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El Racing logró la remontada en 2016 y se proclamó campeón en el último partido de Liga. Después, naufragó en el play off de ascenso. Andrés Fernández
La remontada de siempre

La remontada de siempre

El Racing, a ocho puntos del Sporting B, se ve obligado por tercer curso seguido a perseguir al líder | El equipo cántabro logró quedar campeón en 2016 después de recuperar una desventaja de 11 puntos en 13 partidos

Sergio Herrero

Santander

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Martes, 30 de enero 2018, 11:31

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El partido del pasado domingo frente al Sporting B era la delgada línea divisoria entre ponerse a rebufo del líder o perderle prácticamente de vista. Al simpático Supercoco de Barrio Sésamo le vendría bien el ejemplo del Racing: «Os voy a enseñar la diferencia entre cerca y leeejos...». La diferencia entre lo que podía haber sido del equipo de Ángel Viadero si hubiese ganado al filial rojiblanco y lo que ha sido en realidad. La historia se repite. Por tercera temporada consecutiva. La ley del infierno para el conjunto verdiblanco. Una vez más, toca remontar. Como se hizo con éxito en la campaña 2015-16. Y como se consiguió el pasado curso pese a que, finalmente, el Racing perdió el liderato y posteriormente el título por la diferencia de goles.

Son ocho los puntos a los que se ha quedado el equipo cántabro después de la derrota en los Campos de Sport –podía haberse puesto a tan solo dos–. En la práctica, nueve, porque los dos resultados frente al cuadro asturiano han dejado la diferencia de goles perdida. Un empate a puntos no vale. Después de 23 jornadas disputadas. Quedan quince por delante. 45 puntos en juego. A eso hay que agarrarse, pese a que el Racing no da sensación de solvencia. De poder enderezar el rumbo.

El equipo de Ángel Viadero sigue sin dar varias de cal seguidas. Siempre una de arena de vez en cuando. Demasiadas para un aspirante al ascenso. Y el míster vuelve a estar, por enésima vez, en el alero. Muy discutido. Sin un estilo de juego definido, el Racing no convence como candidato a abandonar el pozo. Sólo la llegada de Borja Lázaro y su debut han permitido mantener algunas esperanzas, aunque el madrileño tendrá que esperar otras dos semanas para volver a jugar después de la expulsión sufrida ante el Sporting B.

Un Sporting B que, recién ascendido de Tercera División, ostenta el liderato por méritos propios. Ya no sorprende a nadie. El equipo gijonés acumula ya seis victorias consecutivas –dos de ellas ante sus rivales directos, Mirandés y Racing– y no tiene pinta de que vaya a levantar el pie del acelerador. Los rojiblancos juegan sin la presión de tener que ascender por lo civil o por lo criminal. Aunque los filiales son siempre imprevisibles, tal y como demostró el curso pasado un Celta B que por momentos le pegó un meneo a Racing y Cultural Leonesa.

El equipo leonés, ahora en Segunda División, se proclamó a la postre campeón del grupo I de Segunda B. La diferencia de goles fue clave en una temporada con puntuaciones de récord histórico de la categoría. Empate a 86 puntos con el Racing. Los de Rubén de la Barrera llegaron a tener la misma ventaja que actualmente tiene el Sporting B sobre el equipo cántabro –ocho puntos–, aunque con cinco jornadas más por delante. En la fecha 18.

El equipo cántabro mantuvo su regularidad durante el resto del campeonato y aprovechó el bache de resultados de la Cultural. En apenas dos partidos, los de Viadero recortaron seis puntos y se colocaron a dos. Y a partir de ahí empezó un tira y afloja hasta que en la jornada 32 el Racing adelantó a los leoneses, aunque empataba en cabeza con el Celta B. La ventaja cántabra llegó a ser de tres puntos sobre sus dos rivales, con un efímero liderato en solitario a cuatro choques del final de la Liga regular. El Racing desperdició su condición después de la euforia por el ‘sorpasso’ y la traca de Guijuelo. A partir de ahí, el empate entre cántabros y leoneses no se rompió y la diferencia de goles dictó sentencia en contra de los verdiblancos. Castigados al camino largo del play off, el desenlace es de sobra conocido. Por eso el equipo cántabro sigue en Segunda División B.

Con éxito

La historia de las remontadas en verde y blanco viene de una temporada más atrás. El Racing dirigido por Pedro Munitis llegó a estar a trece puntos de su tocayo de Ferrol en la primera vuelta del campeonato. El final de 2015, con seis triunfos consecutivos y victoria en el duelo directo contra el líder incluido, el conjunto cántabro logró recortar distancias hasta los cinco puntos. Sin embargo, el cuadro gallego volvió a apretar el acelerador y, en pleno mes de febrero, en concreto en la jornada 27 de la Liga, el Racing estaba a nada menos que once puntos del liderato. El equipo cántabro parecía haberse bajado del tren, pero en once jornadas fue capaz de darle la vuelta a la tortilla.

El duelo directo entre ambos de la segunda vuelta llegó con los gallegos dos puntos por delante de los montañeses. Los de Munitis, en partido influido por una tensa disputa entre directivas, llevaban marchamo de victoria en A Malata, pero en los últimos minutos de la contienda un desgraciado gol de Mikel Santamaría en propia puerta propició el empate (2-2) y dejó las cosas como estaban a falta de un partido. Un compromiso que a los ferrolanos les enfrentaba al descendido Astorga y al Racing, en casa, contra el Coruxo, que no se jugaba nada. Los verdiblancos hicieron los deberes con un gol de Óscar Fernández. Y los leoneses, contra todo pronóstico, tumbaron al hasta entonces líder, provocando un cambio en la cabeza sobre la bocina. A pesar de la ventaja que da el título de cara al play off, el Racing fue incapaz de aprovecharla, con un balance de cuatro derrotas en otros tantos encuentros ante Reus y Cádiz.

La historia se repite y el pasado ha dejado muestras de que la remontada es posible. El problema es que el mal del Racing parece bastante más profundo que sólo una larga distancia con respecto al líder. La machada empieza hoy mismo, con un cambio obligatorio en el vestuario racinguista para dejar atrás el triste rendimiento mostrado hasta el momento y empezar a dar esperanzas de cara a un hipotético play off. De momento, el partido del domingo frente al Leioa –Campos de Sport, 17.00 horas–, que parecía un encuentro más del calendario tras pasar a los dos cocos, se convierte en otra final más, con el cargo de Ángel Viadero de nuevo en el ojo del huracán.

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