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Y la banda volvió a tocar
fútbol | segunda división b

Y la banda volvió a tocar

El Racing, en el peor partido de la temporada, firma otra remontada sobre la bocina

Sergio Herrero

Domingo, 16 de octubre 2016, 16:51

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La designación de Bob Dylan como premio Nobel de Literatura ha traído discusión. Modernos y puristas cara a cara por una decisión que ha traído cola. Sin embargo, el Racing es líder indiscutible. Nadie puede poner objeción alguna. Nueve partidos, ocho victorias, un sólo empate y apenas tres goles encajados. Números de campeón. Y eso que el Tudelano se presentó el domingo a los Campos de Sport respondón. Entre los navarros y las piernas cansadas de los racinguistas, el equipo de Viadero cuajó uno de sus peores partidos. Cuando todo parecía perdido, cuando la velada llegaba a su final, la banda como se autodenominan los futbolistas verdiblancos volvió a tocar. Y el concierto terminó con aplausos. Aunque llegarán los malos momentos, la dinámica de este equipo sigue dando sensación de ser absolutamente indestructible.

"Que tus manos siempre estén ocupadas, que tus pies siempre sean veloces y que tengas una fuerte base para cuando el viento cambie de golpe... Que tu corazón siempre esté alegre, que tu canción sea siempre cantada". La vitalidad del Racing se mantiene joven en este primer segmento del campeonato. Forever Young, que diría Dylan. El Nobel premia una trayectoria. Aquí, en la batalla que libra el Racing, la evolución continua sólo sirve para preparar mejor el examen final. En el conservatorio del fútbol modesto, lo importante es tocar la partitura sin error durante el play off de ascenso. Y el domingo el equipo cántabro, casi por primera vez en lo que va de Liga, se vio contra las cuerdas y en unas difíciles condiciones. Tuvo muchas opciones de suspender.

El rocoso escenario montado por el Tudelano mermó la acústica de los Campos de Sport. El equipo navarro ha cambiado de director de orquesta. Del veterano Manix Mandiola al joven Sergio Amatriaín, que se mudó de ciudad tras hacer una gran campaña con el modesto Izarra. Sin embargo, la partitura es similar. Presión adelantada, tempo allegro y pocos espacios para el silencio. Con estas premisas, el Racing se encontró más incómodo que nunca en lo que va de temporada. El equipo cántabro desafinó más de la cuenta en la primera mitad. La salida del balón desde atrás fue imprecisa y en las zonas de ataque las pérdidas fueron la tónica dominante. Al tran-tran, con ese estilo dylaniano de ir encajando versos.

Mejores ocasiones

Las mejores ocasiones antes del descanso fueron para un cántabro. Para el que ayer vestía de rojo. En el minuto 11, Chema Mato enganchó la pelota tras un error de Mikel Santamaría en el despeje, pero su disparo se marchó desviado cuando lo tenía todo a favor. Más tarde, el centrocampista del Tudelano se quedó solo ante Iván Crespo. Esta vez su intento se fue muy cruzado, cerca del poste de la meta verdiblanca. Hubo suerte.

La melodía racinguista se perdió una y otra vez en el ruido que la interpretación navarra dejó delante de su área. Dos lanzamientos lejanos de Bontempo fueron los únicos argumentos de los de Ángel Viadero. El meta Pagola no se manchó los guantes. Tenía que llegar este día. El camino para el Racing no podía ser siempre tan favorable y llano como hasta ahora. La Segunda División B no es el recorrido del campeonato del Mundo de ciclismo en ruta que este domingo se disputó en Catar. Aquí hay rampas, muros, pinchazos y pájaras. El Tudelano, el domingo, fue el primero de los rivales en discutir con razones de peso la superioridad verdiblanca.

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A rebato

En el Racing, en la banda dirigida por Viadero, cada uno tiene su tempo y su función. Sin embargo, como la tarde no sonaba nada bien por el césped de El Sardinero, el entrenador verdiblanco ordenó cambiar el repertorio previsto. Héber tocó a rebato nada más arrancar la segunda parte con dos internadas que, si bien acabaron en las manos de Pagola, despertaron al personal de la anestesia generalizada a la que estaba sometido por un partido más parecido a una sesión de música chill out que a los conciertos de rock and roll que venían sucediéndose en el estadio racinguista desde que arrancó la temporada.

César Díaz estuvo cerca hacer cantar a la grada con un lanzamiento de falta que se marchó silbando a la cruceta del poste. Mientras que Viadero pinchó el éxito musical del otoño para intentar cambiar la dinámica del encuentro. El Couly is on Fire no lo ha escrito Bob Dylan, pero a los aficionados racinguistas se les pega con facilidad. Aunque a Óscar, que fue sustituido por el senegalés, no le debió gustar mucho la canción que le acompañó al enfilar el camino del vestuario.

Las claves del partido

  • 1. Mal primer tiempo.

  • El Racing completó sus peores momentos de la temporada antes del descanso.

  • 2. Un rocoso Tdelano.

  • El equipo navarro, fiel a su estilo, puso en muchos aprietos al conjunto de Ángel Viadero.

  • 3. Fátiga.

  • En apariencia, las piernas verdiblancas estaban cargadas después de la eliminatoria copera.

  • 4. Coraje final.

  • El coraje llevó al equipo cántabro al triunfo, apoyado en la superioridad numérica.

El aguafiestas

Cuando la grada de El Sardinero empezaba a entonar, llegó el aguafiestas de turno. A tiempo para quebrar la toma de ritmo racinguista. Meseguer le dio al Racing con el bombo al lado de la oreja. Un zapatazo desde unos 25 metros se coló por la escuadra de la meta de Iván Crespo. Inapelable. La afición, acostumbrada a lo bueno, sufría el primer revés doloroso del curso.

El Racing se marchó a por el empate como pudo, aunque quizá las piernas pesaban más de lo previsto después de la intensa eliminatoria copera del pasado miércoles. El equipo cántabro no tenía la energía suficiente para interpretar el Huracán (Hurricane) de Robert Allen Zimmerman. Pero tiró de coraje, como quince días antes frente al Valladolid B, para tratar de recuperar los puntos perdidos. Viadero, desde el banquillo, también cambió la disposición de sus hombres para poner toda la carne en el asador. Retiró a Bontempo del lateral izquierdo, dejó una línea de tres atrás y dio entrada a Caye Quintana en ataque.

En los conciertos, las mejores canciones siempre se dejan para el final. Y el Racing aún estaba escribiendo la suya. Con el área más abarrotada que la última actuación del genio de Minessota, un balón colgado iba a cambiar todo el decorado. Caye Quintana no llega a rematar y Héber trata de mandarlo hacia la portería como puede. La pelota la paró Delgado con las manos en la misma línea de gol. Prácticamente la agarró como si fuese el portero. El colegiado lo vio tan claro que mostró la cartulina roja directa al zaguero navarro antes de señalar el penalti que daría el empate al Racing. Dani Aquino aprovechó el lanzamiento. Volvió a mirar a la grada e hizo el gesto de la trompeta. La banda volvía a tocar. No tan bien como un Rolling Stone, pero mejor de lo visto hasta entonces.

Viento a favor

Este equipo vive tal momento de gracia que puede interpretar la obra que quiera con aplauso al final. El secreto está en el aire, ese aire que empuja a los de Viadero hacia adelante. "Cuántas veces debe un hombre levantar la vista antes de poder ver el cielo. La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento". Versos de Blowing in the Wind para un Racing que sigue con el viento a favor. Y empujado por el aliento de un graderío enfervorecido y del coraje innato de la plantilla, a pesar de que el tiempo escaseaba, había muchas opciones de que la contienda no terminase en empate. Cada vez que los verdiblancos tardaban en colgar el balón al área, los de fuera apremiaban. Algo así como un Otra, otra. Trabajo de equipo.

El colegiado había reservado cuatro minutos para compensar las pérdidas de tiempo y ya habían transcurrido tres. La bocina estaba al caer. La pelota le cayó a César Díaz en el centro del área, intentó un centro chut y en boca de gol, quizá en posición incorrecta, Caye Quintana dio la nota final. Todos miraron al árbitro hasta que el juez dio el veredicto. Mano hacia el centro del campo. Ovación en la sala.

La marcha del Racing es para tomar nota. El equipo cántabro ya le saca diez puntos al quinto clasificado Izarra, que marca la línea que separa el play off de la nada. A los grandes favoritos antes de arrancar la campaña, Ponferradina y Racing de Ferrol, les aventaja en once y catorce puntos, respectivamente, justo antes de visitar a los bercianos. Casi nada. Sólo la Cultural Leonesa, con otro inicio de Liga espectacular sigue el ritmo marcado por la banda verdiblanca. Tócala otra vez, Racing. En el escenario de El Toralín.

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