Largas colas de aficionados en El Sardinero

El gran ritmo de venta durante toda la semana (siempre se ha superado ampliamente el millar de entradas diarias) permite incluso aspirar a que los Campos de Sport rocen el lleno en un partido vital para los intereses verdiblancos.

También desde mediodía cientos de aficionados lucen ya los colores del equipo en Peña Herbosa, Hernán Cortés, Ataúlfo Argenta y otras zonas de vinos de la ciudad mientras el Racing se prepara para un duelo en el que debe remontar el resultado adverso encajado en Villanueva de la Serena.

El Racing encajó un 2-0 en el partido de ida de esta eliminatoria de la fase de ascenso, la segunda de las tres que debe superar para regresar a la Liga de Fútbol Profesional. Desde entonces puso en marcha una ambiciosa campaña de motivación que con el apoyo del entorno ha creado un clima favorable en la ciudad que propiciará al mismo tiempo una asistencia propia de los tiempos de Primera División.

El Racing cuenta este año con 8.500 abonados, de los que más de un millar no compraron el pase para la fase de ascenso. Así, puede quedarse cerca de triplicar el número de aficionados que tenía más o menos garantizados en un partido en el que necesita un 2-0 para igualar la eliminatoria y forzar la prórroga y un 3-0 para superarla, pero con la imperiosa necesidad de no encajar un tanto. El valor añadido de los goles a domicilio en caso de empate le obligaría en ese caso a conseguir una diferencia a favor de tres dianas para seguir luchando por el ascenso en el tercer y último emparejamiento y no quedarse por tercer año consecutivo en Segunda División B.