Liberbank no repartirá este año dividendo entre los accionistas para reforzar su capital

No obstante, nada impide que el banco decida a lo largo del año rectificar y optar por aprobar un reparto de dividendo, aun cuando la situación parece difícil que evolucione de una manera tan positiva (márgenes, intereses, capitalización) que lo haga posible.

Requisitos estrictos

Esta decisión de Liberbank se explica en parte por los cada vez más estrictos requisitos de refuerzo de capital que exige a las entidades el Banco Central Europeo (BCE) y por el incierto panorama que se presenta para el negocio bancario en España, con tipos de interés estancados y exigencias regulatorias cada vez más duras. Estos requerimientos han aconsejado a Liberbank cerrar a principios de mes una emisión de deuda subordinada de 300 millones de euros a diez años por la que ha tenido que pagar un interés del 6,875%. Es un camino similar al seguido por entidades como Bankia, que cerró la suya a un 3,375% también por un periodo de diez años. Caixabank y el BBVA pagaron un 3,5%. Con esta emisión Liberbank incrementa sus ratios de capital, que se habían visto mermados por la caducidad el año pasado del esquema de protección de activos que cubría los riesgos de la Caja de Castilla La Mancha, hasta un 13,9%, muy por encima de los requisitos del BCE.

Sin embargo, la fortaleza del capital también deja víctimas, en este caso las obras sociales de las antiguas cajas, ahora fundaciones bancarias, que son las principales accionistas de Liberbank y que dependen del dividendo para mantener su actividad.

Gaspar Laredo, presidente de la Fundación de Caja Cantabria, valoró ayer lo que representa para la entidad cántabra esta decisión: "La supresión del dividendo supone un inconveniente muy serio para la fundación y su actividad, ya que es muestra principal fuente de ingresos".

Para solventar esta situación y asegurar su funcionamiento hasta los próximos dividendos, la fundación se ha visto obligada a solicitar un crédito de 780.000 euros a Liberbank. "Nos lo ha concedido en condiciones de mercado, con dos años de carencia y cinco de plazo. Esperamos pagarlo el próximo año", indicóLaredo, que destacó que no había habido ningún trato de favor en la operación.

Liberbank ya había avisado a la fundación cántabra y al resto de las fundaciones (la asturiana y la extremeña) de la suspensión del pago del dividendo. El presidente de la fundación estima que no se resentirá "gravemente" su actividad. "Nos hemos obligado a una política de gastos austera para mantener al máximo posible los servicios que prestamos a la sociedad. Obviamente, tendremos que dejar de hacer cosas que nos gustarían abordar, pero esperamos que esta sea una situación transitoria".

A esta merma de ingresos para la fundación se une las dificultades existentes para enajenar el edificio de Cazoña, la antigua residencia de la tercera edad, afectada por la anulación del Plan General de Urbanismo de Santander que impide su venta para uso residencial como pretendía la fundación al haber cambiado la calificación del inmueble.