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Juan Postigo, durante una sesión de entrenamiento
"No tengo dificultades, porque nunca he sabido lo que es jugar con dos piernas"

"No tengo dificultades, porque nunca he sabido lo que es jugar con dos piernas"

El cántabro Juan Postigo dejará la élite del golf adaptado para codearse con los profesionales y tratar de ganarse la vida con este deporte

efe

Lunes, 17 de abril 2017, 07:32

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Juan Postigo, actual campeón de Europa de golf adaptado, se apresta a cumplir el sueño que todo deportista tiene "desde pequeño", convertirse en profesional y "vivir de tu deporte", con lo que será el primer golfista amputado español, sin prótesis, que llegue al profesionalismo. El cántabro tiene muy medido el camino que debe recorrer para sacar la tarjeta profesional, algo que pospondrá hasta pasado el verano.

Hasta entonces, Juan Postigo (Santander, 10 de enero de 1996), deberá bajar una décima su handicap que actualmente es de 1,5 en 1,4 está el corte para poder ser profesional y afrontar tres importantes citas deportivas. A la primera de ellas, el Open de Barranquilla (Colombia), acudirá como invitado para medirse con profesionales (18-24 de abril); y, a mediados de mayo, jugará en Sudáfrica "un grande" entre los torneos internacionales de golf adaptado, que según Postigo es como un "segundo Mundial".

Pero lo que de verdad hace que Juan Postigo posponga su ansiado paso al profesionalismo hasta pasado el verano es que antes quiere tener un "gesto" con la Federación Española por lo bien que le ha tratado siempre. El cántabro no quiere faltar al campeonato de Europa por equipos de golf adaptado, que se jugará en junio en el Algarve (Portugal), donde no podría participar si fuera ya profesional.

La progresión de este jugador ha sido fulgurante desde que, a los nueve años, se acercó por primera vez a un campo de golf para acompañar a su abuelo. Éste, que había empezado a jugar al jubilarse, inoculó a su nieto el germen de un deporte que engancha, con lo que el niño abandonó el mundo de la vela, en el que hacía sus primeros pinitos, para no tardar en despuntar por su talento con los hierros y las maderas.

Y, según explica con una sonrisa, la falta de una pierna por un problema congénito para él nunca ha sido una dificultad a la que haya tenido que adaptarse. "Yo no tengo dificultades, porque nunca he sabido lo que es jugar con dos piernas", subraya Postigo, y matiza que únicamente siente que ha tenido que adaptarse a las "dificultades" que plantea el propio deporte, como "las que puede tener cualquier jugador para salir de un bunker".

De 36 al 1,5

Debe ser verdad, porque en los últimos seis años, Juan Postigo ha pasado del hándicap 36 inicial a 1,5. Y eso que después de bajar en poco tiempo a 4, a raíz de una intervención tuvo que estar "un poco parado", antes de continuar su progresión.

Aunque Juan Postigo insiste en que no ha encontrado "ningún reto añadido" por su discapacidad, lo cierto es que a su natural habilidad para los deportes ha tenido que sumar unas altas cotas de pundonor. El jugador recorre los campos de golf, con sus inseparables muletas y con la bolsa de palos cargada a la espalda. Y, aunque empezó a jugar con prótesis, las cosas cambiaron tras una intervención a la que se sometió para "acoplar una mejor".

"Me dejaron algún nervio un poco tocado y ya no puedo apoyar algo contra el muñón, por el dolor", explica Postigo, quien ya dedica a su deporte prácticamente todo el día, entre el gimnasio, los campos y su trabajo en la sección de golf de Decathlon.

Según relata, para hacer frente a la natural "falta de potencia" que puede padecer en relación con el resto de jugadores al tener que golpear en equilibrio sobre una pierna, Juan Postigo se machaca en el gimnasio, con seis días de entrenamiento, tres con doble sesión.

Así, Postigo afirma sentirse ahora "bastante consistente en el juego largo", que era su "punto débil" en los inicios cuando su cuerpo "no estaba preparado para conseguir distancia y estabilidad". Mientras siente que ahora no tiene "nada que envidiar a ningún jugador" en esta faceta, reconoce que, "como le pasa a muchos", su debilidad está en el putt.

Revulsivo

Postigo explica que para él empezar hace un año a prepararse con Santiago Carriles ha sido "un revulsivo", porque le hacia falta "cambiar de ritmo"; aunque ya antes, de la mano de Pepe Heras, Postigo se proclamó campeón de España de Golf adaptado, título que logró tres veces consecutivas (2014 a 2016), en su particular pugna con el castellonense Antonio Llerena, actual campeón.

Pero, sin duda, el mejor resultado de Juan Postigo llegó en el Barbora Golf Resort de la República Checa, donde se proclamó campeón de Europa de golf adaptado (2016), pese a afrontarlo con una tendinitis en la rodilla que le hizo jugar "un poco tocado".

"Creo que gané por eso, porque no podía dar fuerte a la bola y jugué tranquilo y sin presión", explica, recordando que siempre fue "a rebufo" del francés Charles Henri Quelin, al que empató el último día en el hoyo 18 para acabar ganando en el segundo hoyo del play off y sentir una "alegría inmensa".

Una vez se produzca el salto al profesionalismo, Juan Postigo confía en poder "vivir del golf", porque a diferencia del adaptado en el que "no se puede ganar dinero", ya sí podrá hacerlo, "más que en premios", que es difícil que estén a su alcance, "sí en patrocinios".

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