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Rafael Pampillón.
"Para seguir creciendo, España tiene que reformar la formación y la innovación"

"Para seguir creciendo, España tiene que reformar la formación y la innovación"

Rafael Pampillón Olmedo, catedrático de Economía de la Universidad CEU - San Pablo, es el protagonista del Foro Económico de El Diario Montañés

AMAYA CAPRACCI

Martes, 23 de mayo 2017, 07:16

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Rafael Pampillón cuenta con más de un centenar de trabajos científicos publicados en revistas especializadas y combina además una intensa actividad investigadora, divulgativa y docente, como catedrático de Economía de la Universidad CEU-San Pablo y director de Análisis Económico del IE Business School. Este martes será el protagonista del Foro Económico de El Diario Montañés, que se celebrará en el Hotel Bahía a las 9.30 horas. Durante su intervención buscará ahondar en las perspectivas de la economía mundial (y española) y de los nuevos desafíos de las economías modernas para adaptarse a un mercado global cada vez más complejo.

¿Qué postura definirá la marcha de la economía para los próximos años, en el caso de EE UU y Reino Unido, que parecen haber optado por alejarse de sus aliados tradicionales?

Es muy difícil saberlo. Donald Trump es una incógnita y no sabemos cómo va a dirigir la economía estadounidense. Prometió no intervenir en el mundo y está interviniendo. Prometió cerrar la economía americana al exterior, evitando la entrada de productos fabricados en China o en México, pero esto todavía no se ha concretado. No va ser fácil que las políticas proteccionistas de Trump acaben materializándose. Tiene que imponerse al partido republicano, tradicionalmente abierto al exterior, que apoya la libertad de comercio y competencia. En el caso de Reino Unido, no podremos valorar las consecuencias económicas del Brexit hasta ver qué sucede con las negociaciones con la Unión Europea.

"Si no se quiere acometer la reforma de las Administraciones, habrá que tocar el IVA"

  • La actual situación económica podría ser una oportunidad para realizar los ajustes necesarios, pero el panorama de la política española, con un parlamento tan fragmentado, puede suponer un lastre para la economía.

  • ¿Estamos en el momento clave para emprender estos cambios?

  • Cuando se tienen tasas de crecimiento alto todo es más sencillo. Desgraciadamente cuando las cosas van mejor, todo el mundo se complace. En España las grandes reformas se acometen cuando la economía sufre ajustes, cuando más afectan a la clase trabajadora. Ahora que aumentan las tasas de empleo, estamos en el momento adecuado para hacer esas reformas, pero si el gobierno se está peleando con todos los partidos para sacar una ley o para defender a alguno de sus ministros, no está dedicando sus energías a sacar adelante la economía.

  • ¿Cómo afecta la aprobación de los Presupuesto Generales del Estado a la expansión económica?

  • La incertidumbre es el resultado de cómo se están haciendo las cosas en un parlamento muy fragmentado. En España tenemos unos ingresos fiscales del 38% del PIB, mientras el gasto público sube hasta el 43%. Algo tiene que cambiar. Si no se quiere acometer la reforma de las Administraciones Públicas, habrá que acometer una reforma de los impuestos, especialmente el IVA. Hay que generar los suficientes ingresos que nos permitan reducir el déficit. La deuda no puede seguir subiendo, porque pondría en cuestión la solvencia de España.

¿Y en el caso de Europa ahora que Francia parece decidida a dar una nueva oportunidad al proyecto europeo?

Deberíamos esperar a ver qué sucede en las elecciones legislativas de junio de Francia. Existe una amenaza populista, pero los mercados no lo reflejan, de momento el ambiente es optimista. Es cuestión de que Merkel se de cuenta de que hacen falta unos Estados Unidos de Europa, como propone Macron, y que realmente se reformule la Unión Europea. España, por su parte, está a favor de hacer un sistema bancario más europeo e intentar neutralizar los bonos de deuda pública. Hay todo un campo de unificación de política fiscal que haría más unida a Europa, pero todo está por venir. El modelo económico está cambiando, habrá que ver hacía qué dirección. Nos enfrentamos a muchas amenazas, como el demonio de la deuda pública o el envejecimiento de la población...

¿Este nuevo escenario político supone un reto para España a la hora de abrirse a otros mercados internacionales?

La salida de Reino Unido y los aranceles a la exportación e importación frenarán el comercio con los británicos, pero al mismo tiempo se abren otras posibilidades como América Latina o Asia, donde exportamos poco. Hay nuevos mercados con posibilidades, donde las economías son abiertas y están dispuestas a realizar intercambios comerciales. Sobre todo en servicios en los que España tiene una buena posición como en ingeniería, auditoría, servicios bancarios, de seguros, telecomunicación o gestión de aeropuertos. España ha salido mucho al exterior en esta crisis. Sus exportaciones de bienes y servicios han pasado de ser el 24% del PIB en el 2008 al 64% en el año 2016, hemos aumentado 10 puntos nuestras exportaciones y eso es una gran noticia. La demanda interna puede volver a caer, puede haber otra crisis, pero nuestras empresas están ya en el exterior y eso es un seguro para nuestra economía.

A España le conceden unas tasas de crecimiento para el 2017 de entre el 2.6% y el 3%, según diversas fuentes. ¿Es sostenible este crecimiento a largo plazo teniendo en cuenta la temporalidad laboral o la contención de costes?

Yo creo que no. El desarrollo económico a largo plazo está en las nuevas tecnologías que mejoran la productividad (la digitalización, la inteligencia artificial, la innovación en logística), y exige una mano de obra más cualificada. Son campos en los que todavía no hemos entrado, porque requiere un cambio en la formación de las universidades. Si se quiere mantener estas tasas de crecimiento, tendríamos que dar una vuelta de tuerca a la formación del capital humano y a la innovación, los dos grandes pilares del desarrollo y el crecimiento a largo plazo. El modelo productivo ha cambiado, ahora miramos más allá de nuestras fronteras, pero es necesario hacerlo con una mayor intensidad tecnológica y una mayor financiación.

Nos enfrentamos a un transformación en el modelo productivo. ¿Qué herramientas son necesarias para que nuestro tejido empresarial se adapte a estos cambios de manera exitosa?

Uno de los problemas que tenemos en España es el tamaño de las empresas. Hay que hacer empresas más grandes, ya que son más fáciles de internacionalizar y de adaptar a los cambios tecnológicos. En España nuestro tejido empresarial está formado en su mayoría por pequeñas empresas, comparado con otros países de nuestro entorno. Esto hace que la mortalidad sea mucho mayor en comparación con las empresas medianas y las grandes corporaciones. Habría que quitar las trabas que impiden que las pequeñas empresas se hagan medianas (obligaciones fiscales, laborales). Nos encontramos con empresarios que cuando superan los 500 trabajadores, crean una nueva empresa para evitarse la burocracia que conlleva. Deberíamos eliminar los incentivos para las empresas que quieran seguir siendo pequeñas. Es importante incidir en el tema de la internacionalización, de la vinculación de las empresas con mercados internacionales y suministros globales, sin olvidarnos de la reforma fiscal que es necesaria acometer.

¿En qué país debería fijarse España para mantener ritmo de crecimiento?

Deberíamos fijarnos y seguir el ejemplo de países como Estados Unidos, Reino Unido o Alemania donde no hay tantas trabas para tener empresas grandes, donde hay formación in company y donde se respeta más la libertad de mercado. En nuestro país la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), presidida por José María Marín, es independente y lucha para evitar los abusos de posiciones dominantes por parte de las empresas que tiene más capacidad de influir en el mercado. Hay muchas reformas que acometer para que España tenga una mayor perspectiva de crecimiento a largo plazo: globales, innovación que se genera en el mundo para adaptarse a las nuevas tecnologías, la reforma fiscal, aumentar la recaudación

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