), a sólo dos centímetros de su mejor marca. Pero destacó su capacidad para contagiar al público, para montar un espectáculo que pocos pudieron provocar en Portland. Bromeó con su famoso afeitado, fingió por momentos no querer celebrar su salto y envió varios gestos a la grada para completar el show.

Hubo alguna competición decidida en los últimos instantes o metros con cierta tensión. La lanzadora estadounidense de peso Michelle Carter, habitualmente extravertida, se entregó con su último lanzamiento para lograr la mejor marca mundial del año (20,21 metros). El checo Pavel Maslak se reservó para la última vuelta de los 400 metros y en los últimos 50 lanzó un esprín al oro (45.44) por delante del catarí Abdalelah Haroun y del trinitense Deon Lendore. Además, la saltadora de longitud Yulimar Rojas ganó su arriesgada apuesta porque se proclamó vencedora con un único salto válido (14,41 metros). «Han sido cuatro meses de trabajo duro. Creía en mí misma y en mi talento», declaró la venezolana, entrenada por Iván Pedroso en Guadalajara y Madrid.

La competición con más expectativas enfrentó a la velocista blanca Dafne Schippers con la potencia de las caribeñas y norteamericanas. A la neerlandesa, campeona del mundo de 200 metros al aire libre, le faltó espacio después de una mala salida. Su intento de remontada acabó con la segunda posición (7.04). Venció la estadounidense Barbara Pierre (7.02) gracias a su mejor capacidad de reacción al disparo y a su velocidad constante hasta la medalla. «Esto son los 60 (metros) y es realmente muy corto, así que tienes que espabilarte. Es muy importante», explicó la estadounidense.

Al ambiente descafeinado contribuyeron las victorias aplastantes y sin rivales. El chino Don Bing lideró el triple salto desde el primer intento (17,18 metros) y lo cerró en la mejora (17,33 metros) -con explosión de júbilo incluida-, la etíope nacionalizada neerlandesa Sifan Hassan dominó en 1.500 metros (no permitió adelantamientos en las últimas tres vueltas) y Boris Berian en los 800 metros. «Mi plan era simple: ponerme en cabeza y mantenerme», resumió el estadounidense que hizo esfumarse cualquier esperanza de rivalidad.

La frialdad pudo perjudicar al castellonense Pablo Torrijos, quien prefiere contagiarse de la euforia para volar en el triple salto. El atleta se elevó hasta los 16,67 metros con su mejor brinco y logró la séptima posición, la mejor de la delegación española en los campeonatos. Además, Yidiel Contreras se clasificó para la semifinal de 60 metros vallas y encarna junto a Ruth Beitia las últimas posibilidades españolas en Portland.

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