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Tuto y Quini, en el banquillo.
Materia prima sobre la que trabajar
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Materia prima sobre la que trabajar

El Racing no fue rival para el Sporting, pero plantó cara al Alavés en el homenaje a Preciado

J. compostizo /Dani martínez

Sábado, 30 de julio 2016, 18:51

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El Alavés se llevó el triangular de El Sardinero, pero no pudo conseguir el protagonismo. Este sábado, era para la figura de Manolo Preciado, el jugador y entrenador cántabro fallecido en 2012 que dio nombre a un torneo memorial en el que se reunieron tres de los equipos en los que dejó su impronta. Antes de echar a rodar el partido, antes de que el Racing mostrara ante los vascos y el Sporting lo que ya ha conseguido y lo que todavía tiene que conseguir en lo que resta de temporada, tuvo lugar el acto en recuerdo del astillerense. Con todo el público de pie y durante una ovación de tres minutos, un representante de cada uno de los conjuntos acompañó al hijo de Preciado, Manu, en la ofrenda en la que se depositó un ramo de flores en el banquillo que ocupó durante su etapa con la camiseta verdiblanca.

Con el balón ya en juego, si se aplica la doctrina del entrenador racinguista, Ángel Viadero, la de aprovechar los amistosos de la pretemporada para tomar buena nota de los fallos y tener tiempo de corregirlos antes de que se pongan en juego los puntos, ambos partidos cada uno de 45 minutos fueron productivos. Se vio un Racing con ideas que no siempre supieron plasmarlas en el terreno de juego. Con más fortaleza en la defensa que en el anterior encuentro en El Malecón contra la Gimnástica, a ratos supo tratar de tú a tú a sus rivales de Primera División. Pero sólo a ratos y sobre todo en el segundo choque contra el Alavés, contra el que llegaron a ser superiores. La pena es que las oportunidades en 90 minutos se contaron con los dedos de una mano. Casi ni eso. Lo mejor, las individualidades, tanto de los nuevos, como de los viejos y los jóvenes. Buenos ingredientes para un plato que todavía no sabe rico.

Los cántabros comenzaron el primer partido contra el Sporting con un juego serio, sobre todo en defensa, con intensidad y presionando a los asturianos desde la línea de centro de campo. Con ocho jugadores del filial o del juvenil en el once titular sólo estaban Borja San Emeterio, Granero y Óscar Fernández los locales llevaron la iniciativa en en los primeros minutos. El equipo daba confianza. Le costaba avanzar y mover el balón en vertical, pero en cambio ofrecía seguridad atrás. De hecho, del Racing fue la primera ocasión en el minuto 8, un centro que Óscar.Pasados diez minutos, seguía ofreciendo una buena imagen, pero ya empezaban a aparecer algunas dudas. Las alegrías duraron poco. Hasta que los gijoneses terminaron de desperezarse. Sin prisa, fueron buscando el balón y lo encontraron. Y se lo quedaron hasta el final. Quintando tres intentos puntuales, el Racing se olvidó más bien no pudo por la superioridad de un conjunto de Primera División de lo que había hecho hasta entonces y recordóque el Sporting era favorito. Con gritos cuando hacía falta y aplausos cuando lo merecían, Videro, que estuvo fuera del banquillo casi todo el partido, intentó quitar los complejos sin éxito.

A partir de ahí el encuentro perdió emoción. Antes del gol de Carmona de cabeza después de un centro al segundo palo de Álvaro Bustos que adelantó a los visitantes y en el que Peón pudo hacer poco, ya hubo algunos avisos. Y después también. Como un pase de la muerte de Isma López que se quedó en nada o una jugada en la que Joel tuvo el segundo, pero pecó de generoso. Antes del segundo tanto, el Racing llegó a la portería de los de Abelardo en media docena de ocasiones. Cuando hubo más peligro fue cuando Óscar cogía el balón o cuando el chaval Sergio Ruiz recuperaba en mitad del campo. Ellos fueron los dos jugadores más destacados del equipo verdiblanco, que estrenó en El Sardinero la equipación que presentó esta semana. Atrás, Borja San Emeterio buscaba subir el balón. No funcionó tampoco eso, ni las faltas al área. Y Granero aportaba la agresividad para frenar a los asturianos, que se gustaron con posesiones largas y trabajadas.

Una de ellas fue la que acabó en el segundo gol. Tras dos paradas consecutivas de Peón, Álvaro Bustos introdujo el balón en la portería en un rechace al que no llegó la defensa. Jaime pudo meter el tercero a un Racing al que se le vio agotado.

Contra el Alavés

Viadero cambió todos los jugadorse en el segundo encuentro contra el Alavés e introdujo a tres de los nuevos fichajes, Héber, Julen Castañeda y el delantero Aquino Raúl Dominguez y Córcoles continúan su puesta a punto. En el campo sólo quedó Prada, que había salido en los últimos minutos del partido interior y se incorporaron Álvaro Peña y el resto de canteranos. Con el mismo 4-4-2 que ante el Sporting.

El encuentro comenzó de forma muy similar al anterior, con un Racing serio y sin miedo apresionar. La diferencia es que en esta ocasión no se desvaneció con el paso de los minutos y supo aguantar a los vitorianos. Los de Viadero también llegaban más fácil y empezaron a tocar cerca del área contraria. Sólo eso, sólo tocar. Porque habían pasado ya 20 minutos y el portero rival Ortolá tampoco Viorel, bajo el palo local no había intervenido.

Que el Racing diera un salto de calidad no se tradujo en un mayor espectáculo. Más bien al revés. El equilibrio de fuerzas hizo que el partido se tornara cada vez más aburrido y empezaran a crecer los nervios también la intensidad en las entradas en ambos conjuntos. Sólo los detalles de calidad de Álvaro Peña o Héber Pena, que tuvieron varios, y el hambre de Aquino lograban despertar a la grada. Porque el Racing estaba seguro y con velocidad, pero en la zona media.

En el minuto 25 empezaron a pasar cosas. Un remate peligroso del Alavés que despejó como pudo Viorel reanimó a los cántabros. Así llegó la ocasión más clara del Racing en todo el memorial, un chute ajustado de Peña que interceptó el portero. Los verdiblancos tuvieron más ocasiones, aunque las dos más claras fueron de Toquero para el Álaves. El empate fue justo.

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