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A dos meses de finalizar la Liga, al Racing le urge mejorar su rendimiento a domicilio si quiere aspirar al primer puesto del grupo. Javier Cotera
El Racing lleva dos meses sin ganar fuera

El Racing lleva dos meses sin ganar fuera

Desde que ganaran en Anduva, los verdiblancos tan solo han logrado un empate a domicilio, el único en la casilla del entrenador vasco como visitante | El equipo de Pouso no ha sumado ni la mitad de los puntos que ha disputado fuera de El Sardinero

Jueves, 22 de marzo 2018, 13:33

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El Racing comienza a evidenciar un fuerte principio de 'miedo a lo desconocido'. Cuando pone un pie fuera de la puerta de los Campos de Sport, al equipo cántabro se le acelera la 'patata' y le tiemblan las piernas. Inseguridad manifiesta. De ahí la vital importancia del partido del domingo frente al Burgos en El Plantío. A 182 kilómetros de El Sardinero. Es, sin duda, una asignatura pendiente para los de Carlos Pouso y sin apenas margen de remiendo, porque, además, por desgracia para el Racing las eliminatorias de un hipotético play off se disputan a ida y vuelta. En casa y fuera. O viceversa.

El conjunto verdiblanco ha sumado un total de 21 puntos de los 45 disputados a domicilio. Una cifra que, seguramente, en Primera División era satisfactoria, pero para el Racing en Segunda División B y sus aspiraciones al título y al ascenso es bastante pobre. Sólo la irregularidad de los demás contendientes le mantiene con opciones de dar caza al líder, aunque su titubeante trayectoria le lleva a convivir con el riesgo incluso de perder su plaza de play off.

En total, el equipo cántabro ha cosechado seis victorias y tres empates en sus partidos como visitante. Un dato comparativo. El Racing de la temporada pasada logró un total de doce victorias -a estas alturas de campaña ya llevaba nueve- a domicilio y cinco empates. Tan solo perdió dos encuentros lejos de los Campos de Sport. Así que, pese a no quedar campeón, el equipo cántabro se hizo con el récord histórico de puntos de la categoría, que compartió con la Cultural Leonesa. Aquel conjunto nunca hizo un fútbol brillante ni tan siquiera apabulló -salvo en contadas excepciones- pero se mostró muy fiable y apenas mostró fisuras. Pasó un pequeño bache en los meses de noviembre y diciembre, en los que cedió su primera derrota en Ponferrada (1-0), momento en el que perdió el liderato con el equipo del Bierzo -en el que debutaba Pedo Munitis como entrenador-. Sin embargo hubo tramos de calendario en los que, incluso, fue más fuerte a domicilio que como local.

El equipo aún tiene que jugar en Burgos, Villaviciosa, Tudela y San Sebastián

Por su parte, en el curso 2015-16, con el del Barrio Pesquero como responsable del banquillo verdiblanco, el número de victorias fue similar al actual, pero el Racing logró sacar puntos en más campos. El balance final fue de siete triunfos -cinco hasta la jornada 30-, ocho empates y cuatro derrotas. Los verdiblancos finalizaron como campeones de grupo, aunque el play off posterior fue un auténtico desastre. «Nos supera el ambiente que se genera en El Sardinero», declaró Munitis después de pinchar en varias ocasiones en Santander.

Aquella plantilla, con muchos jugadores jóvenes, saltaba atenazada a su estadio mientras que fuera superaba la presión con más facilidad y no pasaba tantos apuros para sumar puntos y mantenerse competitivo. El Racing de aquella campaña logró recortar hasta doce puntos al Racing de Ferrol -su rival por el primer puesto- y su éxito se cimentó en el buen rendimiento como visitante. En el tramo final de temporada, precisamente, su victoria en Villaviciosa (0-1) y el empate directo con los ferrolanos en La Malata (2-2) le mantuvo con opciones hasta la última jornada en la que fue su rival gallego el que perdió la condición de líder al caer en León ante el Astorga (2-1). Esa derrota del 'otro' Racing le puso en bandeja el primer puesto del grupo.

Sin mejora con el cambio

La llegada de Carlos Pouso no sólo no ha mejorado este rendimiento racinguista como foráneo sino que la situación ha empeorado ostensiblemente. El propio entrenador vizcaíno lo reconoció el pasado domingo en rueda de prensa. «Tenemos una buena nota en casa y un muy deficiente fuera», afirmó. El Racing de Pouso sacó un empate en Tafalla ante el penúltimo clasificado, el Peña Sport (1-1) y después se llevó dos derrotas sonrojantes consecutivas en Lezama contra el Athletic B (3-0) y la última en Lasesarre frente al Barakaldo (2-0). «¿Haremos otra canelada en Burgos?», dijo el leiotarra ante los medios después de vencer al Amorebieta. La solución en cuatro días.

En Tafalla, el debut de Pouso en el banquillo, el Racing tan solo fue capaz de empatar ante un rival de la zona baja de la clasificación. Y en Lezama y Baracaldo, ambos conjuntos con objetivos más ambiciosos que los navarros, no tuvo ninguna opción. En Bilbao perdió irremediablemente y en Lasesarre, no sólo perdió el partido sino que también se llevó por delante la confianza que se había ganado una semana antes al ganar por goleada al Leioa (4-1) y el 'buen rollo' que se había recuperado entre equipo y afición. Un desastre. Por eso, la distancia entre el rendimiento que firma el Racing en casa y el de fuera es abismal; un equipo que aspira a ser primero y, cuando menos, jugar el play off de ascenso, no puede llevar sin ganar a domicilio ocho jornadas. Dos meses. Sin embargo, pese a esos pobres números sus rivales no se han escapado y aún mantiene la diferencia de seis puntos con la cabeza.

Ahora bien, a falta de ocho partidos para que acabe la Liga regular esta circunstancia debe ser solventada ya. Con urgencia máxima. Y El Plantío no es un escenario muy favorable para hacerlo. El Burgos, pese a la floja temporada que está completando y que le ha llevado a no jugarse prácticamente nada a estas alturas, sólo ha perdido un partido en su casa. El Tudelano ha sido el único que ha logrado tumbar a orillas del Arlanzón al cuadro ahora entrenado por el exracinguista Alejandro Menéndez.

Porque, además, de los ocho partidos que le quedan al Racing para finalizar el campeonato regular los cuatro que le esperan a domicilio son los más complicados sobre el papel. Ante equipos de la parte media-alta de la clasificación y otros en apuros. Después de Burgos, el conjunto cántabro tendrá que visitar a Lealtad, Tudelano y Real Sociedad B. De los tres campos, Les Caleyes es el único que podría definirse -permítase la expresión- como amigo dada la complicidad que existe desde hace tres temporadas entre la entidades y las aficiones. Sin embargo, en esta ocasión la delicada posición que ocupan los asturianos no permite ninguna alegría; el Lealtad deberá ganar sí o sí si no quiere hundirse irremediablemente en el pozo del descenso. Y finalmente, Tudela y San Sebastián; sin temor a equivocarse, dos de las salidas más complicadas del campeonato. Serán los dos exámenes más reales que tendrá el Racing. Lo más parecido a un play off; en el caso del duelo contra la Real Sociedad, el último partido como visitante y con los donostiarras pisando los talones a los de Pouso será, probablemente, el test más serio para medir su temor a lo desconocido de este Racing que hasta la fecha tiembla cuando abandona la región. Pouso ha declarado en varias ocasiones que su equipo jugará de la misma manera fuera y en casa. No se pesagian, por tanto, cambios tácticos para el choque en Burgos si acaso lo único que le preocupa -que no es poco- al vasco es conocer qué versión se encontrará; si, por un lado, el equipo goleador de las dos últimas jornadas como local o el conjunto temeroso de las otras dos como visitante.

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