Una segunda oportunidad

Una de las certezas no muchas que ha dejado el Racing esta temporada es que se le da bien combatir contra las estadísticas. Esas que están para romperlas. Lo hizo en Tudela, donde el equipo local llevaba diez meses sin perder en su casa antes de la visita cántabra. Asaltó el fortín. Y lo logró también contra un Racing de Ferrol que se presentó en Santander después de 17 encuentros sin conocer la derrota. Hoy llega a los Campos de Sport de El Sardinero un Tudelano que suma 18 jornadas sin hincar la rodilla. Precisamente, desde que los de Pedro Munitis profanaron su templo. Un rival que, además, encadena nueve partidos consecutivos sin encajar un tanto. Y ya se sabe que sin goles no hay gloria posible. El Racing, contra los números y contra una roca.

Un duro reto que no llega en el mejor momento posible. La dolorosa derrota del pasado domingo frente al Cacereño (3-0) ha dejado tocado a los cántabros, que perdieron una oportunidad única para haber echado mano al líder. Aunque Munitis diga que quedar campeón no es tan importante, la realidad y las opciones de ascenso no dicen lo mismo. No es más que un discurso prefabricado para no cargar con más presión aún a un equipo ya de por sí frágil mentalmente. Así, además de frente al poderoso Tudelano y sus cifras mareantes, el Racing tendrá que sobreponerse a su estado anímico.

Pedro Munitis recupera para recibir al tercer clasificado empatado a 63 puntos con el Racing a uno de sus pilares: Álvaro Peña. El vasco se perdió el encuentro de Cáceres por sanción. Quizá se notó su falta, aunque es complicado creer que un solo hombre pudiese cambiar lo que acabó en desastre. Pero no deja de ser una buena noticia para el técnico poder contar con el centrocampista vasco, que se colocará en el doble pivote junto a un Borja Granero que en tierras extremeñas completó uno de sus peores partidos como verdiblanco. El bilbaíno fue uno de los artífices del triunfo de la primera vuelta en Tudela, anotando el primer tanto racinguista.

La otra gran novedad en la convocatoria es el regreso de Borja San Emeterio. Después de varios meses con una molesta pubalgia que aún amenaza con llevarle al quirófano, vuelve a sentirse futbolista. Todo apunta a que estará en el banquillo, aunque Munitis ha convocado a 19 jugadores y tendrá que dejar a tres en la grada antes del choque. Francis y Kamal, ambos lesionados, son las dos únicas bajas.

El hecho de haber contado con el campeón de Europa sub-19 a lo largo de la semana permitió al entrenador del Barrio Pesquero realizar una serie de pruebas. Quizá para hoy mismo o para despistar. Quién sabe. El caso es que aprovechó la presencia del de Sierra de Ibio para testar un posible cambio de sistema. Del 4-4-2 convertible en 3-5-2 en campo rival, pasó a un 3-5-2 puro, con Fede San Emeterio como tercer central y su hermano Borja de carrilero diestro. Parece poco probable un cambio tan drástico de cara al choque de hoy.

Fede, en el lateral

Salvo sorpresa, será Fede quien juegue como lateral derecho. El canterano, que el miércoles volvió a dar el susto con su maltrecho hombro, estará disponible para el entrenador. La luxación en la articulación ya es como el momento de lavarse los dientes. Pura rutina para él. En la línea de zagueros le acompañarán César Caneda, Mikel Santamaría y Migue García, éste último como carrilero zurdo.

Óscar actuará como extremo diestro y la única duda se encuentra en el flanco izquierdo. Allí se disputan un puesto en el once Dani Rodríguez y Artiles. El gallego no pasa por su mejor momento de la temporada y el canario, del que Munitis quiere recuperar su mejor versión, ha mostrado una cara más positiva en sus últimas intervenciones. Aún tiene margen de mejora. La dupla Pumpido-Dioni parece inamovible en la punta de ataque a estas alturas de temporada.

La roca

El técnico verdiblanco espera que el de hoy sea «un partido de los de verdad. Atractivo para el aficionado y de los que a todos los futbolistas les gusta disputar». Pero también cree que «no será vistoso». Todo por la tensión de lo que hay en juego y, sobre todo, por el rocoso estilo de juego del Tudelano: «Es un equipo que rentabiliza muy bien los goles que hace ha anotado 43, ocho menos que el Racing, se arma muy bien atrás y dificulta muchísimo el juego ofensivo del rival».

Manix Mandiola es un viejo lobo de la Segunda División B. Se las sabe todas. Ya logró el ascenso a Segunda División con el Eibar en la temporada 2006-07. Y con los mimbres que le ha dado el modesto Tudelano está haciendo maravillas. La mejor temporada del club navarro, en el que suma su tercera campaña. Con una plantilla muy corta y sin grandes alardes individuales, ha conseguido que el compacto bloque se convierta en su principal fortaleza. Temible. Muchos pensaban que era una flor a marchitar en la larga temporada de Segunda División B, pero ahora se ha convertido en perenne. Las duras raíces forjadas por el técnico han permitido los frutos que ahora quiere recoger con el final del campeonato.

El Tudelano se presenta en Santander con tres bajas. Álex, con pubalgia; y Juan Pablo Azpilicueta hermano del internacional español y futbolista del Chelsea, César, con una rotura fibrilar en el gemelo izquierdo. Además, hace tiempo que el míster ya no cuenta con el atacante Eneko Fernández. El zaragozano, a sus 31 años, sufre una lesión crónica que le puede obligar a abandonar el fútbol. El club le ha dado de baja y el mismo viernes incorporó de cara a la fase de ascenso al delantero Hugo Díaz. Procede del Jaén, del que se ha desvinculado después de tres meses sin cobrar y ha anotado doce goles esta campaña. Lógicamente, no estará en El Sardinero.