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El vestuario del Racing busca reivindicarse en un campo en el que todavía no ha ganado nadie después de la última goleada ante el Vitoria. Javier Cotera
A Pouso le suena bien la partitura
Defensa Centro del campo Delantera

A Pouso le suena bien la partitura

El Racing, en el que la única novedad será el regreso de Gonzalo a la defensa, busca ser el primer equipo que gane en Lasesarre | El vasco apuesta por el mismo sistema con el que goleó y convenció ante el Vitoria

Marcos Menocal

Santander

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Domingo, 11 de marzo 2018, 08:44

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Para que la pieza suene bien, no sólo basta con un buen director de orquesta. De nada sirve que se desencaje con su batuta subido al atril dando órdenes si los músicos no afinan. Aquello chirrirará como cosa mala. Es probable que algo así esté pensando Ángel Viadero en su forzado silencio; al santanderino se le acabaron las pilas de la varilla con la que dirigía, justo cuando los instrumentos que tenía delante sonaban a viejos. Y entonces se cambió el registro. Llegó Carlos Pouso y les puso delante una partitura nueva.

¡Hala, a tocar! Y en esas está el Racing. Tocando y tocando. Ahora un 4-4-2 y luego un 4-3-3; que si un 4-1-4-1... Después de varios ensayo-error, al músico mayor parece que por fin le suena bien la pieza. Afortunadamente parece haber afinado al grupo justo el día en que le toca actuar en el escenario más exigente: Lasesarre. Hasta la fecha ningún foráneo ha salido a hombros después de un concierto en este coqueto estadio del Barakaldo. Más difícil todavía. Pouso, que nació a diez minutos del plató en el que hoy se juega el futuro a corto plazo, tiene pensado retocar muy poco la orquesta. Apenas introducirá un cambio con respecto al equipo que interpretó su mejor concierto de los últimos 28 el pasado domingo en El Sardinero. Para el Racing, ganar 4 a 1 al Vitoria fue como el estreno de 'El Mesías', de Haendel, que lo compuso en tres semanas -las mismas que Pouso llevaba al frente del equipo verdiblanco- y cuyo debut en Dublín será recordado para siempre. El vasco colocará a Gonzalo entre los zagueros, algo que lleva macerando desde que llegó y que por fin podrá completar. La entrada del burgalés, que se lesionó en Anduva el 21 de enero, hace prácticamente mes y medio, es la única nota que cambia en busca de la endulzar el oído.

Gonzalo y Regalón, la teórica pareja titular de zagueros, repiten dos meses después

Lo de esta tarde es un examen más. Una cita en la que no está permitido desafinar, mucho menos ante un rival que en su casa le emborronó la partitura al Mirandés (1-0), al Sporting de Gijón (2-1), al Athletic de Bilbao (1-1) y al Logroñés (0-0), cuatro de los seis primeros de la clasificación, a falta de que pase por Lasesarre la Real Sociedad -quinto- y el propio Racing que hoy tiene entrada 'vip' para el concierto. De no tocar en El Sardinero, la de esta tarde es la peor sala en la que a Pouso le resta por dirigir. Sin embargo, su 4-3-3 tiene un aire a melodía esperanzadora, de esas que resuenan cuando todo está perdido. No es el Himno de la Alegría, pero al menos el racinguismo sonríe. A Iván Crespo le sucederá hoy una línea defensiva, la quinta diferente en cinco partidos de 'pousismo', compuesta por Adán Gurdiel, Gonzalo, Regalón y Julen Castañeda. El míster podrá contar con la pareja de centrales fichada en verano para ser titular y a la que las lesiones han impedido que juegue al completo más de una docena de veces. Por delante, los contratiempos le han hecho el trabajo y, de paso, le han evitado el mal trago que supone sentar al jugador con más galones, Antonio Tomás, después de un par de desafines. El cántabro no entrenó en toda la semana y Pouso lo descartó el jueves.

Repiten Lázaro y Aquino. Hasta la fecha sólo han coincidido una vez y marcaron cuatro goles

De esa manera, Sergio Ruiz será el encargado de hacer las funciones de faro en un centro del campo repoblado con dos pivotes más, Borja Granero y Quique Rivero. Ellos tres tienen la misión hoy de poner la música ambiente; entre los tres deben ingeniárselas para establecer el ritmo al que se juega, la intensidad y el tempo. Sergio Ruiz se multiplicará -su estado de forma se lo permite- y se meterá entre los centrales a defender y a sacar el balón y servirá de lazó con el ataque. En ese esquema, los otros dos son imprescindibles; si el Racing quiere que su pieza suene a equipo grande, Rivero deberá bajar el balón al piso y jugarlo. Es quien debe dar la pausa, el pase y quien no debe quedarse sin ideas. Y junto a él, Granero. Al capitán Pouso le pide llegada; su recorrido, corpulencia y ansia le convierte en el complemento perfecto de los tres que le esperan arriba. Está claro que tiene que mirar para atrás y darse la vuelta de vez en cuando, pero lo que puede marcar la diferencia entre dar el cante o que resuene un cántico en Lasesarre es que su ofensividad intimide al Barakaldo.

Sergio Ruiz hará la veces de Antonio Tomás en el pivote por delante de la retaguardia

Apuesta por el fútbol

El Racing de esta tarde tiene fútbol, basta con echar un vistazo a los tres músicos de la primera fila; Héber Pena, Borja Lázaro y Dani Aquino. Los tres tenores. A Héber Pena le está llegando su segundo 'piquito' de forma, ese que el pasado año le costó alcanzar. Con el gallego Pouso le da verticalidad a la banda izquierda, no obstante depende de Pena que se anime a encarar de una vez por todas.

Partiendo del otro ala saldrá como le dé la gana -así como suena- Dani Aquino a quien se le pide que abarque; que se haga oír. A pierna cambiada, Aquino juega a gusto en una posición que no es la suya, pero en la que puede hacer mucho daño si se adapta.

Y en medio de los dos, Borja Lázaro: el gol. La voz. Entre bambalinas, para lo que pueda ocurrir, pero sin vitola de titulares, estarán Raúl Domínguez, Gándara -el sacrificado-, Javi Cobo, Álex García, César Díaz, Pau Miguélez y Juanjo. Ni rastro de Franco Acosta, el fichaje de lustre que llegó en Navidad y que no ha dado una nota.

Y delante un Barakaldo que llega después de perder con el Sporting de Gijón B (2-0) y de ganarle al Mirandés (1-0); a siete puntos del play off y en una de sus últimas tardes para engancharse a los cuatro primeros. A la actuación de hoy acudirán alrededor de mil racinguistas y tres mil aficionados del Barakaldo, en la que puede ser la mejor entrada de la temporada. Pouso es probable que cruce la ría al finalizar la actuación para merendar en su casa (Lejona), lo que hace falta es que no se le indigeste. Perder hoy sería volver a empezar y eso suena muy, pero que muy mal.

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