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Estado de la fachada principal del estadio tras la reparación de los encofrados y el cerramiento y cubierta metálicos, los dos elementos que sufrían desprendimientos
Restaurar el exterior de los Campos de Sport costará 354.000 euros

Restaurar el exterior de los Campos de Sport costará 354.000 euros

Ya se han reparado las costillas de hormigón y ahora se sustituirá el cerramiento, según confirma el Ayuntamiento, de Santander, encargado de sufragar los trabajos

Aser Falagán

Jueves, 23 de marzo 2017, 07:25

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Reparar la fachada y cubierta de los Campos de Sport le costarán al Ayuntamiento de Santander 354.000 euros, según ha confirmado la propia Casona y siempre que se cumpla el presupuesto de unos trabajos que ya han entrado en su fase final. El Racing, por su parte, también ha tenido que acometer algunas reparaciones en los accesos se considera que este problema era debido a la falta de mantenimiento achacable al inquilino, y no un daño estructural que apenas han tenido un coste de unos miles de euros.

Las costillas de hormigón y las cubiertas del estadio, un edificio que no ha cumplido los 29 años, presentaban hasta hace unos meses un peligroso estado del que habían alertado incluso los bomberos municipales, que habían instado al Consistorio a reparar la estructura en un momento en el que los desprendimientos se habían convertido ya en un peligro para la seguridad de los ciudadanos.

Tras una larga polémica en la que intentó que fuera el Racing quien reparara el estadio, el Ayuntamiento tuvo que asumir como propietario del recinto la restauración de unos elementos estructurales que tras los trabajos llevados a cabo por Siec lucen ahora como el primer día.

Las dos actuaciones fundamentales han sido, según explica el propio Ayuntamiento "la reparación estructural de las costillas de hormigón armado que sustentan la cubierta del estadio y la sustitución de las chapas del cerramiento exterior por deterioro de las mismas debido al paso del tiempo". Se ha puesto fin así a una situación endémica que se había detectado hace al menos dos años, pero que en los últimos meses se había agravado especialmente hasta convertirse en motivo de debate y potencial peligro para los viandantes.

Estructura de hormigón

Para la reparación de los encofrados se han limpiado con agua a alta presión las zonas dañadas por efecto de las tensiones internas generadas por el aumento de volumen producido por la oxidación de las armaduras. Después se picó la zona afectada para dejar a la vista las armaduras y poder así limpiarlas y tratarlas.

Ya con la zona completamente saneada se reconstruyeron los elementos en un proceso que comenzó con el chorreado con arena para eliminar el óxido persistente y a la aplicación de un producto pasivador que aporta una protección anticorrosiva. Se aplicó después un puente de unión para garantizar la adherencia de los morteros de reparación con el hormigón preexistente y se recuperó la volumetría original con morteros tixotrópicos de alta resistencia.

Finalmente, se aplicó una protección adicional mediante un revestimiento cementoso impermeable con una doble función: proteger la estructura prolongando su durabilidad por una parte y mejorar su estética al igualar el aspecto de las zonas tratados con el de aquellas en las que no ha sido necesario. Por último, se aplicó a toda la superficie de un tratamiento hidrofugante, de aspecto incoloro, y que reduce aún más la penetración del agua a través de los poros del hormigón.

Chapas del cerramiento

En cuanto a las chapas metálicas del cerramiento y la cubierta, se han llevado a cabo una serie de catas e inspecciones a lo largo de las fachadas del estadio para identificar las zonas más deterioradas y el origen de las patologías. La gran corrosión de las chapas y de algunos de sus elementos de fijación, ya imposibles de reparar, confirmaron tras el estudio lo que ya se había comprobado a simple vista y a fuerza de que tras cada temporal aparecieran desde pequeñas piezas hasta alguna de cerca de dos metros en los alrededores después de que el viento las arrancara de la estructura: había que sustituir completamente el cerramiento superior (el metálico).

Esta es precisamente la fase en la que se encuentran las obras, según explica el propio Ayuntamiento. Siec trabaja ahora en retirar las chapas y los soportes que se encuentren en mal estado para sustituirlos después por otros de acero galvanizado.Sobre esta estructura se instalarán unas nuevas placas "más estéticas y con un aspecto menos industrial que las actuales perfil tipo minionda en gris metalizado y de alta resistencia a la corrosión".

A día de hoy ya se han retirado, de nuevo según la información facilitada por elConsistorio, todas las chapas ubicadas en los falsos techos, y se espera que el proceso de montaje de las nuevas chapas comience en un mes, una vez que se reciba el material en obra.

Más de un año

El Ayuntamiento de Santander se hizo cargo el 29 de septiembre de las reformas estructurales de los Campos de Sport tras una larga polémica.Más de un año antes los bomberos habían alertado del riesgo para la seguridad que suponía el estado de las costillas, cubierta y cerramiento y habían instado al propietario el propio Consistorio a repararlo.De hecho, de la propia Casona salió un requerimiento que el equipo de Gobierno transmitió sin embargo al Racing.Después de casi un año de letargo, los nuevos desperfectos provocados en septiembre por un temporal reabrieron la polémica.

El Ayuntamiento volvió a requerir al club y este apeló con el convenio de cesión como argumento ante lo que el Consistorio se vio obligado a actuar. "Los servicios técnicos municipales han estimado parcialmente el recurso de reposición interpuesto por el Racing en relación a las obras de reparación del campo de El Sardinero, de manera que el Ayuntamiento se hará cargo de las que afectan a las ménsulas de hormigón y el recubrimiento de chapas y el club deberá reparar las zonas de acceso en las que el pavimento está deteriorado como consecuencia del uso", señalaba la nota de aquel 29 de septiembre.

La resolución se produjo un día después de que el Pleno rechazara la moción por la que se solicitaba que fuera el Consistorio el que se hiciera cargo de los trabajos. En aquel momento, tanto el alcalde como los concejales de Urbanismo y Deportes, César Díaz y Juan Domínguez, sostuvieron haberlo hecho en cumplimiento del informe de los técnicos. Sin embargo, en la documentación que la propia Casona tiene sobre aquel proceso no figura ningún informe más allá del que firmaba la concejal de Economía, Ana González Pescador.

La resolución instaba a que reparara "las zonas de acceso al campo dentro del perímetro del mismo, puesto que los informes técnicos estiman que, en este caso, el deterioro ha sido causado por el uso", algo que el club ya ha llevado a cabo.

Respecto al pavimento perimetral que rodea al campo, los técnicos muniipales determinaron que había sufrido un notable hundimiento, "con toda probabilidad debido a un asiento generalizado sobre unos terrenos que conformaban una gran marisma sólo interrumpida por el estadio pilotado".

De este modo, se consideró que se trataba de "defectos de construcción que habrían aflorado aunque se hubiera mantenido el área sin uso", de modo que será también el Consistorio quien asuma estas actuaciones en el futuro. Unas actuaciones, de todos modos, mucho menos urgentes que las que se están llevando a cabo, y que se han prolongado algo más de lo calculado inicialmente.

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