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Exiliados

Desde octubre no se entrena ni se juega en los campos de césped artificial de La Albericia

Lorenzo A.Manchado

Sábado, 21 de enero 2017, 07:56

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No sé a quién pertenece ahora mismo la decisión de agilizar el proceso del arreglo de los campos de La Albericia. Confieso que no me gusta nada leer nada sobre enredos de papeles, contratos, convenios, subvenciones y todos estos embrollos burocráticos ni siquiera sé si es algo burocrático o de otra índole porque, aparte de que me aburre solemnemente, no entiendo absolutamente nada. El otro día ha llegado una carta de Hacienda y no he tenido ni el valor de abrirla, sobre todo porque sé a ciencia cierta que lo que contuviera, bueno o malo, me iba a parecer indescifrable. No viviré suficientes vidas para agradecer a Olga que se encargue de todos esos asuntos. Pero sí que sé una cosa (no tiene mucho mérito, porque está clarísimo): sé quiénes son los perjudicados. Y como casi siempre en estos casos, coincide que son los que menos culpa tienen.

Los que están pagando esta tardanza en el arreglo de los campos son principalmente los chicos de las categorías inferiores del Racing. Como en toda buena guerra que se precie, también hay daños colaterales. En este caso entrenadores y colaboradores que acompañan a los equipos, padres y encargados de llevar a los chicos a jugar y a entrenar y responsables de la cantera a los que les dificulta muchísimo su trabajo tener a los equipos en el exilio, repartidos por Cantabria. Porque si empecé hablando de galimatías, les voy a poner uno de complejidad máxima: el organigrama de dónde entrenan y juegan cada uno de los equipos de la base del Racing.

El juvenil División de Honor entrena en el Complejo y en Soto de la Marina, según el día. Juega en el campo 1 de las Instalaciones Nando Yosu (puede hacerlo porque es hierba natural, pero no entrena en hierba natural durante la semana). El juvenil B entrena en el Complejo y en Miengo, también según del día. Juega en el Complejo. El cadete A entrena toda la semana en Miengo y juega en el Complejo (no lo hace donde entrena). El cadete B entrena en Guarnizo y juega en el Complejo (tampoco juega donde entrena). El infantil A entrena entre Villaescusa y Miengo y juega en Villaescusa (al menos puede hacerlo donde entrena algún día). El infantil B entrena en Villaescusa y también juega allí.

Los alevines y chicos de la academia sí que entrenan en La Albericia, pero juegan en el Complejo porque el campo 4 tiene menor riesgo de lesión para ellos.Además, al ser más pequeños se decidió que a ser posible fueran los que menos tuvieran que moverse de un sitio a otro.Algo muy acertado desde mi punto de vista. Pero no está mal, ¿eh?

A todo lo que trae consigo para familias y chicos estos cambios, ya no sólo de lugar sino en muchos casos también algún horario digan a cualquier familia que tiene que cambiar un solo día el horario vespertino de un chico y verán qué cara pone, porque ese es otro tipo de operación algebraica avanzada: cuadrar los horarios de entrenamientos con las extraescolares hay que sumar el hecho de no jugar casi nunca donde se entrena.

Les puede parecer un detalle mínimo, pero pregunten a cualquier técnico su opinión. Nunca juegan en casa. Claro que después el orgullo racinguista alcanza cotas estratosféricas cuando un chico debuta con el primer equipo o un portero lo hace con la selección española sub 17 lo de la portería es algo que merece mención aparte, hay que ver cómo entrenaban en esos campos que hay que arreglar; les puedo asegurar que les enseñan fotos de las caderas amoratadas de caer y caer una y otra vez al suelo y se les cae el alma al suelo, pero hay que darles medios. Todos los que estén al alcance, pero qué menos que campos donde entrenar. Hay que valorar el esfuerzo que hacen las familias para adaptarse lo mejor posible a toda esta situación.

Llega a tal punto la comprensión de los padres que he hablado con varios que comentan: "No hay mal que por bien no venga; los chicos han mejorado muchísimo al entrenar en campos que están bien, se ha notado enormemente". También hay que hacerse eco del agradecimiento del Racing a todos los clubes que están acogiendo a los equipos de la base racinguista.

Desde octubre no se entrena ni se juega en los campos de césped artificial de La Albericia. Estamos a mediados de enero, el plazo que se puso se cumple en febrero y todo apunta a que no se va a cumplir. A estas alturas, de verdad, da igual de quién sea la responsabilidad: Ayuntamiento, Racing, Federación da lo mismo. Por favor: arreglen los campos cuanto antes, por todos los chicos que lo están sufriendo.

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