El 80% de los empresarios cántabros espera aumentar sus ventas en 2017

Al ser preguntados por su visión actual sobre la economía de Cantabria, un 44% de los empresarios la califica de «buena», un 35% de «regular», y un 21% de mala. Estos índices muestran a los empresarios de Cantabria sensiblemente más pesimistas que la media española en relación a la situación regional. Pero si se pone el foco en 2017, la percepción mejora significativamente de manera que un 32% de los empresarios espera que la economía mejore este año, un 65% prevé que se mantenga igual y sólo un 3% teme que empeore.

Junto al crecimiento de las ventas, el 40% de los empresarios cántabros consultados contempla aumentar la plantilla en este ejercicio y un 28% espera mantenerla estable. En relación a la principal prioridad de las empresas, la impresión generalizada se centra en la transformación digital. Otro asunto destacado es la petición al Gobierno de Cantabria para que mejore las infraestructuras.

En el conjunto de España, el informe muestra un optimismo moderado y creciente en el empresariado. Así, 2017 promete ser un buen año para las empresas españolas, según se desprende de las previsiones de facturación, plantilla e inversiones. Tres de cada cuatro empresarios y directivos afirman que en los próximos doce meses crecerá el volumen de ventas, mientras que un 59% planea aumentar sus inversiones y el 46% prevé contratar más profesionales.

Más de un tercio de los 2.906 empresarios y directivos encuestados en todo el territorio nacional califica de «buena» la coyuntura actual, si bien aún es mayoría, con un 59% del total, los que opina que la situación no pasa de regular. Preguntados por cuál será la evolución a lo largo del ejercicio, una amplia mayoría (el 92%) cree que mejorará o se mantendrá igual y sólo un 8% opina que empeorará. De este modo, se confirma el cambio de tendencia observado hace tres años, cuando se produjo un punto de inflexión en las expectativas de las empresas españolas. Si en 2012 un 95% calificaba la situación económica de España como «mala» o «muy mala», actualmente solo un 7% así lo expresa.

Entorno complejo

A juicio de Hilario Albarracín, presidente de KPMG en España, «las empresas españolas encaran 2017 con optimismo y la certeza de que las prioridades estratégicas deben adaptarse a un entorno de enorme cambio y complejidad». El uso de nuevas herramientas, como la tecnología cognitiva o la robotización de procesos, «debe ser un driver fundamental para el crecimiento», opinó.

Por su parte, el presidente de CEOE, Juan Rosell, consideró que durante 2017 «todavía se van a mantener algunos de los factores de impulso que han permitido que se registren crecimientos muy notables en 2015 y 2016, si bien aún persisten elementos que reducen el potencial de la economía española, como la elevada tasa de paro o el alto nivel de endeudamiento público y privado». «Hay asignaturas pendientes, como el avance en la reforma de las pensiones, la reducción de las cotizaciones sociales y la mejorar la fiscalidad y la educación» apuntó.

Los empresarios y directivos españoles también hacen balance del periodo de incertidumbre política vivido en España durante gran parte del pasado año. El 55% de los encuestados afirma que la parálisis política ha tenido un impacto negativo en su empresa. Cuando se les pregunta acerca de cuál ha sido ese impacto negativo, el 80% afirma que ha generado incertidumbre y más de la mitad asegura que ha paralizado decisiones de inversión.