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Hamilton, en el circuito de Silverstone.
Hamilton sale a hombros de Silverstone
gp del reino unido

Hamilton sale a hombros de Silverstone

El campeón del mundo conquista su tercera victoria consecutiva ante el enfervorecido público británico, en una carrera que comenzó con lluvia y polémica al final por la radio de Rosberg

david sánchez de castro

Domingo, 10 de julio 2016, 01:46

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Sólo le faltó sacar el capote, pose torera y levantar la mano hacia el respetable. Lewis Hamilton realizó una faena casi perfecta en una carrera muy complicada para todos menos para él, marcada por el inicio en mojado y los problemas para no salirse. El ídolo local fue el único prácticamente que no padeció problemas, más allá de los típicos que suele dar una pista en mojado. De hecho, Hamilton fue una de las víctimas de Abbey, la curva 1 del circuito de Silverstone, en la que casi todos los pilotos se salieron aunque sin consecuencias en su mayoría.

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La carrera empezó mucho más descafeinada de lo que acabó. La obsesión por la seguridad que ha impuesto la FIA con respecto a las condiciones de lluvia hizo que las primeras vueltas no las liderase el Mercedes de Hamilton o el de Rosberg, sino el de Bernd Maylander, el piloto del coche de seguridad. La climatología británica compareció con fuerza en los minutos previos a la salida, con lo que se determinó que, pese a que lucía el sol, la salida y los primeros giros se realizasen detrás del safety.

Con la reanudación, Hamilton empezó a bandear la carrera hacia su lado. A Rosberg le pilló desprevenido el ritmo impuesto por su compañero, toda vez que tuvo que empezar a mirar con fruición por los retrovisores. Max Verstappen consumó una (otra más) actuación colosal, impropia de un niño de 18 años. Cuando tuvo la oportunidad de atacar a Nico Rosberg, lo hizo con una valentía que rozó la temeridad: por fuera de una curva y en mojado dejó con un palmo de narices al líder del campeonato. Cuando estuvo por delante, aún tuvo los redaños suficientes como para aguantar con uñas y dientes la segunda posición, si bien acabó cediendo ante la potencia muy superior de Rosberg.

Errores de Sainz y Alonso en la abadía del crimen

El agua que encharcó algunas zonas del circuito de Silverstone fue especialmente preocupante en la primera curva, la Abadía (Abbey). Como en el mítico videojuego de los años 80, se convirtió en La Abadía del Crimen: varios pilotos se salieron ahí, incluidos los dos españoles y prácticamente a la vez.

Fernando Alonso estaba luchando por dar caza a Felipe Massa cuando pisó la zona mojada, justo en el punto de la frenada. El consecuente triple trompo que dio no le dejó tirado en la pista (como sí le ocurrió a, por ejemplo, Rio Haryanto) y, aunque pudo regresar a la pista, sí le hizo perder tres posiciones. Su actuación en las primeras vueltas de carrera se diluyó en un error que, sumado a una estrategia no tan perfecta como hubiera deseado, como se quejó por la radio, le dejó fuera de las opciones del top 10.

Justo después de ese incidente de Alonso, Carlos Sainz también probó la escapatoria asfaltada de Abbey. El piloto madrileño pudo aguantar la octava posición como pudo y a partir de ahí sólo pudo esperar un fallo de los de arriba, que no se produjo. En resumen: una carrera mejorable para los pilotos españoles, sobre todo para un Alonso que claudicó ante su compañero Button, que tampoco entró en la zona de puntos.

La radio de Rosberg

Cuando parecía que todo se había estabilizado, tanto en la parte alta como en la media y la baja apareció un indudable sol que secó la pista prácticamente por completo, Rosberg hacía saltar las alarmas en Mercedes: «¡Algo pasa con las marchas!», se quejó por radio. La FIA insistió mucho antes de este Gran Premio de que los mensajes entre el muro y el piloto se iban a limitar, por lo que sorprendió aun más la reacción del ingeniero de pista del piloto alemán. A Rosberg le pidió que tocara algunos parámetros en su volante y que esquivara la séptima marcha, que era la que le estaba dando problemas. ¿Por qué unas semanas antes a Lewis Hamilton no le instruyeron con la misma celeridad cuando se quejó? He ahí el dilema.

Tras varias horas de deliberaciones, el colegio de comisarios (entre los que se encontraba el campeón Nigel Mansell) determinaron que Mercedes había ayudado a Rosberg a contener a Verstappen cuando le dijeron cómo usar la séptima marcha que se le había quedado atascada. El castigo, diez segundos, supone que Verstappen se aupó al segundo puesto en detrimento del alemán, tercero. Y mucho más importante: ahora Rosberg es líder con 168 puntos, sólo uno más que Hamilton, con 167. Hungría, próxima cita del Mundial, apunta a ser un polvorín.

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