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Munitis añora la "normalidad"
Racing / ascenso a 2ª

Munitis añora la "normalidad"

El entrenador del Racing sigue buscando los motivos del desastre del pasado domingo ante el Reus

Sergio Herrero

Jueves, 26 de mayo 2016, 14:39

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El Racing se ha encontrado esta semana con una situación que nadie esperaba. Y por extensión, también un Pedro Munitis al que le está costando manejar la revuelta marejada provocada por el desastroso partido del pasado domingo ante el Reus y que prácticamente ha dado al traste con las opciones de ascenso directo del equipo cántabro. La rueda de prensa ofrecida ayer por el del Barrio Pesquero no ayudó a templar el ambiente dentro del racinguismo, que debe «recuperar las buenas sensaciones» que dejó el título liguero. No tanto por el juego como por los resultados y el ánimo general. Es urgente, porque el play off no durará eternamente.

El técnico verdiblanco sigue buscando explicaciones a lo sucedido ante el Reus. «El conseguir el primer puesto en la última jornada hizo que no estuviésemos preparados para las dificultades. La euforia nos hizo perder la objetividad y el hecho de recibir un sopapo en el minuto 10 del que no nos recuperamos nos borró del campo, con fallos que no habíamos cometido en toda la temporada. Íbamos con ganas de ofrecer un buen espectáculo a nuestra gente y no fuimos nosotros mismos», afirmó. El entrenador racinguista hizo una autocrítica global, siempre en plural, y no personalizó en el cuerpo técnico, pese a que el planteamiento del choque fracasó desde el pitido inicial.

De todas formas, la debacle vivida ante el Reus es parte del pasado. Un pasado que, lógicamente, lastra el presente de cara a una vuelta de un enfrentamiento que se antoja casi imposible de voltear. A pesar de todo, Munitis dijo ayer que mantiene las esperanzas de cambiar el destino. «No damos por perdida la eliminatoria», aseguró. De momento, el plan no ha cambiado. El equipo viaja hoy hasta la localidad catalana, como estaba previsto desde la pasada semana, y el técnico desplaza a 19 futbolistas: «Si no creyésemos, nos quedaríamos en casa». El entrenador verdiblanco basa esas creencias en «infinidad de casos en el fútbol» en los que la situación cambió por completo de una semana a otra, y citó el Girona-Zaragoza de la pasada temporada, de ascenso a Primera.

El Racing necesita un 0-3 para empatar la contienda y, al menos, un 1-4 para lograr el ascenso. Se antoja una utopía. Y para conseguirlo, Munitis descarta salir a por el rival desde el pitido inicial: «Sería un error ir a lo loco desde el minuto uno; no seríamos capaces de mantener ese ritmo. No podemos salir a jugar un partido pensando en que tenemos que meter tres goles de inicio, porque eso nos va a generar una ansiedad». Otra vez, el estado mental de un equipo que se ha mostrado endeble cuando la presión ha arreciado, pese a que prácticamente todas las semanas del campeonato, una de las sesiones de entrenamiento se ha dedicado única y exclusivamente a fortalecer el estado psicológico de los futbolistas. Si el apoyo de casi 18.000 espectadores en las gradas de los Campos de Sport resulta perjudicial, algo está fallando. Las opciones de remontar, según Munitis, «nos las irá dando el propio partido». «Si somos capaces de ir por delante en el marcador, les pueden venir las dudas», agregó el entrenador santanderino.

«Normalidad»

Ese, el de buscar una remontada casi de ensueño, es el objetivo más cercano y, seguramente, más complicado para el Racing. El técnico tiene otro objetivo en mente. «Sabemos que es una misión complicada. Lo primero que nos planteamos es recuperar las buenas sensaciones y reencontrarnos a nosotros mismos. Que el equipo vuelva a sentirse fiable. Pero no renunciamos a nada, porque todo puede pasar», insistía ayer Pedro Munitis, porque sigue pensando en que la derrota frente al Reus «fue un accidente». Para lograrlo, esta semana ha decidido realizar dos sesiones a puerta cerrada en los Campos de Sport en busca de «tranquilidad» y, sobre todo, según dijo, ha intentado transmitirles a los jugadores «normalidad» para salir del bache. «Estamos preparados para competir otra vez. El equipo se ha ido recuperando y hoy por ayer hemos entrenado mejor. Los jugadores están con ganas», añadió.

Para cimentar esa actitud de no rendición que el técnico quiso dejar clara ante los medios, Munitis aseguró que la idea será prácticamente la misma de toda la temporada. «No vamos a hacer ninguna revolución», reveló, aunque, como siempre, no quiso dar muchas pistas a su homólogo rival. Lo único que anunció como fijo es que Migue García volverá a actuar como lateral izquierdo, ya que el jiennense «no fue culpable en ninguna de las acciones» que llevaron a la derrota del pasado domingo.

Pedro Munitis no prevé que el Reus plantee el partido de vuelta de una forma muy distinta a la de los Campos de Sport de El Sardinero. «Si les fue bien aquí, quizá no cambian tanto», comentó. Respecto a qué puede hacer el Racing para ser superior al conjunto catalán, el técnico hizo especial hincapié en «mover el balón mucho más deprisa de lo que lo hicimos el otro día».

«Confianza cero» en Reus

Mientras tanto, el Reus sigue intentando contener la euforia. No celebrar nada hasta que esté completamente amarrado. «Confianza cero», es el mensaje de los futbolistas y el técnico reusense, Natxo González, aunque en la ciudad tarraconense se están viviendo días muy especiales con su equipo con pie y medio en Segunda División. Eso, acompañado a que apenas a quince kilómetros el Nástic de Tarragona lucha por subir a Primera División, se trata de unas fechas históricas para el balompié de la provincia.

El técnico vasco del Reus podrá contar con la práctica totalidad de sus futbolistas para recibir al Racing. La única duda es la de Fran, que terminó el partido del pasado domingo con molestias físicas que sigue arrastrando a día de hoy, aunque se espera que pueda entrar en la convocatoria. De todas formas, lo más prbable es que el entrenador rojinegro cambie su registro y opte por su máximo goleador, Edgar Hernández, como principal referencia ofensiva. La presencia del corpulento delantero le permitirá a los catalanes realizar un juego más directo y le ofrecerá un mayor potencial a balón parado en un partido en el que, quien tiene que poner la carne en el asador es el conjunto visitante.

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