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Domingo, 28 de mayo 2017, 19:48
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Apenas se habían completado 53 vueltas (de 200) de las 500 millas de Indianápolis, cuando la carrera tuvo que detenerse por un espectacular accidente entre el neozelandés Scott Dixon y el británico Jay Howard. Fernando Alonso ocupaba la primera posición en ese momento.
Dixon, que había partido desde la 'pole', no pudo evitar chocar con Howard, que se le cruzó en la pista tras impactar con el muro. El golpe provocó que el monoplaza del neozelandés volara por los aires hasta estrellarse contra el muro interior. El coche terminó destrozado, se decretó bandera roja y la carrera hubo de hacer una pausa hasta que la pista quedó completamente limpia.
Afortunadamente el accidente no produjo lesiones graves a ninguno de los pilotos, e incluso Dixon, el más perjudicado, pudo abandonar el vehículo por su propio pie.
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