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Israel Puerto salta por un balón con Borja Iglesias, ante la mirada de Dani Aquino.
Síntomas de depresión

Síntomas de depresión

El Racing, superado por el Celta B, empeora su imagen, cae de forma merecida ante un rival directo y pierde la oportunidad de asaltar el liderato

PPLL

Domingo, 15 de enero 2017, 16:27

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Los años de locura racinguista se cobran factura. La pasada semana, en un diván, a un aficionado verdiblanco le fueron pasando diversas láminas con imágenes, a priori, difusas. Ese método conocido como el test de Rorschach. Que si una pelvis, que si un murciélago o el gol de Gonzalo Colsa en París... Respuestas variadas y hasta sorprendentes de cómo el paciente interpretaba las manchas plasmadas en el papel. Para terminar la prueba, el psiquiatra reprodujo en el televisor de su consulta varios fragmentos de partidos del Racing de esta temporada: Palencia, Mutilvera, Arandina... El supuesto enfermo torció el gesto. Una mueca que cambió automáticamente cuando el médico, que tomaba notas en su libreta, le mostró la clasificación del grupo I de Segunda División B. Sonrisa. Realidades contrapuestas. "¿Qué me pasa, doctor?", cuestionó el aficionado. "No se preocupe, entra dentro de los parámetros del racinguismo. Todo es normal". Mal sin tratamiento.

El paciente, llamémosle Equis, se sirvió este domingo su dosis semanal de jarabe verdiblanco sentado en su asiento de los Campos de Sport. Bufanda para el frío y bocadillo de avituallamiento. El problema es que su equipo, esta vez, le dio un importante disgusto. Una derrota más que merecida ante un enemigo directo que fue muy superior. Se acabó eso de jugar sobre el alambre. No hubo ni victoria sobre la bocina ni genialidad de última hora. Un castigo a la incapacidad.

Durante la primera mitad, Equis pudo ver lo mismo que en los últimos compromisos del Racing, con la notable diferencia de que, enfrente, se encontraba uno de los que la pelota ha colocado como candidato al play off de ascenso. Así que el resultado fue bastante diferente. Un Celta B dirigido por el exracinguista Alejandro Menéndez que mantiene en vilo a la defensa rival cada vez que cruza la línea de mediocampo con el balón en su poder poco que ver con el Racing del técnico asturiano, en una etapa negra dentro del club. Mucha dinamita en la parcela ofensiva.

Equis llegó a temer lo peor durante los primeros 45 minutos al ver el dominio del Celta B y las dudas del Racing. Sus miedos se vieron confirmados con el pitido final. El paciente pensó en llamar de urgencia a su psiquiatra cuando se fueron sucediendo las ocasiones gallegas. Borja Iglesias encontró portería al poco de comenzar el encuentro. El máximo goleador olívico tuvo otra en un remate centrado desde el corazón del área que se marchó directamente a las manos de Iván Crespo. Pero cuando a Equis estuvo cerca de darle un parraque fue tras un centro de Caste desde la banda izquierda. La pelota, lentamente, cruzó el área sin encontrar ni rematador de defensa que la despejase. Como regodeándose. Hasta que se topó con el poste izquierdo de la meta racinguista.

El equipo cántabro, liderado por un Sergio Ruiz que decidió coger los galones en el centro del campo, poco a poco se fue sacudiendo el dominio gallego, aunque apenas creó peligro en la portería de Néstor antes del descanso. Sólo en el descuento, Equis pudo llevarse las manos a la cabeza y soltar un sonoro huy. Caye Quintana, en su enésima oportunidad como titular, estuvo a punto de cambiar su suerte. Un buen centro de Julen Castañeda lo remató cruzado el onubense, pero la pelota se marchó cerca del poste.

A Equis, el Racing del inicio de la primera parte le recordó a aquel delicioso flan que hacía su abuela. No por sabor, sino por la textura. Tembleque. Un error de Sergio Ruiz facilitó un disparo de Borja Iglesias que detuvo Iván Crespo. Y otra pérdida de Julen dejó al ariete celeste otra opción que se marchó fuera por poco. Como hacía Equis con el postre de su abuela, Borja Iglesias se iba a dar un atracón con el Racing. Las dudas y la falta de tensión verdiblancas se vieron castigadas en el minuto 54, con el equipo de Viadero partido por la mitad. Iglesias ganó la espalda a la defensa y batió a Iván Crespo, incapaz de hacer nada ante el celeste.

Es cierto que Sergio Ruiz había cometido dos errores graves casi consecutivos pero aun así estaba siendo de lo poco destacable del cuadro local en el cómputo global. La decisión de Viadero de retirar al astillerense no gustó en la grada. Tampoco a Equis, que silbó, como un importante sector de la platea, la sustitución.

Dani Aquino quiso echarse el equipo a la espalda cuando la cosa se puso fea. Se pidió hasta los saques de banda. El murciano forzó una falta que se encargó también de lanzar. Su disparo lo sacó Néstor con una palomita. Pero ni todos los días son fiesta ni el Torito es omnipotente. Por eso, el Racing culminó su horrible tarde con una derrota más que merecida.

Silbidos

Si en el cambio de Sergio Ruiz fueron para el banquillo, en el de Caye Quintana la música de viento se la llevó el jugador onubense, cuyo rendimiento sigue siendo muy criticado por la afición verdiblanca. Este domingo tampoco fue el día del andaluz, destinado a la suplencia si llega un delantero Abdón Prats u otro en el mercado de invierno.

Con un activo Coulibaly sobre el campo, la situación no cambió demasiado. El Racing, sin mucha fe, metió al Celta B en su área. Sin embargo, el conjunto gallego permaneció muy cómodo en su labor defensiva ante un rival con escasos argumentos. Y más aún cuando el equipo cántabro dejaba huecos atrás, perfectos para los contraataques visitantes. Brais, en dos ocasiones, pudo poner la puntilla al partido.

El Racing pereció igualmente. Y lo único positivo que le quedó a los de Viadero fue que el resto de rivales directos no pasaron del empate aunque visto de otra forma, se perdió una gran oportunidad de asaltar la primera posición. Ni la Cultural Leonesa frente a la Ponferradina de Pedro Munitis, ni el Pontevedra en su visita a Mutilva. El Racing se mantiene en segunda posición, a tres puntos del líder, pero con sólo uno de ventaja sobre el Celta B. La moral, antes de una dura visita el próximo domingo a Pasarón, se ha visto notablemente resentida.

El cardiólogo chará de menos esta semana a Equis, que cada lunes solía marcar su teléfono para pedir cita. Finales de infarto. Su corazón, esta semana, ante un castigo tan justo, no sufrió. Aunque puede que, como al Racing, le hagan falta más sesiones de terapia ante el evidente peligro de entrar en depresión. Equis, de momento, está sano. El equipo de Viadero empieza a mostrar síntomas de una enfermedad aún por determinar.

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