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KBC ha reducido el consumo de gas natural en el complejo de Arcelor Mittal en Krivoy Rog. DM
Una empresa bioenergética ucraniana busca en Cantabria su salto internacional

Una empresa bioenergética ucraniana busca en Cantabria su salto internacional

Santander Biocompany se reúne con dos de las principales factorías de la Comunidad y les ofrece su patente para reducir su consumo energético

Jesús Lastra

Santander

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Jueves, 3 de mayo 2018, 07:06

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En una coyuntura en que la transición energética está marcada en rojo en la agenda de diversas factorías para garantizar su futuro, una compañía ucraniana pretende desde Cantabria reducir las emisiones de diversas fábricas enclavadas en la Comunidad, una base con la que expandirse al mercado nacional. Santander Biocompany es la sociedad recién constituida que nace de la experiencia de la Compañía Bioenergética de Kiev (KBC), una organización que presume de poder rebajar en casi un 85% el consumo de gas en los hornos giratorios de quema de piedra caliza.

Anna Burdiukh es la portavoz de la nueva empresa y explica los motivos por los que desde Kiev se pretende dar el salto al mercado regional. Principalmente, una relación de amistad con los promotores de KBC ha facilitado esta nueva aventura industrial, que ya se ha dejado sentir en el sector secundario autonómico. A día de hoy los representantes de Santander Biocompany ya se han entrevistado con dos de las principales multinacionales que tienen complejo en Cantabria y cuya producción encaja con esta solución.

LAS CLAVES

  • 0,5-1 millones es el coste aproximadado de la instalación del sistema en un horno giratorio.

  • 20 trabajadores necesita aproximadamente cada puesta en marcha del sistema.

  • Rebaja Santander Biocompany sostiene que sus patentes permiten una reducción del consumo de gas natural próxima al 85%.

  • Combustible. La materia prima empleada para la quema de piedra caliza es el prensado de semilla de girasol, que actualmente se obtiene de cuatro mercados: Rusia, Ucrania, Bulgaria y Moldavia. Se busca materia en España.

¿Cuál es el método que pretenden importar los empresarios ucranianos? Los responsables de KBC Sergei y Denis Gorkun explican que su proyecto surgió en 2013 al reunirse un grupo de técnicos e ingenieros cementeros expertos en piedra caliza. La primera prueba de sustitución experimental de gas natural por biocombustible tuvo lugar en un horno de la factoría que Arcelor Mittal posee en la localidad de Krivoy Rog. A la vista de los resultados, en 2015 se equipó otro horno con un mecanismo similar.

Porque las mejoras, según defiende Burdiukh, son de calado. La patente de KBC permite acoplarse al horno giratorio sin parar el proceso de quema de la piedra caliza. Mediante la combustión de biocombustible -prensado de semilla de girasol-, la reducción en el consumo de gas natural en esos hornos de Arcelor Mittal alcanzó «los 3,6 millones de metros cúbicos al mes, con un consumo inicial de 4,5 millones».

La instalación de este tipo de equipos tiene un coste aproximado, según explican desde Santander Biocompany, que oscila entre los 500.000 y el millón de euros. Con este planteamiento se han reunido con dos multinacionales con presencia en la Comunidad para ofrecerles esta solución y mitigar su consumo energético. La compañía proveedora percibiría un canon por el uso de estas patentes.

Puestos de trabajo

KBC cuenta actualmente con unas 40 personas en plantilla, ocupadas tanto en el área del biocombustible como en la instalación de los equipos. «Cada instalación nueva genera unos 20 puestos de trabajo, que pueden ser personal nuestro o de la propia empresa que reciba la instalación», sostiene Burdiukh.

La portavoz insiste en que sus propuestas sólo pueden aplicarse a hornos giratorios de quema de piedra caliza, especialmente utilizados por cementeras, aunque también pueden adaptarse a otros formatos en el futuro. Todo ello, precisan, en función de la necesidad del cliente. De hecho, también se quiere profundizar en la rebaja del gasto en carbón, además del gas natural.

KBC ha tenido en Cantabria como anfitrión al empresario torrelaveguense Miguel Rincón. Igualmente, Santander Biocompany participó recientemente en el Certamen Abierto de Emprendimiento celebrado en la capital del Besaya.

Los empresarios explican que actualmente obtienen el prensado de semilla de girasol de Rusia, Ucrania, Bulgaria y Moldavia. «Estamos buscando materia prima en España y lo que queremos es crear puestos de trabajo aquí», dice Burdiukh, que echó raíces en Cantabria como traductora de Cruz Roja y Policía Nacional junto a Tatiana Kabanets, también inmersa en el proyecto.

Los contactos con firmas españolas comenzaron a finales de marzo. «Ha sido todo muy rápido», admiten. En caso de que no fructifiquen las conversaciones abiertas hasta el momento buscarán negocio en otras regiones.

El carbón duplicará su precio en la Unión Europea para 2021

. La reducción del uso del carbón en los procesos productivos es uno de los principales quebraderos de cabeza de varias de las industrias de peso en la Comunidad. Más si cabe cuando el mineral duplicará su precio en la Unión Europea para 2021 y lo cuadruplicará para 2030 debido al Acuerdo de París para reducir las emisiones a la atmósfera, según un informe de la organización Carbon Tracker.

El aumento en el coste, que podría alcanzar los 55 euros por tonelada, se deberá a que los acuerdos para reducir emisiones para evitar el cambio climático, como el de París, en vigor desde 2016, provocarán que el proceso de producción del carbón no sea rentable, según divulgó Efe días atrás.

Mark Lewis, miembro de Carbon Tracker, aseguró en el informe que el carbón no podrá adherirse al objetivo de limitar el calentamiento anual por debajo de 2 grados centígrados, pero apuntó que este tipo de energía tiene un papel importante que desempeñar.

«El carbón tiene un peso importante en la limitada cantidad de dióxido de carbono que se puede almacenar en la atmósfera. El espacio que queda en ella para las concentraciones de gases de efecto invernadero tiene que tener un precio acorde con ello», añadió.

Esto quiere decir que cuanto más se traten de reducir las emisiones de gases a la atmósfera, mayor coste tendrán los carburantes contaminantes para evitar, a través del precio, que se continúen usando.

Este incremento en los precios provocará que países como España, Alemania, Italia y Holanda dejen de consumir carbón para utilizar gas. Los altos precios de esta fuente de energía también acelerarán el desarrollo de nuevossistemas de almacenamiento.

El análisis señaló que el precio del carbón puede alcanzar los 15 euros por tonelada para el segundo semestre del ejercicio actual; 20 euros en 2019; y entre 25 y 30 euros para 2020 y 2021.

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