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Javier Cotera
Fútbol

Sí, pero no

El Racing gana al Gernika en un partido clave para Viadero, pero vuelve a dejar una imagen mejorable

Sergio Herrero

Santander

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Domingo, 14 de enero 2018

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El fútbol es bipolaridad en grado sumo. Lo que hoy es blanco mañana es negro y pasado de todos los colores. El Racing ganó esta tarde al Gernika. Para quien no viese el partido, objetivo cumplido. Además, esos tres puntos sirvieron para recortar uno –a cinco de distancia– con el liderato que ahora ostenta el Sporting B. El Mirandés se queda tres por delante. Hasta ahí, todo correcto. Incluso la primera parte del Racing dio para sonreír un poco en medio de la incertidumbre. Pero en la segunda mitad, el equipo cántabro estuvo a punto de mandarlo todo al garete. La secuela de la película de Gobela. Ahora el asunto se queda como estaba. Ángel Viadero salvó su pelota de partido con una victoria, pero la imagen verdiblanca volvió a ser contestada con enfado desde la grada. Todo ello, en vísperas de enfrentarse a los dos primeros clasificados. Los dos principales rivales en la lucha por el título. Lo dicho, bipolaridad extrema. Sí, pero no.

Viadero era esta tarde como el protagonista de la canción de The Black Keys que sonó antes del partido por la megafonía: ‘Lonely Boy’. Chico solitario. Así se mantuvo el entrenador en su área técnica durante los noventa minutos, sabedor de que el pobre rendimiento de su equipo le ha llevado a perder apoyos incluso dentro del Consejo de Administración. Al míster de Canalejas sólo le quedaba encomendarse a sus futbolistas, a que estos diesen la cara por el Racing e indirectamente por él. Y apostó por la veteranía. Óscar Fernández fue el único canterano presente en el once. Un once que contó con la vuelta de Regalón y Córcoles; el regreso de Borja Ganero al doble pivote junto a Antonio Tomás y con Héber en el extremo zurdo, pese a que el entrenador barruntó la opción de darle el chándal de suplente.

Tras una buena primera parte, en la que el equipo cántabro perdonó, estuvo a punto de tirarlo todo por la borda en un pobre segundo tiempo

Lo cierto es que el Racing, a diferencia de tantas y tantas primeras partes en estas dos últimas temporadas, salió fuerte. Con ganas. Aunque también con nervios quizá provocados por la ansiedad y por lo crucial de un choque que, en otras circunstancias, sería uno más de la larguísima campaña. Y no tardó el equipo cántabro en ponerse por delante. Y de qué manera. Un golazo. Dani Aquino se llevó el balón con la espuela e improvisó una pared con Óscar Fernández, que le devolvió la pelota al murciano con el mismo gesto. El ‘Torito’ sirvió a César Díaz por detrás de la defensa y el manchego no falló en el mano a mano.

El Racing mejoró notablemente con respecto a actuaciones previas, pero también pecó de problemas del pasado. Tras ponerse por delante, el conjunto verdiblanco tuvo ocasiones para haber matado el partido. Para vivir tranquilo. Para no tener que estar a expensas de que el rival te pueda hacer un roto y levantar los pitos desde el graderío. Borja Granero envió al larguero un centro de Dani Aquino en un libre directo. El ruido metálico del poste sonó a sentencia perdida.

Racing

Crespo, Córcoles, Julen, Regalón, Gonzalo (Gándara, min. 48), Antonio Tomás, Granero (Sergio Ruiz, min. 77), Óscar, Héber (Álex García, min. 81), Aquino y César Díaz.

1

-

0

Gernika

Diego, Kevin Calle, Murgoitio, Berasaluce (Pecharromán, min. 83), Carracedo, Larruzea, Enciondo, Olaetxea (Pradera, min. 81), Etxabe (Torrealdai, min. 87), Abaroa y Madrazo.

  • Goles 1-0, min. 14:César Díaz.

  • Árbitro González Hernández (Comité castellano leonés). Amonestó a los locales Antonio Tomás, Córcoles y Borja Granero y a los visitantes Larruzea, Pradera, Diego y Berasaluce.

  • Incidencias Campos de Sport de El Sardinero. Césped en buen estado pese al mal tiempo, en una tarde fría y lluviosa.

  • Público Partido correspondiente a la jornada 21 con 5.708 espectadores en las gradas de los Campos de Sport, según el cálculo hecho público por el propio Racing.

  • El detalle En el palco de los Campos de Sport estuvo el exracinguista Pablo Alfaro, entrenador del Mirandés, próximo rival del Racing en el campeonato liguero. Su equipo perdió 3-1 contra el Sporting B. la ficha

El conjunto de Ángel Viadero botó tropecientos saques de esquina. Con la novedad del lanzamiento en corto. Al final, todos resultaron ‘gilicórners’. Alguno pudo hasta costar un disgusto a la contra. Y el único que trajo frutos fue el colgado directamente al área por Dani Aquino. Borja Granero remató con el pie en el segundo palo y Diego despejó por línea de fondo. La otra buena tentativa racinguista llegó en un cañonazo de Óscar Fernández que el arquero del Gernika voló para evitar que se colase por la escuadra.

Mientras tanto, en defensa el Racing mantuvo el tipo más allá de alguna imprecisión que no conllevó problemas. Sólo una falta evitable de Gonzalo en la frontal del área hizo mancharse los guantes a Iván Crespo en la primera mitad. El lanzamiento de Larruzea por debajo de la barrera lo atrapó con seguridad el meta de Viveda. El 1-0 en el marcador al descanso dejaba a la grada en estado de espera. Ni silbidos ni aplausos. Pero el equipo cántabro tenía una exigua renta que, en otras ocasiones, fue insuficiente.

Tanto, que en la primera jugada del segundo tiempo, el marcador pudo señalar un empate si el remate de Etxabe no se hubiese topado con el larguero. La defensa verdiblanca, dormida. Murmullo latente en la grada. Acto seguido, César Díaz tuvo la réplica. Fallo inexplicable del de Villamalea. Dani Aquino desbordó por la izquierda y centró atrás, donde su compañero ejecutó horrible, mandando fuera un remate muy fácil. Para poner las cosas un poco más complicadas al Racing, Viadero se vio obligado a realizar el primer cambio por la lesión de Gonzalo. Gándara fue su sustituto en el centro de la zaga. Momento de impás que Olaetxea aprovechó para disparar a puerta. Demasiado centrado, atrapó Iván Crespo.

El Racing empezó a ser caricatura. Desdibujado. Con Borja Granero tocado –a pesar de todo fue de lo mejor– y Antonio Tomás desaparecido, el equipo verdiblanco perdió el centro del campo. Los errores empezaron a abundar y la música de de viento a ir in crescendo. Un lanzamiento de falta de César Díaz fue de lo poco destacable en unos minutos en lo que todo parecía ir a peor. Y así fue, porque Héber iba a fallar lo infallable. Una buena jugada de Dani Aquino. El murciano se plantó en el área, regateó al portero y se quedó sin ángulo. Su centro casi lo sacó el extremo gallego de dentro de la portería. Si lo de César Díaz fue inexplicable, esta ocasión la anotó el guionista de ‘Stranger Thigs’ para el argumento de la tercera temporada. Demasiado nerviosismo.

El Racing completó una buena primera parte, en la que logró ponerse por delante.

Buen primer tiempo

El equipo cántabro volvió a perdonar a su rival con una serie de ocasiones falladas. Al final, a sufrir

Sin acierto

En la segunda parte, los verdiblancos, quizá por los nervios, bajaron el nivel y pudieron perder la renta.

Caricatura

Por si fuera poco, Héber desperdició otro buen acercamiento por perderse en regates. Y el Gernika lo volvió a intentar hasta en tres ocasiones. El Racing era ya un equipo sin cabeza. Iván Crespo salvó a los suyos las mismas veces. Enciondo se sacó un disparo que el meta se vio obligado a repeler y Abaroa, poco después, remató en boca de gol a las manos del arquero. Entre los pitos, apareció ya entre los cánticos de La Gradona una intensa petición de atributos masculinos a sus futbolistas. Todavía hubo más, porque un error gravísimo de Córcoles dejó a Jon Madrazo solo en la frontal del área para fusilar a Crespo. El guardameta respondió, por fortuna, con acierto. Menos mal.

Entre la penosa segunda mitad, el Racing aún tuvo un estertor de lucidez. Una genialidad que pudo acabar con la agonía y el sufrimiento al borde del tiempo añadido. César Díaz lanzó una falta desde la derecha, por fuera de la barrera, y la pelota se estrelló en la cruceta. El rechace lo remachó Antonio Tomás al fondo de las mallas, pero el asistente levantó el banderín en señal de fuera de juego.

El equipo de Ángel Viadero sufrió hasta el mismísimo final. De la correcta actuación de la primera parte, ni un mísero atisbo en los siguientes 45 minutos. El colegiado señaló el final del encuentro. Silencio en la grada. La afición preparaba el veredicto. Cuando los futbolistas saludaron al personal –al que quedaba en las plateas, porque muchos ya se habían ido–, los silbidos se impusieron a los aplausos en un particular combate a los puntos. Ycuando los jugadores se acercaron a la zona norte del estadio, les volvió a caer otro chorreo. Exigencia. Porque el equipo sigue sin dar la sensación de estar en condiciones de ascender.

El Racing ganó al Gernika. Objetivo cumplido. Pero da la impresión de que los últimos siete días no han existido. La semana de la marmota. En el mismo punto. Ligeramente mejor en la clasificación, pero con el entrenador muy discutido a apenas unos días del vital choque frente al Mirandés. El resultado dice que Ángel Viadero salvó el cuello otra vez, mas la segunda parte y el mosqueo de la afición colocan de nuevo a la directiva en una difícil tesitura: otorgarle una tercera bola de partido al míster o hacer caso al malestar general.

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