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Chus Hevia pelea el balón con el jugador del Izarra Eneko Martínez durante el encuentro de ida en El Sardinero.
"El Racing es el rival que  más fácil nos ha ganado"
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"El Racing es el rival que más fácil nos ha ganado"

Sergio Amatriain, técnico del Izarra, afirma que por las características del campo, "cualquier equipo de Segunda División B puede caer en Merkatondoa"

PPLL

Sábado, 13 de febrero 2016, 08:25

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El Racing tendrá mañana en su visita a Merkatondoa dos rivales, el Izarra, un equipo recién ascendido pero con amplia trayectoria en Segunda División B, y el propio terreno de juego. El club de Estella (Navarra) solo ha perdido un encuentro -ante el Somozas hace dos meses y medio- y ha encajado dos goles frente a sus aficionados. El motivo: un campo de hierba artificial que pone muchas dificultades a la circulación del balón y que deja poco espacio para los detalles técnicos. Ese es el único secreto.

Solo la lluvia anunciada para el momento del encuentro (17.00 horas) puede dar algo más de ritmo a un choque que se presume trabado. «El campo hace que los equipos se igualen mucho con independencia del lugar que ocupen en la tabla. Es verdad que solo hemos encajado dos goles, pero también hemos hecho solo diez en la portería de los contrarios», explicó ayer a este periódico el entrenador local, Sergio Amatriain, que pone el acento en lo complicado que suele resultar realizar el último contacto y meter el balón entre las redes.

El técnico lleva toda la temporada apostando por la elaboración y el juego vertical, pero en las jornadas precedentes esta fórmula no le está sirviendo para dar con la tecla. La buena imagen se ha quedado en eso, imagen, y no le ha valido al Izarra para arañar más que tres puntos en sendos empates en las últimas cinco jornadas. Una «dinámica muy floja» que tiene como consecuencia directa la pérdida paulatina del colchón que habían construido durante la primera vuelta. Ahora son decimoterceros a ocho puntos del descenso. No es poco, pero ya no están tranquilos como antes.

Si por algo se ha caracterizado a lo largo de la temporada el conjunto de Estella es por las rotaciones -mañana habrá algunas forzadas como la de Yoel por sus problemas en el sóleo y la de Cabrera por acumulación de cinco amarillas-. Otra de las señas de identidad son los constantes cambios en el dibujo de los jugadores en el campo. «En el partido ante el Coruxo pusimos un 5-3-2 y nos salió bien. Es probable que contra el Racing repitamos el mismo esquema, pero nada es seguro. Tenemos tres o cuatro estrategias distintas y las vamos utilizando en función de las necesidades», señala Amatriain.

Pocos referentes

Los aficionados verdiblancos que se desplacen hasta la comunidad foral tendrán que poner el ojo sobre Pito Camacho (6 goles en liga), el «nueve puro» del Izarra y máximo anotador. Aunque acaba de recuperarse de una lesión -ya jugó minutos hace una semana- apunta a la titularidad. También salen de la enfermería Javier Herreros, uno de los revulsivos que han llegado en enero, y Manuel Lizarraga, el que manda en un centro del campo que ha estado mes y medio huérfano por su baja médica. En resumen, un conjunto «en el que prima el equipo» y en el que no abundan las individualidades pero que tiene un nivel que está en la media de la categoría. En principio, inferior al de los jugadores racinguistas.

El técnico navarro califica el choque como «histórico», ya que es la primera vez que el primer equipo del Racing visita Merkatondoa. Eso se puede traducir en un aumento en el número de espectadores, al fin y al cabo, «muchos de los aficionados han visto al rival jugar en Primera». Competir contra un grande ha supuesto un chute de ilusión en Estella. Todo ello a pesar de que todavía tienen en la cabeza el 3-0 de la ida. La culpa fue de Chus Hevia, Migue y José Artiles.

«El Racing es el rival que más fácil nos ha ganado. En El Sardinero nos dieron una paliza, y eso que estaban en un momento malísimo, nada que ver con el actual», cuenta Amatriain, para el que los santanderinos tienen uno de los mejores once del grupo. Por lo menos, «es de los equipos de la categoría que más me han gustado en los partidos que he podido ver».

El entrenador local reconoce que hay diferencias en el uno a uno en cada una de las posiciones, pero también, de forma forzosa, en la labor que se realiza en el banquillo. «Yo trabajo de 8.00 a 14.00 horas y tengo que compatibilizar mi empleo con el equipo. El otro día pensaba que seguro que cuando yo me levanto para ir a trabajar a Munitis todavía le quedan unas cuantas horas en la cama (ríe). Es lo que tiene entrenar en Santander y haber sido profesional», concluye.

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