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José María Goerlizh y Marcos Peña, junto al Palacio de la Magdalena, en donde presentaron la memoria anual del CES.
El CES pide un debate sobre la financiación de las pensiones y que funcione el Pacto de Toledo

El CES pide un debate sobre la financiación de las pensiones y que funcione el Pacto de Toledo

Peña cree que es el problema «más urgente» que tienen los españoles y pide la participación de los agentes económicos y sociales

María Ángeles Samperio Martín

Jueves, 7 de julio 2016, 07:22

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El presidente del Consejo Económico y Social de España (CES) Marcos Peña, puso ayer una tarea urgente al nuevo Gobierno: «hay que reexaminar los sistemas de financiación de la Seguridad Social y abrir un debate sobre las pensiones». Y no es una labor cualquiera, «es lo más urgente que tienen los españoles hoy en día». Peña presentó en la UIMP la memoria del CES de 2015 y junto al aviso dejó un juicio más amable sobre la economía española «que mostró un notable dinamismo en 2015, recuperando tasas de crecimiento y de creación de empleo anteriores a la crisis, en base al buen comportamiento de la demanda interna».

Un déficit de más de 16.000 millones en la Seguridad Social

  • cc oo

  • CC OO prevé un déficit de la Seguridad Social próximo a los 16.000 millones de euros este año, la misma cifra que en 2015, y denunció el «uso indebido» del Fondo de Reserva de las pensiones al utilizarse para financiar políticas activas y bonificaciones, al tiempo que ha alertado del «agotamiento» del sistema de protección social. Así lo señaló el secretario de Protección Social y Políticas Públicas de CC OO, Carlos Bravo, durante la presentación del informe El sistema de protección social en España 2016, que muestra una posición negativa para España respecto a la UE, excepto en prestaciones derivadas de fallecimiento y en materia de desempleo.

  • En cuanto al Fondo de Reserva de las pensiones, Bravo ha denunciado, tras la suspensión inicial del límite del 3% que se podía extraer del mismo (unos 3.500 millones de euros) aprobada con el «desacuerdo expreso» del sindicato, el «uso indebido» de la llamada hucha de las pensiones.

Pero las debilidades de la situación socioeconómica de España centraron lo principal de su discurso, al hilo de las últimas noticias sobre las dificultades para pagar la paga extra de julio. Peña puso especial enfásis en los problemas de financiación de la Seguridad Social y las pensiones. «El Pacto de Toledo tiene que funcionar cuanto antes», dijo y añadió que «lo importante no es la medida que se tome; sino que se produzca un debate y que participen en la búsqueda de soluciones los agentes económicos y sociales» porque es «vital» que las medidas que se decidan sean «acordadas» por todos.

Peña, acompañado por José María Goerlizh, presidente de una de las comisiones del CES, señaló que España tiene un «problema» con la Seguridad Social, que es el «estabilizador» del país, pero que ha duplicado su déficit previsto para 2015 del 0,6%, y que ha concluido el año en el 1,3. Explicó que para recuperar estas cuentas el «requisito esencial» es crear empleo, aunque matizó que los puestos más numerosos que se están generando son de «poca calidad» y de «poca capacidad contributiva».

Peña recordó que las previsiones para las pensiones son que hasta 2030 se necesite una financiación de 4 puntos para hacer frente a ese gasto, por lo que se propone una inversión del 0,25 anual para incrementar el sistema.

En materia económica, además, se dibuja en la Memoria del Consejo Económico y Social, aprobada en mayo, una economía española que ha recuperado sus tasas de crecimiento anteriores a la crisis, pero que «sigue sustentándose en unas bases débiles con desequilibrios», como los elevados niveles de endeudamiento, la alta tasa de desempleo o el nivel de déficit público. Con este panorama, el CES apuntó la conveniencia de continuar con las reformas estructurales y de aplicar medidas que mantengan la pujanza de la demanda.

Recuperación del empleo

De todos los problemas, Peña se centró en el empleo, una materia que «merece toda la atención», ya que su «recuperación» es «el requisito esencial para cuadrar las cuentas». Resaltó que a lo largo del pasado ejercicio se crearon en nuestro país más de medio millón de puestos, la mayoría de ellos a tiempo completo. Así, España acabó el ejercicio con más de 18 millones de trabajadores, por debajo no obstante de los 20,5 millones contabilizados en el último trimestre de 2007, cuando se inició la crisis.

Además, y de acuerdo con la memoria del CES, predominan los contratos temporales, y preocupa que la creación de empleo tienda a concentrarse en tareas no cualificadas o de tipo administrativo. En este punto, el presidente ha tachado de «disparate» el número contratos rubricados el año pasado.

Tras aludir a otros factores, como las tasas de paro, que entre los menores de 25 años llega al 46,2%, más del doble de la media europea (19,6%), Marcos Peña indicó que «España tiene muy mal paro», por lo que apostó por las políticas activas de empleo, especialmente en el ámbito juvenil, ya que ahora suponen el 16% del total, frente al 84% que representan las políticas pasivas.

De otro lado, se refleja el descenso del 12,5% del total de los beneficiarios de prestaciones por desempleo, cuyo volumen medio anual superaba los 2,2 millones de personas. El mayor descenso se produjo en las prestaciones contributivas. En este sentido, se subraya que a medida que aumenta el paro de larga duración, el sistema de protección comienza a dar señales de agotamiento, como indica el descenso continuado en la tasa de cobertura.

Por otra parte, el presidente del CES se refirió a la «recuperación prudente» del diálogo social y la negociación colectiva, que cubrió en 2015 al 70% de los trabajadores; el «moderado» aumento salarial, del 0,8%, o el descenso en un 21% del número de huelgas. Y es que la pérdida de empleo y la situación del mercado de trabajo ha provocado una «ira social», cuya «curación no es sencilla», apuntó Marcos Peña, para quien la situación se «atenúa» por el sistema de protección social (que cubre el paro, pensiones, sanidad, educación, etc, y que suponen la principal fuente de rentas a más de 11 millones de personas, el 28% de la población mayor de 15 años). Este sistema no está «dañado», aunque «navega» dijo en un «mar proceloso».

También aludió el presidente del Consejo Económico y Social para finalizar a la mejoría experimentada en la calidad de vida, aunque ésta sigue siendo «frágil e incierta».

Test de estrés para la sanidad

El presidente del CES apuntó también que existe un «problema» con otro gasto «esencial» para garantizar la convivencia de España como es el sistema sanitario público, al que ve «casi necesario» someter a «un tes de estrés» para conocer exactamente el origen de «algún costurón» que se aprecia «por ahí». Indicó que en la sanidad «empieza a haber desigualdades» por capacidad económica entre los ciudadanos, que considera «evitables», a las que ha sumado las territoriales con diferencias en las inversiones por paciente entre las comunidades autónomas dentro de una horquilla de entre 1.200 y 1.900 euros, que entiende excesiva.

El presidente del CES insistió en «reforzar los mecanismos de cooperación, coordinación y coodecisión» sobre el sistema sanitario. «Posiblemente sea más importante aumentar la coherencia interna del sistema que aumentar su presupuesto», dijo.

En materia de Educación, la memoria del CESindica que persisten problemas que pueden influir en la recuperación y se refiere al fracaso escolar que supone que el 22,4% de los alumnos de ESO no logre sacar la titulación y que España tenga, aunque se ha recortado, la tasa más alta de abandono escolar de Europa.

En relación con la vivienda, se resalta que las nuevas adquisiciones comenzaron a dar signos de estabilización en 2015.

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