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Amigos dentro y fuera del agua
vela | circuito montañés

Amigos dentro y fuera del agua

Las condiciones adversas no minaron el espíritu de compañerismo de la cantera de la vela regional

José Carlos Rojo

Martes, 17 de mayo 2016, 07:47

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Las condiciones no fueron fáciles para nadie; porque el viento fue de lo más cambiante en el fin de semana donde se dirimieron los campeones de Cantabria para la vela ligera en el Circuito Montañés. «Ha habido muchos roles y al final ya no sabes cómo reaccionar para que las cosas salgan bien», cuenta Lucía Felipe (14 años), tercer puesto en clase Optimist. Frente la mala suerte no hay forma de defenderse. «Puede que estés haciendo una jornada muy buena que si el mar quiere tirarte para atrás y obligarte a perder posiciones, no tienes forma de combatir», lamenta David Solana (22 años).

A él le ocurrió cuando un cambio de viento y olas lo retrasó dos posiciones en la clasificación cuando iba primero. Finalmente tuvo que conformarse con el tercer puesto de la clase Snipe. «Las condiciones son tan diferentes que al final la regata se convierte en una ruleta rusa donde tomas decisiones pero estás a merced de lo que quiera el agua», zanja.

Son las lamentaciones de algunos de los participantes del Circuito Montañés de Vela. Ellos tuvieron que conformarse con subir al podio, aunque solo fuera al tercer cajón. Mejor parados salieron Pablo Fernández (16 años) y Héctor Castanedo (17 años), primer puesto en RS Feva y Láser Radial, respectivamente. «Esta victoria es un soplo de ánimo porque lo que quiero ahora es intentar hacer las cosas bien en el próximo Mundial de mi clase, que se celebra en Santander el mes de julio», confiesa Pablo Fernández. Los especialistas cántabros en RS Feva han cosechado muchos triunfos a lo largo de la historia de la vela cántabra. «Es lo que tiene, que hay muy buenos competidores en algunas categorías. Depende de las clases. En algunas Cantabria es un referente mundial», explica Héctor Castanedo, un amante del mar y de todo el mundo que rodea a la vela.

Juego limpio

«Es importante el deporte, competir y esas cosas. Pero es más importante todo el mundo que hay cuando sales del agua. Me refiero a los compañeros, a las amistades, a lo que aprendes y maduras como persona», confirma. En cierto modo es uno de los fines de la Escuela del Real Club Marítimo de Santander. «Es, de hecho, lo más importante de nuestro planteamiento. Queremos que los chavales aprendan lo que es el mundo de la competición, pero los animamos a que lo pasen bien, a que disfruten. Las relaciones sociales que establecen entre ellos son para toda la vida. Lo sabemos nosotros, que hoy somos técnicos pero en su día fuimos aprendices como ellos», recuerda Alejandro Manuel, responsable de la cantera del Real Club Marítimo, que durante el fin de semana trabajó duro para que sendas jornadas transcurrieran bien.

«Conoces gente en el mismo club y también cuando compites. Porque hay muchos barcos que vienen de las comunidades limítrofes y porque cuando sales fuera, te encuentras con muchos aficionados que, como ellos, son jóvenes y aman el mar», remarca. En los entrenamientos hay mucho componente práctico. Pero fuera de lo meramente técnico, los valores personales son fundamentales para completar la formación de los menores. «Hablamos del respeto y de la competición limpia. Les animamos a que sean competitivos, pero también a que lo enfoquen de una manera limpia. Y lo más importante es que lo que ocurre en el agua se queda en el agua. Cualquier pique, enfado o lo que sea, se olvida cuando volvemos a tierra. Todos tienen que ser amigos».

¿El secreto para forjar a un campeón? «Mucho entrenamiento, todo surge de la práctica y del trabajo con ilusión», cuenta el responsable de la cantera. «Nunca hay que presionar a nadie. No todo el mundo vale para competir. Hay que buscar que todo el mundo disfrute. Si no, nada de esto tiene sentido».

Desde el otro lado las cosas se ven desde un prisma parecido. «Contar con un buen entrenador es fundamental, sobre todo cuando llegas a un punto en el que es importante que alguien te guíe para evolucionar en la vertiente más técnica. Esa experiencia viene bien para aprender a manejarte en situaciones como la de hoy», explica David Solana. «Cuando tienes una cierta edad y has navegado lo suficiente, lo que hay que hacer es eliminar esos pequeños vicios para llegar a ser un buen deportista. La clave es que haya alguien desde fuera que cuente con el suficiente conocimiento para guiarte en esa evolución», agrega.

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