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Christian Coleman ha batido el récord del mundo de los 60 metros lisos.
Coleman: el hombre bala que apunta a los récords de Bolt
Atletismo

Coleman: el hombre bala que apunta a los récords de Bolt

El joven velocista estadounidense bate con 6.34 la plusmarca mundial de 60 metros por segunda vez en un mes y su compatriota Ronnie Baker fija el tercer mejor tiempo de la historia

Miguel Olmeda

Madrid

Lunes, 19 de febrero 2018, 11:09

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Lo cierto es que Christian Coleman venía avisando de lejos, así que no se puede decir que su nuevo récord del mundo sea una sorpresa. Aunque a pesar toda la expectación que había levantado, el pequeño hombre bala dejó boquiabierto al respetable que había acudido el domingo al Centro de Convenciones de Albuquerque a presenciar los ‘Nationals’ de pista cubierta estadounidenses. Seis segundos y treinta y cuatro centésimas para 60 metros, tarda uno más en escribirlo que él en correrlos. Pero lo más impactante es la sensación de que puede ir todavía más lejos, teniendo en cuenta que al saberse ganador y todavía con algunas zancadas por delante dejó de lado la técnica de carrera para celebrar con los brazos en cruz: «¡Aquí estoy yo!»

Esa marca de 6.34 es su segundo récord del mundo en un mes, después de que el pasado 20 de enero en la Universidad de Clemson corriera los 60 metros en 6.37 segundos, dos centésimas menos que el anterior registro de Maurice Greene, vigente desde 1998. Aunque aquella primera plusmarca de Coleman todavía carecía de la ratificación de la IAAF para considerarse a todos los efectos un ‘World Record’, y no tenía pinta de que así fuera a validarse, pues aun habiendo sido registrada con cronometraje electrónico, los tacos de salida de la pista de Clemson no contaban con la tecnología requerida por la Federación Internacional y que, básicamente, determina el tiempo de reacción del atleta tras el pistoletazo de los jueces. Un sistema que, faltaría más, sí estaba presente en Albuquerque.

Desde su exhibición en Clemson, Coleman había ido abriendo boca en los aficionados del atletismo, corriendo en tiempos estratosféricos con facilidad y dejándose llevar. El público siempre se quedaba con la miel en los labios. La semana pasada en Boston, en un mitin del IAAF World Indoor Tour, paró el cronómetro en 6.46, un registro que apenas trece atletas en la historia han logrado. Pudo haber batido el récord, pero habría significado publicidad para un evento patrocinado por New Balance, principal competidor de la firma que le paga, Nike, precisamente promotor principal junto a la Federación Estadounidense de los ‘Nationals’ de Albuquerque… Donde corrió en 6.46 y 6.42 en las eliminatorias antes de ‘romper’ el reloj en la final.

Con su nuevo récord de 6.34, al tratarse del primero validado por la IAAF, Coleman puede presumir de ser el atleta que más diferencia le ha arañado a la plusmarca mundial anterior. Cinco centésimas sobre los 6.39 de Greene en el Palacio de los Deportes de Madrid que nadie había rebajado en la historia de una prueba acostumbrada a restarle al crono con cuentagotas desde que el norteamericano Houston McTear estableciera en 6.54 el primer récord ratificado en 1978.

Un velocista atípico

La pregunta ahora está clara: ¿dónde quedan los límites de Christian Coleman? El tiempo lo determinará, pero su juventud invita a soñar a los aficionados al atletismo con las cotas más altas. A dos semanas de cumplir 22 años, el estadounidense ya sabe lo que es correr los 100 metros en 9.82 segundos, la novena mejor marca de la historia, y también lo que es romper la barrera de los 20 segundos en el 200 (hizo 19.85 la temporada pasada). Eso sí, el exatleta de la Universidad de Tennessee se aleja del prototipo de velocista que ha encumbrado a Usain Bolt o Justin Gatlin: Coleman apenas levanta 175 centímetros del suelo, 20 menos que el jamaicano y diez menos que su compatriota e ídolo. Sin estar excesivamente musculado, su punto fuerte está en la capacidad de reacción y de alcanzar su pico de velocidad antes que sus rivales. Por eso arrasa en distancias más cortas como el 60, aunque sus grandes marcas en 100 y 200 dejan entrever que, como poco, el récord nacional (6.69 de Tyson Gay) del hectómetro está en peligro.

El año pasado, con un calendario a reventar por exigencias de la NCAA en el que disputó más de 50 carreras, fue capaz de terminar el curso con la medalla de plata en los 100 metros en el Mundial al aire libre. Quién sabe si hubiera sido de oro con las piernas más frescas. A quince días del Mundial de pista cubierta en Birmingham, nadie duda de que el metal dorado llevará su nombre grabado, y sólo falta saber si con un tercer récord mundial. En Gran Bretaña, su principal rival volverá a ser su compatriota Ronnie Baker, el gran olvidado en los ‘Nationals’ del pasado domingo. Eclipsado por el devastador registro de Coleman, el norteamericano de 24 años corrió los 60 metros en apenas 6.40 segundos, que le convierten en el tercer hombre más rápido de la historia tras su coetáneo y Mo Greene. Tras el adiós de Bolt, la velocidad vuelve a estar de moda en Estados Unidos.

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