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GOF levanta el preconcurso de acreedores de la terminal agroalimentaria tras lograr un acuerdo

Liberbank y Abanca aceptan transformar parte de la deuda en acciones y se hacen con el 51% de la instalación

Miguel Ángel Pérez Jorrín

Miércoles, 29 de marzo 2017, 07:20

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La compañía GOF, accionista de referencia en la Terminal de Graneles Agroalimentarios de Santander (TASA), firmó ayer un acuerdocon los bancos Liberbank y Abanca tras cuatro meses de negociaciones del preconcurso de acreedores. Con este compromiso la empresa cántabra ha logrado evitar la liquidación y solventar la crisis que la había puesto a las puertas de una subasta de las instalaciones. Pero en este camino GOF ha perdido su posición de accionista mayoritario de la terminal agroalimentaria, ya que el acuerdo incluye la conversión de una parte sustancial de la deuda en capital. Los dos bancos tendrán ahora el 51% de las acciones de la titular de la terminal agroalimentaria. Hasta ahora GOF compartía la propiedad de TASA con Ahorro Corporación Financiera. Ambas compañías invirtieron 40 millones de euros en las instalaciones, que entraron en servicio en junio de 2012. Liberbank y Abanca aportaron el 75% del capital, unos 30 millones de euros.

Según indicó ayer el presidente del grupo GOF, Andrés Gómez Bueno, "el acuerdo incluye el mantenimiento de los actuales gestores de la terminal y del equipo de GOF y un contrato de explotación de las instalaciones durante los próximos cinco años. Los bancos no tienen interés en gestionar las instalaciones, sino en garantizar la estabilidad necesaria para que puedan seguir en funcionamiento como hasta ahora y seguir siendo una terminal con enormes posibilidades de futuro. Como es lógico, quieren cobrar su deuda y son conscientes de que este es el mejor modo", sostuvo Gómez Bueno.

Con el inicio de esta nueva etapa, Gómez Bueno destacó ayer que confía en que la Autoridad Portuaria de Santander (APS) "mantenga su apuesta por la instalación y favorezca su máximo rendimiento, exigiendo a todos los operadores los criterios de preservación medioambiental que estableció en su día para el diseño y construcción de la terminal". Esta demanda ha sido una constante de GOF en sus relaciones con la APS, que incluso provocó un pleito judicial perdido por GOF en última instancia en el Tribunal Supremo contra las normas ambientales de la Autoridad Portuaria de Santander sobre las descargas de sólidos agroalimentarios.

La adjudicataria de la terminal consideraba que esa normativa (que la APS elaboró tras aprobarse la concesión a su favor) era ilegal porque, a su juicio, permitía la descarga de graneles agroalimentarios a otros operadores del puerto con arreglo a unos criterios mucho menos exigentes que los suyos. El Tribunal Supremo validó las normas ambientales y rechazó, en diciembre de 2015, el recurso de GOF.

Gómez Bueno recordó que el presidente del Gobierno de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, manifestó su "apoyo expreso" a la terminal durante la visita que realizó el 10 de junio de 2016, con motivo del primer millón de toneladas gestionadas a través de esta infraestructura. "Tenemos que agradecer ese apoyo, ya que sin duda ha contribuido a renovar la confianza de los acreedores y alcanzar este acuerdo de futuro", subrayó el presidente del grupo GOF. "Estamos convencidos de que la APS hará que este proyecto sea viable traduciendo el apoyo del presidente del Gobierno de Cantabria en políticas y directrices", afirma Gómez Bueno, que mostró su confianza en la "buena disposición" expresada por el presidente de la APS, Jaime González, que precisamente ayer visitó la terminal junto a una delegación del Grupo Internacional de Terminales de Granel Seco, agrupación que celebra su encuentro anual en Gijón y Santander.

Ocupación

La terminal ocupa una superficie total de 35.000 metros cuadrados y durante el año pasado descargó en sus instalaciones 230.000 toneladas. El problema al que se ha enfrentado desde su apertura es que no se han cumplido las expectativas para las que fue diseñada. En el año 2005 el puerto de Santander manejó 1.200.000 toneladas y esas cifras, y un crecimiento esperado hasta los dos millones, fueron el punto de partida del proyecto. Nunca se volvieron a alcanzar. Se esperaba que la planta de bioetanol de Sniace (que iba a consumir 400.000 toneladas al año) fuera uno de los motores de despegue, pero no pasó del papel y la crisis disminuyó el consumo y la producción de carne y, por tanto, el comercio de piensos. Con las 230.000 toneladas de 2016 Gómez Bueno cree que se "ha tocado fondo" y la expectativa es de una lenta mejoría, aun cuando no hay grandes mercados a la vista.

La terminal agrolimentaria dispone de una capacidad de almacenamiento de 102.000 toneladas. Principalmente es utilizada para la descarga y almacenamiento de cereales y harinas de soja y colza que llegan de Europa, Australia y Argentina. La instalación incluye un doble almacenaje con dos hileras de silos de 20 metros de altura y uno de los mejores sistemas de descarga del mundo, con completas medidas de tipo medioambiental para evitar la contaminación y una automatización total de los procesos que la ha convertido en un ejemplo mundial de este tipo de terminales.

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