Ángel Viadero es el primero de la lista

Los responsables de El Sardinero se han puesto en contacto estos días con el cántabro. La intención, dado que las relaciones son fluidas por razones obvias, ha sido conocer su situación actual en el Burgos. Viadero se encuentra a gusto y prueba de ello es que su reciente renovación con el Burgos ha sido de dos temporadas, algo que no ha sido muy habitual en su carrera deportiva, salvo en contadas excepciones como fue su paso por el Noja o el Sestao. En el club castellano parece que ha encontrado acomodo y por eso su salida en caso de que se llegara a producir se antoja difícil. Este periódico también contactó en la jornada de ayer con el técnico cántabro y su respuesta fue escueta y muy directa. «Tengo contrato con el Burgos». Resulta sencillo de entender que Viadero renunciara a hacer cualquier tipo de declaraciones al respecto, puesto que en su situación laboral aquello que diga puede ser mal interpretado.

Enésima vez

Es la enésima vez que su nombre aparece en escena cuando al Racing le ha hecho falta un entrenador. Su pasado racinguista ocupó el banquillo del filial seis temporadas, además de todos los años de formación en la cantera verdiblanca le han convertido siempre en uno de los preferidos. Lo fue en aquella ocasión en la que el primer equipo estaba deshauciado y camino de Segunda División a falta de cuatro jornadas (2005-2006). De hecho, el presidente por aquel entonces, Manuel Huerta, mandó llamarle a filas, pero en el último momento los asesores se decantaron por Nando Yosu, la opción más fácil. Más tarde, cuando las urgencias volvieron a ser tan grandes y al equipo le sucedieron los descensos, el santanderino volvió a ser el preferido por todos. Fue en la campaña 2012-2013, con un Racing en Segunda B y tratando de ponerse al día en una categoría de otro planeta para el club. Tampoco pudo ser, ya que el Sestao, un clásico de la división de bronce, se adelantó y cerró su incorporación tras salir del Noja.

Aquella vez, los verdiblancos tuvieron que echar mano de Paco Fernández, otro jornalero del fútbol modesto, y la apuesta salió bien. Un año más tarde, el asturiano fue destituido y a pesar de que el nombre del cántabro regresó a la primera línea, al ser a falta de tres meses de competición su regreso fue imposible. Al consumarse un nuevo descenso a Segunda b, con Munitis como responsable del banquillo cántabro, Viadero, de nuevo, fue sondeado. En esa ocasión el Burgos también se adelantó ante la poca insistencia con la que actuó el Racing, que meditaba como así fue su intención de mantener en el cargo al del Barrio Pesquero, pese al desastre.

Historial de deseos e insatisfacciones

Con todo este historial de deseos e insatisfacciones mútuas, el destino les ha vuelto a juntar en una encrucijada con difícil pronóstico. El Racing quiere contar con él, pero el Burgos también. Viadero, por su parte, nunca ha ocultado su deseo de entrenar al equipo de su tierra. Con motivo del partido que enfrentó a los cántabros con su actual equipo en el Plantío (0-1), el Burgos, esta temporada, el cántabro volvió a ser noticia y confirmó a este periódico sus futuros deseos. «No me gustaría acabar mi carrera sin dirigir al Racing».

Los dirigentes del club de El Sardinero ya conocen de primera mano la relación contractual que une al entrenador con los castellanos, por lo que la intención de cerrar la incorporación del técnico cuanto antes, por este camino pincha en hueso. Ahora bien, el último precedente que se recuerda en la entidad verdiblanca de algo parecido acabó con el entrenador en cuestión en el banquillo racinguista. Fue Paco Fernández, con contrato en vigor con el Caudal de Mieres. Ambos clubes llegaron a un acuerdo y el ovetense hizo las maletas para Santander. Habrá que esperar a ver qué recorrido tiene esta otra historia.