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Los participantes, en plena travesía a nado por la bahía.
Desafío solidario al frío
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Desafío solidario al frío

Cerca de cien participantes se citaron ayer en la travesía a nado de Santander

DM .

Domingo, 25 de diciembre 2016, 19:27

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La faceta competitiva era lo de menos. Tanto que ni siquiera se hicieron públicas ayer las clasificaciones oficiales. Lo importante era promocionar el deporte, en este caso la natación, buscar algo de actividad en plenas fechas navideñas y promover una iniciativa solidaria.

Así fue como cerca de cien nadadores se echaron al agua en la bahía de Santander para participar en una travesía solidaria, desafiando así no sólo a los excesos de las fiestas, sino también a la baja temperatura del agua, por mucho que el otoño y el recién estrenado invierno estén resultando muy benignos en la capital de Cantabria.

El encargado de organizar el evento era de nuevo el Club de Natación Costa Quebrada, que diseñó un recorrido desde las estatuas de Los Raqueros, junto al Club Marítimo, hasta el embarcadero de la lancha de Somo y Pedreña.Todo un espectáculo para el público que se había desplazado expresamente para el evento, en su mayoría por su relación con los participantes, y para todos los viandantes, que se congregaron en Puertochico para ver una estampa muy poco frecuente en cualquier época del año, pero más aún en diciembre. Y tanto dentro como fuera del agua.

El único pero, por buscar alguno, fue que no se pudieron superar los 115 nadadores que se dieron cita en la edición de 2015.Este era otro de los retos que se había planteado la organización, esperanzada en que la cita crezca año a año desde el punto de vista de participantes como ya lo ha hecho desde el social. Si embargo, y aunque el ambiente sí que igualó el de la edición precedente, la lista de inscritos se quedó al final en 94, de los que alguna baja de última hora no llegó a echarse al agua en una prueba que arrancó a las 13.00 horas y sirvió a los espectadores como excusa perfecta para salir a la calle antes de la comida de Navidad.

Además del aspecto deportivo, la convocatoria tenía también un marcado acento lúdico, hasta el extremo de que el propio club había hecho un llamamiento para que todos los asistentes que así lo quisieran mostraran motivos navideño o algún tipo de disfraz, pero con una exigente prohibición: la de los trajes de neopreno para combatir el frío, convirtiendo así la travesía en todo un reto.

La vertiente solidaria se dejó ver en la recogida de alimentos que se llevó a cabo durante la mañana, después de que se hubiera invitado tanto a los nadadores como al público a hacer donaciones para el Banco de Alimentos de Cantabria, como así ocurrió. Pero si algo destacó por encima de todo fue el extraordinario ambiente entre los participantes, que respondieron a la iniciativa en todos los sentidos.

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