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La jugadora de La Carmencita sacó 25 bolos a Diana López en la final del Regional, celebrado el pasado fin de semana.
"Por desgracia, los bolos femeninos están en vías de extinción"
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"Por desgracia, los bolos femeninos están en vías de extinción"

Iris Cagigas, que el fin de semana se proclamó mejor jugadora de Cantabria, piensa que hay hasta ocho bolistas con opciones de ganar el Campeonato de España

Daniel Martínez

Jueves, 11 de agosto 2016, 07:55

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Ganar un Campeonato de Cantabria es mucho más difícil que encontrar un sitio para lucir el trofeo que certifica la hazaña. Por lo menos en teoría, porque cuando acumulas dos copas regionales y una por parejas, un subcampeonato de España y más de 50 títulos individuales, las cosas se ponen más complicadas. Iris Cagigas (Cubas, 1997) ha optado por depositarlos todos en una vitrina. A sus 19 años, los que le han visto jugar le aconsejan que deje espacio. Están convencidos de que el Regional que se adjudicó el pasado fin de semana en Suances no será el último.

Ganar un Campeonato Regional puede ser por casualidad. Cuando llega el segundo ya nadie puede tener dudas.

Habrá personas que opinen de otra manera. Tengo 19 años y el tiempo lo irá diciendo. Espero seguir progresando y corrigiendo defectos.

¿Con qué sensaciones llegaba a Suances?

Llegué muy nerviosa, aunque no sé muy bien el motivo, porque la sensaciones eran muy buenas. Acababa de ganar el Ortiz Tercilla, el Ayuntamiento de Campoo de Yuso, el San Roque de Carandía y Marta Castillo me arrebató el Ciudad de Santander por sólo un bolo.

Los 25 bolos de diferencia que sacó a Diana López son la mejor muestra de que no tuvo rival en la lucha por el título.

Empecé la mañana con una bola queda e hice 126 por los 145 de Diana. Después ya estuve en mi línea. Entré a la final con diez bolos de ventaja con la idea de no presionarme, marcar sus bolos y sacar alguno más para cubrir un posible emboque. La suerte me sonrió esta vez a mí y en la segunda mano emboqué. Diana jugó muy bien haciendo 124, pero tenía cierto margen, así que en las tres últimas bolas intenté otra vez el emboque sin suerte. Al final, llegué a 149.

Este campeonato le coloca como una de las máximas favoritas al Campeonato de España, ¿eso le añade algo más de presión?

Sí. Porque se espera de ti lo que igual no sale. Ya se sabe cómo son los bolos. No voy a poder entrenar mucho porque voy a estar plantando en la Semana Bolística y disfrutar los bolos de muy cerca. Somos ocho jugadoras las que podemos estar ahí.

¿Quiénes cree que son sus principales rivales?

Naomi Solórzano, Patricia Revuelta, Laura Abascal, Diana López, Rebeca Bustara, Miriam Velarde y, si se recupera a tiempo, sobre todo mi compañera Judit Bueno.

¿Dónde piensa que todavía tiene margen para la progresión?

Por todos los lados. Me falta mucho por aprender, tanto técnica como mentalmente.

También ha ganado la Liga con La Carmencita, un equipo recién creado pero en el que estaban muchas de las mejores jugadoras. ¿Imaginaba a comienzos de año que iban a sufrir tanto para imponerse?

Se perdió el primer partido de Liga en Campoo, donde se expulsó a nuestra capitana Judit. Ese partido se ha estado arrastrando durante todo el curso. Si a eso añadimos que ella sólo ha podido jugar dos veces por si lesión, que la quinta jugadora estaba en Barcelona y la sexta en Asturias, la cosa se complica. Pero en ningún momento tiramos la toalla.

¿Qué valoración hace de su paso por los concursos?

Aunque las clasificatorias no fueron brillantes, conseguí meterme en todos y he ganado cinco de las ocho finales que se han disputado. Por tanto estoy contenta.

Donde no tuvieron rival fue en la final de Copa

Vencimos en 44 minutos. Pensábamos que iba a ser más disputada.

¿Qué piensa cuando ve que en la competición de mujeres hay menos de la mitad de público que en la de los hombres?

Que no nos dan importancia. Hay gente en el mundo de los bolos que cuando nos ve jugar por primera vez se asombra. Es en ese momento cuando mucha gente se da cuenta de que puede ser igual de interesante. A pesar de que los tiros son cortos, hay grandes birladoras, como Laura Abascal y Judit Bueno.

¿Cree que cada vez se apoya más a los bolos femeninos o se están dejando arrinconados?

Creo que lo segundo, salvo excepciones, pocas veces salimos en prensa, radio o televisión. No tenemos concursos que suenen y lleven la gente a las boleras. Por desgracia, creo que estamos en vías de extinción.

¿Qué se podría hacer para cambiar esta situación?

Llevar los bolos al colegio. Si son bien de interés cultural, la Consejería debería introducir en las clases de educación física las normas y el juego de los bolos. Los demás hemos tenido que hacerlo con otros deportes más minoritarios en la región. Y que más empresas apuesten por el deporte femenino.

En el Regional se vio que la mayoría de las participantes eran muy jóvenes, ¿cuál cree que es la explicación?

Cuando se subió a los diez metros, la gente joven que salimos de escuela empezamos a ocupar el lugar de las grandes jugadoras y a romper su hegemonía. El refrán dice que una retirada a tiempo es una victoria. Las escuelas nos aportaron la técnica y la disciplina que igual antes faltaba. No sé si a las mujeres les cuesta más tiempo estar vinculadas a los bolos a medida que cumplen años, pero estoy segura de que la que haya jugado le trasmitirá a sus hijos y nietos esa pasión por los bolos.

¿Se ve jugando en un equipo dentro de diez años?

Y más. Los bolos para mí son una pasión. Juego, planto, los veo, los llevo colgados al cuello y no los hago porque no sé.

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