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Aquino y Lázaro festejan la victoria al finalizar el partido.

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Aquino y Lázaro festejan la victoria al finalizar el partido. Daniel Pedriza
Fútbol | Racing

La 'HBA' vence y empieza a convencer

Pouso apuesta por su tridente más ofensivo en ataque: Héber Pena, Borja Lázaro y Dani Aquino | Sin apenas brillantez, lo cierto es que fueron protagonistas y sus goles vaticinan la recuperación de autoestima

Marcos Menocal

Santander

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Lunes, 5 de marzo 2018, 07:33

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Línea de tres en ataque, al estilo holandés. La 'HBA'; Héber, Borja Lázaro y Aquino. Cuatro minutos tardó en actuar el tridente racinguista. La apuesta ofensiva de Pouso en la enésima intentona de demostrar el supuesto potencial de un equipo aspirante a campeón. Los tres futbolistas más verticales, juntos. Un trío de jugadores con libertad para mirar hacia delante y con la espalda bien cubierta. Esa fue la premisa de inicio. Si jugando en casa y ante un rival modesto este Racing no puede permitirse que sus tres atacantes no bajen del centro del campo y sólo tengan ojos para la portería rival es que algo falla. Sería que la categoría le queda grande.

Pues nada; Héber Pena, pegado a la izquierda, su lado bueno, Lázaro en punta como referencia y Aquino en la derecha, a pierna cambiada y con cierta autonomía. Resultado: tres goles. El planteamiento cuando menos fue atractivo. «Si quieres cambios, hay que hacer algo distinto» decía Pouso esta semana. Y sí, sí que cambió la cara del equipo, pero no del todo. Sí, pero no. El partido fue languideciendo sin que la HBA fuera protagonista. El tributo de partir el equipo en dos no se rentabilizaba como debía. Héber cogió un par de balones en carrera que lo único que despertaron fueron los aplausos de los más generosos. Aquino recortó un par de veces sin apenas meter miedo y Lázaro echó la siesta. En la primera media hora la línea de tres fue inofensiva. Es mucho decir, pero fue así. Ni sustos.

El Sardinero volvió a ver un 4 a 1, ocho meses después

El 11 de junio de 2017. Hay que remontarse casi ocho meses en el tiempo para recordar un resultado como el de ayer, 4 a 1 a favor del Racing. Fue en el partido de vuelta de la segunda ronda del play off de ascenso a Segunda División. El Racing venía de Extremadura con un resultado muy adverso, 2-0. Había caído con estrépito con el Villanovense y la semana fue un himno a la remontada.El Sardinero se llenó como hacía tiempo y el Racing logró endorsarle un 4-1 que supuso el pase a la última y definitiva eliminatoria, aquella en la que se perdió con el Barcelona B. Pues bien, desde entonces los cántabros no ganaban con tanta solvencia un duelo a un rival en su estadio.

Los gestos de los tres jugadores pueden ser interpretados; tienen un trasfondo. Aquino resoplando y Lázaro levantando las palmas. A Héber le bastaba con correr. Cuesta trabajo entender cómo el Vitoria pudo ser capaz de cortar las vías de conexión e inutilizar la punta de lanza durante mucho tiempo. Media hora es mucho tiempo para que no funcione algo, en un play off el Racing se hubiera muerto tres veces. Tuvo que ser un fallo del rival -se la tragó el defensa central- el que le diera la llave a Lázaro para abrir la lata y convertir el resto en otro partido muy distinto. ¿Qué le falta a este equipo para que teniéndolo todo no carbure como debe? Con tres futbolistas como los que forman la HBA y dos escoltas como Sergio Ruiz y Quique Rivero por detrás resulta frustrante que en toda la primera mitad de partido el tridente no logra hilar un par de jugadas con peligro. Tal cual. Ni un remate de Lázaro ni una internada con cierta malicia de Héber ni, por supuesto, algo que destacar de Aquino. Sin embargo se marcaron dos goles.

Borja Lázaro se llevó el balón firmado por todos sus compañeros tras su hat-trick

Cuatro goles sin darse cuenta

La lesión de Antonio Tomás obligó a que Granero adelantara su posición y con el valenciano más atrevido que el cántabro el equipo dio un paso más. Por eso llegó el gol de Aquino, porque el capitán se arremangó y el murciano pasaba por allí. Quien lea estas líneas estará en su derecho de preguntarse: ¿Marcan Lázaro y Aquino y la apuesta atacante no funciona? Paradójico, ¿verdad? La victoria de ayer fue por inercia, no por fútbol. Que tampoco esta mal. El Racing ganó al Vitoria porque le tenía que ganar y le hubiera ganado, probablemente, nueve de cada diez partidos, pero, ¿es para estar contentos del todo?

Crónica del partido

En la temporada pasada sin dibujar una línea tan marcada como la de ayer, Santi Jara, Aquino y Prats lograban el factor intimidación, algo que a estas alturas es un plus de valor incalculable. La HBA en su primera puesta en escena al completo no lo consiguió. Sí es cierto que Lázaro demostró que tiene lo que tenía Prats: gol. Su punto de mira está calibrado y su facilidad para recoger lo que no tiene dueño en el área invita al optimismo. Tres goles y ser objeto de un penalti es para irse satisfecho. Que Aquino haya anotado después de casi tres meses también está bien, pero... Héber se fue del campo -sustituido por Miguélez- sin dar una nota, quizás de la 'HBA' fue el más gris.

A este Racing es como si le faltase grasa para que su engranaje no se trabe. La 'segunda parte fue muy similar; sin conexión, sin fútbol y sin brillantez, pero... Dos goles más. Aquino le puso el gol en la bota a Lázaro en dos ocasiones; una de falta y otra tras una jugada personal. Esto último fue lo mejor del partido. Moraleja: el Racing tiene a dos jugadores distintos, Aquino y Lázaro. Si logran compenetrarse da igual quién ocupe la banda izquierda.

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