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El Tudelano atraviesa el mejor momento de su historia. El modesto club busca la sorpresa el domingo en El Sardinero y con ella acercarse al liderato.
El Tudelano, "un equipo de pueblo"

El Tudelano, "un equipo de pueblo"

El conjunto navarro, rival del Racing el domingo, pasa por el mejor momento de su historia

Marcos Menocal

Viernes, 15 de abril 2016, 07:25

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Por la mañana si les coincide y si no, ya se encargan ellos de que encarte se ven a primera hora de la mañana tomando un café. Lo comparten todo. Llevan siete años juntos «tirando del carro», desde que accedieron a la directiva «hace ya dos legislaturas», replica medio en broma medio en serio uno de ellos. Se trata de Jesús Miranda, Pablo Casado y Javier Gómez, presidente, vicepresidente y secretario del Tudelano, respectivamente. Entre los tres dirigen el rumbo de un «equipo de pueblo», asegura el último. Son los que toman las decisiones, pero también los que organizan las rifas, recaudan las taquillas y llaman a las puertas de los patrocinadores rogando limosna. Polivalencia para un trío de ases al que en los últimos meses se les acumula el trabajo.

Una 'fan zone' para los racinguistas en Villaviciosa

  • próximo desplazamiento

  • En Villaviciosa solo piensan en hacerle lo más agradable posible la estancia en la localidad asturiana a la marea verdiblanca que se prepara para acudir en tropa el próximo 24 de abril con motivo del encuentro que el Racing jugará ante el modesto Lealtad. La última iniciativa que los vecinos, en colaboración con el club, ha decidido organizar consiste en habilitar una fan zone en la que los seguidores cántabros se mezclarán con los asturianos en torno a la degustación de la más extensa oferta culinaria.No faltará la sidrina para endulzar una jornada que esperan desde el rival del Racing sea «una fiesta», aseguró su presidente, Pedro Menéndez, Pedrín. La buena predisposición de todos en Villaviciosa, una vez que la permanencia del equipo está asegurada, ha permitido negociar precios muy populares para participar de todo lo que suceda. Además de la espicha, celebración típica, la entidad futbolística está a punto de llegar a un acuerdo para promocionar menús económicos junto con el precio de la entrada al campo. Se espera que cerca de 3.000 aficionados del Racing acudan a uno de los últimos desplazamientos de la Liga.

La directiva es la punta del iceberg del pequeño cuento de hadas que vive Tudela esta temporada. Allí son pobres hasta para pedir y por eso el equipo navarro, pese a ser el que mejores números tiene en Segunda B desde el pasado mes de noviembre, 17 partidos sin perder y tan solo un gol encajado en las últimas nueve jornadas tan solo quiere disfrutar del momento. «Ahora vamos a Santander a jugar en El Sardinero. Otro reto más», añade Gómez. La radiografía de lo que es en sí el club, se repite cuatro veces a la semana tantas como entrenamientos tiene el primer equipo en el Ciudad de Tudela; alrededor de las 9.30 horas, una furgoneta fletada de jugadores sale de Zaragoza y a la misma hora otra de Pamplona, rumbo a Tudela. Es el modo más sencillo de compartir los gastos de desplazamiento para 13 de los futbolistas de una plantilla que se completa con los chavales de casa. De 10.30 a 13.00 horas, a entrenar y a continuación media vuelta; cada uno para su casa. Eso es el Tudelano. Tres de sus integrantes ultiman sus estudios de doctorado, una docena acude a la universidad y otros cuatro reparten las horas entre el trabajo y los entrenamientos con el equipo navarro.

El capitán de la humilde legión, Jesús Lalaguna, es el ejemplo de la frenética vida del futbolista modesto. «Entro a trabajar a las 7.30 y me dejan salir a las 10.00 horas para ir a entrenar. Luego vuelvo a las 13.30 y finalizo a las 19.30 horas», señala alguien que a sus 27 años lleva doce en el Tudelano a ritmo de pasodoble, todo seguido. Pasión inexplicable. Ese horario tan rocambolesco que gestiona Lalaguna como nadie es posible gracias al permiso que le dan los jefes de la empresa de aceites Urzante, uno de los principales sponsors que financian la sencilla economía del Tudelano. El futbolista entremezcla las labores de central en el campo y las de administrativo en las oficinas de la firma aceitera.

Al Capi le ha tocado vivir en primera persona con el club blanquinegro de todo. «Desde jugar cinco fases de ascenso a Segunda B y no subir ninguna, hasta llevar ahora una racha espectacular que nos llaman de todos los sitios». Su voz es la de un vestuario unido y sin fisuras, que pese a lo recatado no esconde su deseo. «Para mí, igual que para mis compañeros, jugar en El Sardinero es una pasada, pero no hay que olvidar que estamos empatados a puntos con el Racing y que nos jugamos mucho». Una verdad tan grande como su sinceridad.

Del Tudelano no solo se habla en la pequeña localidad navarra de 35.000 habitantes, su fútbol esta temporada la mejor de su historia le está sirviendo de conducto para mostrarse en todo su esplendor. A nadie se le escapa lo embarazoso que resulta gestionar una entidad con 830.000 euros de presupuesto para sufragar los gastos de un equipo en Segunda División B y 17 conjuntos más en categorías inferiores; no recibe subvenciones públicas y se autogestiona con los patrocinadores que consiguen mendigando sus directivos puerta por puerta, además de las cuotas de los 950 socios que pagan su abono. «Son pocos, pero ya se sumarán más», resalta el secretario. A buen seguro, si los navarros mantienen la línea de esta temporada terminarán llenando el campo, el mismo que para poder ser utilizado deben pagar un pequeño canon al Ayuntamiento, ya que la propiedad es municipal. No hay muchos más secretos para que el engranaje funcione. «Aquí hay que hacer de todo y los directivos se mueven por todos los sitios», indica Lalaguna.Los jugadores lo reconocen.

Gastos de andar por casa

En la entidad navarra, lo de gastar es un lujo que ha de pasar un filtro antes que nada. Tanto es así, que la estrechez económica agudiza el ingenio en Tudela. Sirva un ejemplo: los maltrechos y antiguos focos del campo no alumbran lo suficiente para poder jugar con normalidad los partidos en invierno y, por ello, ante la falta de recursos para comprar unos nuevos «nos han pasado un presupuesto de 350.000 euros. Imposible», señala el directivo el pasado 29 de noviembre tuvieron que cambiar su horario habitual a las 12.00 horas los domingos.A grandes males, grandes remedios. Precisamente el primer partido matinal fue contra el Racing, «el último que perdimos hace 17 jornadas».

La taquilla es una de las vías de ingresos más directos, aunque lo más normal «es que no llegue ni para pagar al árbitro». Sin embargo, en los últimos partidos, el tercer puesto en la clasificación ha llevado a la gente al campo. «La recaudación habitual es entre 500 y 1.500 euros, pero el otro día con el Coruxo hicimos 5.000», señala emocionado Gómez. El mismo importe se ingresó con la visita del Racing, tras el pequeño desembarco de la afición verdiblanca en la localidad. Con los veinos de la Peña Sport (Estella) se llevaron a la caja otros 2.000, «y así poco a poco vamos pagando», admite resignado el responsable de los papeles. En el Tudelano, el sueldo medio de los futbolistas es de 1.100 euros y los hay que se llevan para casa 400, a los que suman primas por victorias y quién sabe si por un ascenso. De momento, el entrenador Javier Mandiola Manix apelativo que hace referencia a un superagente televisivo que lo arreglaba todo, no deja a nadie que se baje del barco. Soñar es sencillo para el Tudelano.

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