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Sergio Herrero
Domingo, 28 de mayo 2017, 17:45
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La conexión del Racing a la Segunda División, al wi-fi de la élite futbolística, tendrá que ser lenta. Siempre en el mejor de los casos. En la barra de progreso, un 33,3 por ciento completado. Loading. El equipo cántabro salvó ayer con mucha holgura el primero de los momentos críticos. Solvencia máxima. Quedan dos más. Eliminatorias a vida o muerte. Con peligro de que todo se venga abajo y haya que resetear una vez más en el pozo y con un futuro incierto para el club verdiblanco. Los montañeses mostraron ayer su versión más contundente. Juego sin alardes y una brutal pólvora en la línea de ataque. 3-0. 6-1 en el cómputo global. Set y billete hacia la siguiente estación. El Racing aplastó al Rayo Majadahonda y espera a su próximo enemigo.
Ángel Viadero no se reservó nada pese al buen resultado cosechado en tierras madrileñas siete días antes. O sí, según se mire. El míster de Canalejas dio la titularidad a un Abdón Prats que había estado entre algodones toda la semana. Arma secreta. Y puso en liza la versión más defensiva y fuerte del doble pivote, con Jagoba Beobide y Borja Granero. Esas elecciones dejaron sin opciones a un Álvaro Peña que se quedó por primera vez en el banquillo por decisión técnica. El fino medio bilbaíno no ha encontrado la regularidad en su juego dentro del estilo de fútbol directo del entrenador santanderino.
El Racing invirtió el orden de los factores habituales. Empezó percutiendo sobre el área majariega como quien aporrea el teclado de forma insistente. Nada de especular. Perder la primera parte en aguantar el resultado no entraba en los planes. Quería pasar de página por la vía rápida. Los verdiblancos, apoyados por su entorno, asustaron a los futbolistas del Rayo Majadahonda.
El equipo cántabro sacó a relucir un repertorio de ocasiones y acercamientos que pudo dejar la eliminatoria sentenciada de forma definitiva. Un duro disparo de Santi Jara, prácticamente en la primera jugada del choque, se estrelló contra el lateral de la red defendida por Basilio. El meta rayista fue protagonista poco después. Una falta colgada al área por el propio Jara la peinó Borja Granero. Poderío en las alturas. El balón se dirigía a donde más le duele a los porteros. Sin embargo, el arquero, con una buena mano, envió el esférico a córner.
Santi Jara fue el jugador más activo del Racing en los primeros compases del encuentro. Marcando tendencia. Trending Topic. El almanseño volvió a colocar la pelota sobre el césped con las manos. Con mimo. Justo antes de pegarle con violencia. Un libre directo junto a la línea lateral del área se marchó buscando la portería y Basilio, de puños, despejó para evitar problemas.
Al Rayo Majadahonda le saltó una advertencia en la pantalla. Peligro. Los equipos bailaron un tango. Los madrileños dieron un paso hacia adelante y el Racing dio un pasito hacia atrás. Los majariegos, ahora sí, se hicieron con el control del centro del campo, pero en ningún momento turbaron la comodidad racinguista sobre el césped. Un disparo de Álvaro Portilla desde la frontal del área, que se marchó cerca del poste derecho de la meta de Iván Crespo, fue la única interferencia en el sistema de seguridad verdiblanco. No había lugar para hackers en el área local. Corría el minuto 24. El resto de la primera mitad fue un auténtico tostón. Sin ocasiones, con los porteros como espectadores y con escasas acciones de brillo sobre el terreno de juego. Sólo las dos tarjetas provocadas por Dani Aquino en los últimos minutos, que desembocaron en varios piques entre jugadores de ambos equipos y una fuerte discusión de camino al vestuario, lograron animar un poco el cotarro antes del descanso.
Antonio Iriondo trató de echar el resto retirando a un central Villalón y dando entrada a un delantero Jorge Félix. No le sirvió absolutamente de nada al técnico nacido en Rusia. Su sistema colapsó y el Racing hizo clic en el botón adecuado. Abdón Prats avisó con un lanzamiento raso desde fuera del área que el meta visitante envió a córner. Poco después, un centro de Beobide no llegó a rematarlo el ariete mallorquín y le llegó a Héber en el segundo palo. La dura volea del gallego se estrelló en el larguero.
El Rayo Majadahonda se iba a meter el troyano en su propia casa. Una cesión a priori fácil sobre el meta Basilio infectó al cuadro madrileño. El guardameta controló el balón con el pie, resbaló sobre el terreno. Abdón Prats, pirata en la sombra, le robó el balón y hasta la contraseña del correo electrónico. Profanó su intimidad. El balear se coló, andando con el esférico entre sus pies, en la portería rayista.
El tanto racinguista y la superioridad adquirida se hicieron virales sobre el terreno de juego y mandaron a la papelera el órdago lanzado en el Cerro del Espino una semana antes por el entrenador visitante: «Visto lo visto, en Santander ganamos seguro». El Racing no le dio ninguna opción. Y no solo no le otorgó un Me gusta, sino que terminó castigando la afirmación.
El conjunto de Ángel Viadero ya tenía la clasificación en su mano, pero siguió martilleando sobre el área madrileña con el objetivo de convertirse en influencer y colgar los goles en YouTube. Para mandar un mensaje de fortaleza a sus futuros rivales en este largo play off de ascenso.
Aquino hace sangre
Para ídolo de masas en las redes soiales, Dani Aquino. El murciano no se iba a marchar en la tarde de ayer de vacío. Una certera contra racinguista terminó con el Torito enfilando la portería majariega. El delantero racinguista, acompañado por Héber a su izquierda, no quiso compartir la acción. El egoísmo de quien tiene el gol entre ceja y ceja. No perdonó a un Basilio tocado por el desafortunado error del primer tanto verdiblanco. Y como Dani Aquino no tiene la palabra piedad dentro de su diccionario futbolístico, fue a por más. Lo encontró. El máximo goleador racinguista completó el doblete en otro mano a mano con el arquero visitante. Conexión directa con la próxima ronda del play off.
Los últimos minutos fueron una amalgama de guerrillas individuales. Los jugadores racinguistas buscaban su momento de disfrute particular. Lógicamente, eso no trajo nada bueno. Mientras tanto, el Rayo Majadahonda intentó maquillar un resultado quizá demasiado abultado para lo visto en el conjunto total de la eliminatoria, pero la mejor ocasión majariega terminó con un balón de Jorge de Frutos estrellado contra el poste de Iván Crespo.
Más allá de lo virtual, el equipo cántabro dio ayer y por extensión en el total del emparejamiento un máster presencial en solvencia. Esa fue la receta del Racing para pasar la primera eliminatoria del play off. El ascenso está un par de peldaños más cerca. Quedan cuatro. Un 66,6 por ciento por completar en la barra de progreso de color verdiblanco. Al equipo cántabro y a su entrenador le salen las cuentas de momento. Para qué cambiar. En una computadora, como en el fútbol, los cambios radicales no son buenos. Simplemente hay que actualizarse. Según las circunstancias. Para no quedarse obsoleto. El Racing, hasta ahora, vistoso o no para gustos se hicieron los equipos de fútbol, funciona como un tiro.
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