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César Díaz y Dani Aquino celebran el gol del manchego, que dio los tres puntos al Racing en Anduva. Daniel Pedriza
Un nuevo horizonte
Fútbol-Racing

Un nuevo horizonte

La victoria y la seria imagen frente al Mirandés han devuelto la sonrisa al racinguismo | El equipo de Ángel Viadero afronta con mayor optimismo el choque del domingo en los Campos de Sport ante el líder, el Sporting B

Sergio Herrero

Santander

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Martes, 23 de enero 2018, 20:47

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«El fútbol es lo que es. Vales tanto como la última semana», reconocía tras la victoria contra el Mirandés el presidente del Racing, Manolo Higuera. Sin el primer botón de la camisa y la presión en torno al equipo apretándole el gaznate. En apenas una semana, el ambiente ha cambiado radicalmente alrededor de los Campos de Sport. Otro mundo. Ganar a domicilio y con una imagen de seriedad -prácticamente inédita esta temporada- a un rival directo ha calmado las aguas. Eso sí, con la lección aprendida de que una nueva crisis puede ser ya irreversible. Y aunque el equipo haya recuperado parte de la confianza de la afición, los de Ángel Viadero -que también respira más tranquilo- deben refrendar su mejoría en el inminente choque del domingo frente al líder, el Sporting B.

«Cambia todo de una semana a otra. Hemos jugado un partido muy serio, en el que ha habido momentos en que hemos sido claramente superiores. Un partido para estar muy contentos. Y la afición se lleva algo que se merece, que durante la temporada no se lo hemos podido dar y esta vez ya por fin todo el mundo recupera la ilusión», prosigue un satisfecho Higuera.

Esta vez sí, aunque sin alardes de brillantez, el Racing dio una sensación de competitividad. Se echó atrás en la segunda mitad, pero en ningún momento se vino abajo, como ha sido habitual a lo largo de toda la campaña. Por fin, la solidez. Y ante un rival de enjundia. Con la importante victoria de Anduva, ya hasta el triunfo de la semana anterior contra el Gernika -que acabó con pitos de la grada a sus futbolistas- gana en valor.

La vida del entrenador discurre siempre en el alambre. Ángel Viadero ya ha salvado dos bolas de partido en apenas unos meses. El míster de Canalejas sigue ganando algo de tiempo y recupera parte de la credibilidad perdida. Ha llevado la crisis en silencio, sin levantar la voz. Refugiado en el trabajo. Aunque el domingo, tras el triunfo contra el Mirandés, no escondió su satisfacción: «Es una victoria de tres puntos, pero también de autoestima, confianza y de saber estar y competir. Al final no dejan de ser tres puntos más, pero sí que es cierto que hacerlo ante uno de los equipos más fuertes es importante». Lo dicho, una circunstancia que debe ser refrendada.

Así, el Racing ha pasado de estar en la jornada 12 del campeonato a siete puntos del Mirandés, a la situación actual, emparejado al conjunto burgalés. Y con respecto a la cabeza, que ahora ocupa el Sporting B, los cántabros tienen cinco puntos de desventaja. De haber caído en Miranda de Ebro, ya serían ocho. Con un duelo directo frente al filial gijonés, la brecha puede verse reducida a tan solo dos puntos el próximo domingo, a eso de las 19.00 horas.

Tal y como decía Manolo Higuera, en el vestuario están «contentos» por el triunfo contra el equipo de Pablo Alfaro. Así lo reconocía este lunes Miguel Gándara, a quien le tocó saltar al campo en la segunda mitad para sustituir al lesionado Gonzalo. «Es una victoria que nos viene muy bien anímicamente. Era clave encadenar dos triunfos consecutivos en este mes, que es más complicado por los rivales directos que teníamos delante. Nos sirve para llegar con muchas ganas al partido del domingo y luchar por los tres puntos, que los necesitamos», afirmó el santanderino. El canterano está aprendiendo partido a partido lo volubles que son los sentimientos en el fútbol: «Un día parece que estás muy lejos y hoy estás a cinco y con la posibilidad de ponerte a dos. La segunda vuelta es muy larga. Llevamos una buena dinámica. Ahora lo importante es mantenerla».

Para afianzar el moderado optimismo que reina desde el domingo en el racinguismo, los fichajes siempre son una buena medicina. La llegada de Franco Acosta, quien ya contó con algunos minutos en Anduva aunque apenas tuvo opción de lucirse, sigue siendo una incógnita. Sin embargo, la incorporación de Borja Lázaro es vista como un importante salto de calidad en el nivel competitivo del equipo. Y, sobre todo, viene a mejorar el principal debe del conjunto cántabro en esa parcela donde se deciden los éxitos: la falta de acierto en ataque. Su currículum parece una importante garantía de lo que puede ofrecer, aunque el rendimiento será lo que definitivamente dicte sentencia. La contratación del ansiado delantero ha dejado más tranquilo al personal y también a una directiva que, a una semana para el cierre del mercado invernal, se lo toma con cierta calma. Sin fichas libres para mayores de 23 años y sin salidas a la vista, la comisión deportiva sólo moverá ficha ante buenas opciones que se puedan poner a tiro. El ataque siempre es prioritario, aunque, salvo la portería, en el resto de líneas puede pasar cualquier cosa. Eso sí, el objetivo es algo bueno, bonito, barato y, además, joven.

Segunda cita clave

La visita del líder (el domingo, en los campos de Sport de El Sardinero) se afronta de otra manera después de haber tumbado al Mirandés. Esa mejor autoestima de la que hablaba Viadero. Aunque no deja de ser una cita clave. Es necesario demostrar que la dinámica positiva es real porque, asimismo, igual que el Racing puede colocarse a dos puntos de la cabeza, una derrota le podría dejar a ocho. Un mundo de distancia. Manolo Higuera vaticina «un partidazo, un choque de los grandes. A ver qué tal sale». Por su parte, César Díaz intentaba quitarle hierro al asunto. Sacudirse la presión. «Es un partido más, ante un rival que está muy bien y con unos chavales jóvenes que están haciendo una gran temporada, pero nosotros lo afrontamos como uno más». Seguramente, con la boca pequeña, porque está claro que el choque frente al filial rojiblanco tendrá consecuencias de cara a la lucha por el título.

Si todo sale bien en los Campos de Sport, el Racing tendrá a partir de entonces un calendario relativamente cómodo, ya que habrá pasado a sus dos grandes rivales. El Leioa, otra vez en casa, será el primero de los enemigos a superar en los quince encuentros que restarán para finalizar el campeonato regular. Todo está en juego, pero con una sonrisa se vive mejor.

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