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Fernando Alonso, en el óvalo de Indianápolis.
El viento, protagonista en el tercer día de ensayos en Indianápolis
500 millas DE INDIANÁPOLIS

El viento, protagonista en el tercer día de ensayos en Indianápolis

DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO

Miércoles, 17 de mayo 2017, 19:27

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Fernando Alonso recibió este miércoles otra lección de Indianápolis, esta vez impartida por el dios Eolo. El fuerte viento racheado que azotó el mítico trazado estadounidense hizo que ni él ni Oriol Serviá salieran a pista más que para dar algunas vueltas a baja velocidad, prácticamente sólo para que las cámaras les enfocasen y probar que todos los sistemas estaban funcionando perfectamente. También de ahí Alonso pudo sacar un aprendizaje. De sus kilómetros en Fórmula 1 es consciente de lo que puede pasar si una ráfaga de viento te echa de la trazada óptima: oficialmente, esa fue la explicación que dieron en McLaren para su accidente en los test de pretemporada de Montmeló en 2015.

Las rachas de viento (algunas alcanzaron los 100 km/h) trastocaron mucho el plan de entrenamientos, especialmente de los novatos como Alonso. Si el primer día sirvió para adaptarse a la idea de competir en grupo, y el segundo para practicar con rebufos, el tercero iba a ser para intentar apretar un poco más las prestaciones del McLaren Andretti Honda. Aunque en principio las sensaciones eran buenas, a Alonso aún le costaba estar a gusto en el monoplaza, probablemente por las notables diferencias entre este y el coche que suele llevar en la Fórmula 1. Aunque el rendimiento de ambos no tiene nada que ver, ni el comportamiento, Alonso tiene a su favor que no puede comparar con un Indy previo, más que el que probó el día 3 en ese test en solitario. En este caso, la ignorancia puede ser una ventaja.

No fue una jornada perdida, ni mucho menos, para un Alonso que sigue con su 'máster express' en IndyCar. Esas vueltas a baja velocidad le sirvieron para practicar multitud de paradas en boxes, un elemento clave que puede suponer la diferencia. La gestión del combustible y del uso de los neumáticos ya le dio la victoria al que será su compañero el día 28, Alexander Rossi, que se convirtió en el último 'rookie' en Indianápolis en llevarse el Borg Warner y beber el tradicional trago de leche.

Cuando Alonso salió a pista, más de lo mismo en lo visto en los primeros días. Aunque las sensaciones aún distan mucho de ser perfectas, ni lo van a ser hasta el mismo día 28, la progresión sigue siendo muy notable. Hombres mucho más versados como el propio Oriol Serviá aún sienten un cosquilleo cuando ven aparecer en pista el coche naranja con el 29 en el carenado, un número que, como tantos otros, aún no se ha llevado ninguna victoria en los 100 ediciones de la mítica prueba.

Queda muy poco para hacer ensayos. Alonso y los otros 32 pilotos ensayarán este jueves por última vez en una sesión de libres normal esta semana antes del 'Fast Friday', que servirá para hacer los últimos ensayos para la clasificación del sábado y el domingo. Sólo queda un día de pruebas reales para la carrera en igualdad de condiciones para todos, ya que cuando el viernes se hagan ensayos se empezarán las pruebas centradas en la clasificación. Todo lo que se pueda obtener de aprendizaje este jueves puede ser vital.

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