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Juanjo, durante el Sporting B-Racing de la primera vuelta. Javier Cotera
El Sporting B podrá jugar en cualquier caso la fase de ascenso

El Sporting B podrá jugar en cualquier caso la fase de ascenso

La Federación confirma que con independencia de lo que ocurra con el primer equipo, los yogurines disputarán el play off

Aser Falagán

Santander

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Martes, 16 de enero 2018, 07:26

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No importa lo que ocurra. Tanto si el Sporting, actualmente en Segunda, se clasifica para la fase de ascenso a Primera (o asciende directamente), se queda en la categoría de plata o incluso si desciende, su filial jugará, de clasificarse para ello, el play off de Segunda B. Y eso, que se clasifique, es una hipótesis más que factible teniendo en cuenta que es el líder del Grupo II, el del Racing.

Al terminar la Segunda División más tarde que la Segunda B, los yogurines disputarán la fase de ascenso, puesto que la normativa establece que en primer lugar se fijan los descensos y solo a continuación los ascensos. Así lo ha confirmado la Federación Cántabra. De modo que los asturianos disputarían la fase como un equipo más, si bien, y en caso de conseguir el derecho deportivo al ascenso, tendrían que esperar a ver lo que sucede con su matriz, y solo en caso de que el Sporting regresara a Primera podrían ejercer ese derecho.

Una tercera hipótesis que la Federación también descarta es la rocambolesca pero no imposible posibilidad de que el Sporting terminara entre los cuatro últimos de Segunda, con el consiguiente descenso, y su segundo equipo ascendiera. La imaginación admite a un trueque: un Sporting baja, el otro sube y las cosas se quedan como están, pero la reglamentación lo prohíbe. Los rojiblancos bajarían a Segunda B y arrastrarían en cualquier caso a su filial a Tercera. En el grupo I se puede dar una situación similar si el Deportivo desciende a Segunda y su filial, el Fabril, se mete en la fase de ascenso a la categoría de plata.

Una situación similar a la que se plantea en el Grupo II ocurrió ya con el Albacete y su filial en 2011. El Albacete B militaba en Tercera División y se clasificó como cuarto para fase de ascenso. Con el primer equipo descendido a Segunda División B, se le permitió disputar el play off por ese citado criterio de que los descensos se producen antes de los ascensos, una medida que tiene por objeto defender los derechos de terceros equipos en caso de una pérdida de puntos que acarree perder la categoría o, más sencillamente, de un descenso administrativo.

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